Vendida.

Capítulo 56.

Desperté recargada sobre el pecho de Harry, ambos estábamos solo cubiertos por una ligera sábana. Harry seguía dormido, se veía tan lindo. Me quedé así varios minutos, hasta que la puerta de la habitación comenzó a abrirse poco a poco. La pequeña silueta de Jake se encontraba del otro lado de esta. Caminó un poco a la habitación, y ya no llevaba su pijama, si no que llevaba puesto un pantalón blanco, con una playera negra, al revés, y calcetines de diferentes colores. 

-Mami.- dijo en un susurro. –Ya me cambié.- dijo mirando sus calcetines disparejos.- Hoy es lunes. ¿Me llevan <<ad>> kínder?- Rayos, era lunes. 

-Sí.- le dije en un susurro, tirando ligeramente de la sábana que nos cubría a Harry y a mi. – Espérame en tu habitación.- le dije, el sonrió, y asintió, y salió corriendo de la habitación. Me giré hacia Harry, que seguía dormido. –Harry.- dije en un susurro. –Harry. Harry.- dije agitando ligeramente su brazo. Se despertó. Abrió ligeramente los ojos, y sonrió. 

-Hola.- dijo en un susurro.- ¿Qué pasa?

-Es lunes.- dije de la misma manera. –Jake tiene clases. – su sonrisa se fue, y fue remplazada por una mueca, y un suspiro. 

-Que no vaya.- dijo cubriendo su rostro con ambas manos. –Un día que no vaya no hace daño.

-Harry.- dije alzando una ceja. –Tiene que ir. – Harry bufó, y se sentó en la cama. Se puso ropa interior, y sacó lo primero que vio del armario, y se lo puso. 
Me dedicó una sonrisa, y salió de la habitación. 

Escuché una carcajada, que supongo era de Harry por el nuevo look de Jake. Me puse de pie, y saqué unos jeans y una sudadera, y fui a la habitación de Jake. Harry se encontraba ahí, cambiando el look de Jake, por algo un poco más normal. Baje, para prepararle a Jake algo de desayunar, y no se fuera con el estómago vacío. Pocos minutos después, Harry y Jake bajaron, Jake ya con algo de ropa decente. Desayunó, y corrió por su mochila a su habitación. Bajó, y le dio la mano a Harry.

-Vámonos papi.- le dijo sonriendo. Harry asintió, y Jake corrió hacia la puerta. 

-No tardo.- me dijo Harry a mi. Abrió la puerta, y ambos desaparecieron detrás de esta. Preparé el desayuno para Harry y para mi, y me di un baño. Me puse un vestido lila y unos zapatos del mismo color, y trencé mi cabello. Poco después, Harry volvió. 
Baje, y Harry ya estaba sirviendo dos tazas con café. Me miró, y sonrió. Nos sentamos, y desayunamos en silencio. Harry subió, y se dio un baño. Se cambió por algo un poco más formal, y bajo a despedirse de mi. –Volveré algo tarde.- me dijo mientras se colocaba su saco. –Solo un par de horas mas. Hay otra junta.- dijo antes de que yo le preguntara. 

-Está bien.- dije sonriendo. Harry me devolvió la sonrisa, y me robó un corto beso. –Cuídate.- le dije cruzada de brazos sonriendo, mientras el caminaba hacia la puerta. Limpié la cocina, y vi televisión durante el resto de la mañana. A la 1:00 pm, el autobús dejó a Jake en la puerta de la casa, yo lo esperaba en el jardín, y este corrió hacia mi.

Entramos a la casa, y Jake me ayudó a preparar algo para comer. Preparamos ensalada, y salmón. Después de comer, Jake subió a su habitación, y jugamos un rato, hasta que se quedó dormido. Fue al cuarto de lavado, y lavé algo de ropa, debido a que ya no había quien hiciera los deberes en la casa.
Era hora de cenar, y Harry aún no llegaba. Jake y yo cenamos solo un tazón con cereal, y volvimos a subir a la habitación. Esperé en la habitación de Jake hasta que se quedó dormido, mientras veía caricaturas. Fui a mi habitación, y me puse la pijama, Harry aún no llegaba. Me recosté, y me cubrí con las cobijas hasta el cuello. Estaba por quedarme dormida, cuando escuché la puerta principal abrirse. 
Harry entró a la habitación, intentando no hacer ruido, ya que pensó que yo estaba dormida. Se quitó la ropa, y se acostó junto a mi, y se cubrió con las cobijas. Me rodeó la cintura con sus brazos, y besó mi oído, pero no dijo nada.

Al siguiente día, desperté, y pasó lo mismo, y al siguiente día… y al siguiente… y así, una semana. Harry se comportaba extraño, y casi nunca estaba en casa, y cuando lo estaba, estaba en el teléfono, y decía que estaba algo cansado. 

-Harry… creo que estás trabajando demasiado.- le dije un día ya recostada en la cama, dándole la espalda. 

-No... no lo creo.- dijo con voz ronca, antes de apagar la lámpara de la mesa de noche. Pasó uno de sus brazos por mi cintura, y beso mi hombro. –Descansa.- después de eso, ambos nos quedamos dormidos.

Desperté, y como toda la semana pasada, Harry ya no estaba en casa. Jake seguía en casa, ya que era sábado. 

-Mami, ¿<<podemos>> ir a nadar?- me preguntó con la boca llena de cereal.

-Cuando termines de desayunar.- le dije sonriendo, el solo asintió, y terminó su cereal. Subió a su habitación, y se puso su bañador, yo hice lo mismo. Jake quiso jugar en la piscina toda la tarde, mas solo estuvimos ahí dos horas. Salimos de esta, y nos dimos un baño, esta vez Jake aceptó. Ambos nos encontrábamos en mi habitación mirando una película animada, cuando escuché el auto de Harry en la cochera. Entró a la casa, riendo, junto con otra voz, femenina. Escuché que dijo “espera aquí” y comenzó a subir los escalones.

-Hola.- me dijo entrando en la habitación. Jake se puso de pie, y se lanzó a los brazos de Harry, el lo atrapó, y lo cargó.

-Hola.- le dije sonriendo, al igual que el.- ¿Quién está abajo?- pregunté mirando hacia la puerta.

-Oh….- dije mirando el también. –Ven... acompáñame.- Asentí, y baje la escalera, con Harry que aún cargaba a Jake. Bajamos, y había una chica de estatura baja, castaña, y ojos verdes, con el cabello trenzado, 20 años aproximadamente, mirando la casa desde la entrada. -____, ella es Victoria.- dijo extendiéndole una mano a la chica. –Ella cuidará de Jake este fin de semana.- me dijo sonriendo, nervioso.