Capítulo 20.

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Era un tierno beso, diferente a los que me daba en las noches por la fuerza, este era uno que ambos queríamos, era hermoso. Nos separamos por falta de aire, Harry todavía tenía su mano en mi mejilla, su frente chocaba ligeramente con la mía. Me sonrió, y me dio otro corto beso. 

-¿Te gusto el regalo?- preguntó con su frente aún apoyada contra la mía.

-¿Cuál de los dos?- pregunté sonriendo.

-Ambos.- 

-Sí, y mucho.- dije dándole un corto beso, Harry solo sonrió.

Cenamos, Harry preparó emparedados. Ambos sonreíamos, y hablábamos sobre lo que habíamos hecho en el día, era más lo que Harry había hecho, yo siempre hacia lo de siempre. 

-¿Tienes sueño?- preguntó Harry cubriéndose con las sábanas.

-Algo.- dije alzando los hombros.

-Entonces, a dormir.- dijo acercándose a mi entre las sábanas. Me abrazó por la cintura, y dio un beso en mi mejilla. –Buenas noches.- susurró en mi oído.

-Buenas noches.- respondí apretando ligeramente su mano, que se encontraba en mi abdomen.

El peluche yacía sobre la mesa de noche, lo miré, y recordé el beso de hace un rato. Caí en un profundo sueño enseguida. 

Desperté al siguiente día, por el sonido de la puerta del baño abrirse, Harry salió del baño, ya cambiado, con el cabello húmedo, igual que diario. 

-Hola.- dijo sonriendo, mientras sacudía su cabello.

-Hola.- dije tallando mis ojos con mis manos ligeramente, sentándome en la cama. 

-Me tengo que ir otra vez, otra junta.- dijo haciendo una mueca. –Adiós.- dije apoyándose sobre la cama, para robarme un beso, y salir de la habitación.

¿Las cosas entre nosotros cambiarían? Eso esperaba. 

Me duché, y me puse una polera, y jeans, junto con unas botas. Bajaba las escaleras, para desayunar, cuando un horrible dolor en el estómago apareció.

Me senté en los escalones, el dolor era horroroso, esperé a que se pasara un poco, y fui a la cocina. Desayuné algo más ligero, no es bueno comer muchas golosinas durante un embarazo, y yo comía demasiadas. 

Salí al jardín, y me senté en el césped, el dolor seguía presente, pero era más ligero. 
Después de un rato, escuché el auto de Harry, se escuchó como cerró la puerta de este, y caminaba hacia donde yo estaba. 

-¿Qué haces aquí afuera?- preguntó sentándose junto a mi.

-No lo sé.. solo quise salir.- dije haciendo una mueca.

-Esta bien.- dijo pasando su brazo por mis hombros, y yo recargué mi cabeza en su hombro. El dolor volvió, e hice una mueca de dolor. -¿Estás bien?- me preguntó algo nervioso. 

-Sí si, está bien.- dije sonriendo forzadamente. 

-Creo que.. tendría que llevarte a un hospital..- solo lo miré asustada.- Para ver si el bebé está bien.- dijo intentando calmarme.

Vendida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora