Cuando amaneció Eric se despertó y se levantó un poco, bajando el pie de su Diosa que tenpia en el tórax a sus piernas. Se percató de que su Diosa tenía los ojos abiertos y lo miraba con una sonrisa.
Diosa Laura: ¿Por qué te acostaste a mis pies y no a mi lado?
Eric: No quería quitarle espacio mi Diosa.
Diosa Laura: Bueno, solo que te tienes que tomar las cosas más calmadas. Esta cama es grande, y yo te permito que te acuestes a mi lado. Aunque si prefieres estar bajo mis pies, también puedes hacerlo. Aunque me alegraría que te vinieras a mi lado.
Eric: Muchas gracias mi Diosa, encerio me alaga. ¿Puedo preguntarle algo mi Diosa?
Diosa Laura: Ya lo estás haciendo Eric. ¿Curioso, no es así? Está vez será diferente, quiero que le tengas confianza a tu Diosa, quiero un esclavo que me haga feliz, no a uno que me haga sentir sola. ¿Entiendes?
Eric: Lo haré mi Diosa, perdón por hacerla sentir sola. No era mi intensión... Lo que quería decirle era ¿Por qué ahora es distinta con migo?
Diosa Laura: Pues porque descubrí que tener a un esclavo alegre, es mejor a un esclavo soldado que solo haga lo que le diga.
Eric: Gracias mi Diosa, lo aseguro que la haré sentir feliz.
Diosa Laura: Ven, acuestate a mi lado.
Eric se levantó cuidando que los pies de su Diosa cayeran suavemente sobre la cama. Se acostó de lado de su Diosa.
Diosa Laura: Buenos días!―le dió un beso en la frente.―.
Eric: Me gustan sus labios su majestad.
Diosa Laura: Que lindo.
Diosa Laura: ¿Has hecho lo que te encargué anoche?
Eric: Sí mi Diosa, he memorizado cada olor de cada par. Puedo identificarlos.
Diosa Laura: Muy bien! Es hora de ponerte a prueba. Para empezar, ponte esos antifaces para dormir sobre el buró. Te guiaré para que llegues a donde están todos los pares que supongo dejaste ordenados afuera.
Eric se puso los antifaces y esperó las indicaciones de su Diosa.
Laura se paró y empezó a dirigirlo hacia las flats. Cuando llegarón Laura arrodilló a Eric enfrente de los pares. Los revolvió y los hechó en la caja.
Diosa Laura: Los puse en la caja, quiero que encuentres los verdes claros. Tienes 1 minuto para encontrarlos. Corre tiempo!
Eric empezó a meter la mano a la caja y sacaba cada zapatilla, pasaron 20 segundos y sacó una zapatilla y la separó de las demás que iba sacando. Se llegarón los 45 segundos y sacó otra zapatilla. Entonces se detuvo.
Diosa Laura: 45 segundos. Veamos si hiciste bien lo que te dije. ¿Tú que crees?
Eric: Me siento seguro mi Diosa. Apostaría 1000 puñetazos en la cara.
Diosa Laura: Entonces puedes quitarte el antifaz.
Eric obedeció y vio que efectivamente su Diosa estaba feliz porque había sacado el par de color verde claro que le pidió.
Diosa Laura: Bravo! Superaste está prueba, pero te seré sincera, era solo porque son las que voy a usar hoy. La prueba real te la diré cuando termines de ponerme las flats en mis pies. Te dejo el adjetivo a tu elección.
Eric: Enseguida le pongo sus majestuosas flats a sus divinos pies mi Diosa.
Eric le pusó las flats a su Diosa.