Capítulo 44.

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-¿Dónde están tus padres?- le preguntó Harry al niño poniéndose de cuclillas para estar a su estatura.

-No se.- dijo negando con la cabeza, mientras lloraba.

-¿En que hotel te hospedas?- le preguntó con voz dulce al niño, el solo señaló hacia el mismo hotel donde nosotros estábamos. –Nosotros también.- le dijo sonriendo.- Vamos a buscar a tus padres, ¿si?- el niño asintió, y limpió una lágrima en su ojo, antes de darle la mano a Harry. Caminamos hacia el hotel, con el pequeño niño que no había dejado de llorar.

Entramos al hotel, y Harry cargó en brazos al niño. 
Entramos a la recepción, y no había nadie más que la chica que nos recibió y nos dio el desayuno, así que preferimos no preguntarle a ella. Caminamos hacia las piscinas, y vimos a un señor mayor abrazando a una mujer de unos 37 años, que se cubría el rostro.

-¿Y si no lo encuentro papá?- decía preocupada, alejándose de el.- ¿Qué voy a hacer?- el niño que lloraba en el hombro de Harry alzó la vista, y miró a la mujer que lloraba.

-¡Mami!- dijo bajándose de los brazos de Harry. La mujer lo miró, y corrió a abrazarlo. La mujer lo besó en la mejilla, y le decía que estaba preocupada por el. Lo cargó en brazos, y caminó hacia nosotros.

-Muchas gracias.- dijo sonriendo. –Enserio, no tengo como agradecerlo.- dijo sonriendo, después de soltar un suspiro. 

-No hay de que.- dijo Harry sonriendo levemente. La mujer sonrió, y regresó con su padre, y Harry y yo nos encaminamos hacia nuestra habitación.

Entramos, y Jake seguía dormido. Al poco tiempo se despertó, y lo primero que hizo, fue correr al balcón para ver el mar, y los toboganes de la piscina. Fuimos a desayunar, de nuevo al buffet, Jake tenía que esperar otra hora para poder ir a nadar, mientras le puse protector solar, aunque de nuevo estaba algo furioso por eso.

Y así pasó una semana, la misma rutina, pero, era divertida. Jake pasaba la mayor parte con nosotros, y se quedaba un tiempo con los chicos del Staff, para que Harry y yo pudiéramos estar juntos un tiempo. Pasó la semana, y tuvimos que volver a casa. 

-Mami, hay que volver.- dijo Jake tirando de mi brazo, cuando yo preparaba la comida, ya en casa. 

-No podemos Jake, siéntate, ya va a llegar papá.- dijo sirviendo la lasaña en los platos. Se sentó haciendo muecas, de mala gana. A los pocos minutos, la puerta de entrada se abrió, era Harry, pero no gritó “llegué” igual que siempre, si no que hablaba por teléfono.

-Ya te dije que sí.- dijo fastidiado.- Iré en dos días, ya déjame en paz.- dijo antes de colgar el teléfono. 

–Hola.- dijo al vernos a Jake y a mi, besó a Jake en la frente, y sacudió su cabello, después besó mi mejilla. 

-¿Qué hay de comer?- preguntó sentándose junto a Jake. 

-Lasaña.- dije sirviendo un poco de té helado en su vaso. 

Comimos en silencio, y pude ver que Harry estaba demasiado tenso. Jake subió a su habitación a jugar, y Harry se lanzó en el sofá.

-¿Qué pasa?- pregunté sentándome junto a el.- Estás tenso. Harry suspiró y apoyo sus codos sobre sus rodillas, y enredó sus manos en su cabello.

-Tenemos que ir de viaje.- hice una mueca, no entendía que tenía de malo, el lo notó.- A ( tu país), ____.

Vendida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora