Las profundidades de un ser Gris.

Capítulo 4

Anastasia Steele.

Por más que intento controlar esta ansiedad y este frío que me recorre toda la espina dorsal, no puedo explicar que es esta sensación y en la manera que palpita mi corazón.

- Ana la fundación afróntalos juntos realiza este evento cada año y la recaudación cada año es mayor. Dice Max llevando a Phoebe de su mano.

- Te presentaremos a los anfitriones, ellos están muy interesados en conocerte ya que tus libros infantiles son muy solicitados en este país.

Caminamos a la gran mesa donde están los encargados de tan prestigioso evento y mi corazón se detiene al estar frente a frente con quien espere ver esta noche.

¡Mi cincuenta! No puedo creer...

- Buenas noches, señores Grey. Dice Isabella a mi lado.

- Isabella Evans, que placer volver a verla. Dice la señora Grey.

- Grace, esta hermosa como siempre. Dice con dulzura. -Déjeme presentarle a la señora Anastasia Steele, nuestra escritora estrella. Dice Isabella.

- Anastasia, que gusto volver a verte. Dice Grace con cariño.

He perdido la facultad de hablar ¿Por qué no pregunte de quién era este evento?

¡Dios mío!

Ellos verán a mis niños y sabrán toda la verdad.

La mirada penetrante de Christian me quema y solo quiero tomar a mis niños y salir corriendo de todo esto... Pero no puedo y sé que el momento que tanto temía acaba de llegar. Obligo a mi cerebro reaccionar.

- El placer es todo mío, señora Grey. Respondo con voz temblorosa.

- Así que eres la escritora del libro erótico de las que todos hablan y puso de cabeza a Inglaterra con su tema del Sadomasoquismo. Habla una señora rubia de unos 50 años.

- Así es. Dice Max llegando a nosotros con una sonrisa. Y no saben del acoso de hombres que ha tenido que sufrir después de su libro y esperen cuando salgan los dos últimos. Ríe.

- Maximiliano, -le recrimina. -No des primicias. Dice Isabella.

- ¡Oh, mi Dios! Jadea sorprendida Grace.

- Mami, mami... Salgo de mi trance al escuchar la voz de mi pequeña. Siento como todos los ojos se posan en ella... Miro a Grace y su mano la tiene en su pecho con asombro.

Volteo la mirada hacia mi pequeña que me mira frunciendo el ceño esperando por mi atención. Me pongo a su altura y respiro profundo tratando de que no vea mi pánico.

- Dime mi amor. Digo, levanto la mirada hacia Christian, tiene el ceño fruncido y me mira pidiéndome una explicación.

- Recuelda que dijiste que sablía cuando llegala el amol. Dice con inocencia. Todos suspiran por su suave voz y sonrío por sus ocurrencias.

- Sí, princesa lo recuerdo. Colocó un mechón detrás de su orejita. - ¿Por qué lo preguntas? La miro fijamente y juega con sus dedos y sus mejillas sonrojadas. Abro los ojos como platos.

- ¡Oh! Exclama. Mía.

- Phoebe Steele, no me digas que me acabas de cambiar por un americano. Ríe.

- Max, deja a Phoebe que hable. Dice Isabella.

- Si solo tenemos 10 horas en este país y ya no me quiere. Dice fingiendo tristeza.

Mi pequeña coloca un dedo en su barbilla y mira hacia Christian y ladea la cabeza. Suspira y se encamina hacia Max y él se agacha para estar a su altura.