Capítulo 30

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Anastasia Steele

Me aferro a su cuerpo con fuerza temiendo que nunca podría estar de vuelta en ellos. Su calor me reconforta y hace desear no salir de ellos. Los latidos de su corazón van en la misma sintonía que los mios.

Como deseo que esos fuertes brazos me alzaran y me llevarán de regreso donde en verdad pertenezco.

Junto a él.

Sus labios dan pequeños besos en mi cuello que erizan mi piel y desean que esas pequeñas caricias avancen a más.

-Christian. - Gimo. - Ladeando mi cabeza para disfrutar de su caricia.

Ríe con sus labios en mi cuello y una pequeña mordida provoca un fuerte jadeo.

-Eres una descarada, nena. Los años de entrenamiento debieron de enseñarte a controlar tu cuerpo cuando estás conmigo y sobretodo en público y no demostrar lo mucho que puede perturbarte o debilitarte una caricia de mi parte. - Su voz dura me reprende y como castigo recibo una mordida más fuerte.

¡Madre mía!

El Christian dominante reaparece e inevitablemente mi vientre se contrae. Enviando señales a mi entrepierna que siento humedecer y maldigo internamente por ser tan débil bajo sus manos.

Muerdo mis labios con fuerza para no volver a emitir ningún sonido y siento cómo mi interior palpita necesitado de su contacto y mis bragas se humedecen más de lo que estaban.

Sé que lo está haciendo adrede por haber decidido irme. 

-Grey, sé que este es el castigo que has decidido que merezco. -Susurro.

Mis manos se agarran con fuerza de su espalda cuando sus dientes rastrillan la piel de mi cuello.

-No hay castigo, Anastasia. -Ríe con sus hermosos ojos grises oscurecidos por la diversión y pasión. -Solo quiero que desde que subas a ese jet me necesites y solo desees que calme la quemazón que tu cuerpo siente por mí tacto.

Maldito.

-No necesitas torturarme para necesitarte, Christian. Solo con tenerte a mi lado. -Beso su barbilla y suspira. -Solo con eso me hace necesitarte. -Digo con mis ojos fijo en sus labios.

-Es momento de irse, pequeña. -Informa con voz ronca y siento que en cualquier momento romperé en llanto.

Ahora, ¿Cómo le digo que quiero quedarme o que venga con nosotros?

-Se hace tarde y tienes compromisos que cumplir al igual que yo. -Me recuerda al ver que dudo.

Asiento sin poder decir media palabra. Sin poder evitarlo por mis mejillas viajan lágrimas que decidieron no seguir ocultas y demostrar mi deseo a no irme. Sus labios se estampan en los míos y sé que lo hace porque ambos necesitamos sentirnos por última vez.

-Te amo, Christian. -Sollozo.

-Te amo, Anastasia. -Dice antes de apoderarse de mis labios con brusquedad y como lo hacía cuando era un dominante. En este beso me dice que soy suya y que por nada del mundo puedo olvidarlo. Sus dientes atrapan mi labio inferior y su brusquedad me hace gritar.

-Eres mía y eso siquiera tu, Anastasia Steele lo puede cambiar. - habla con voz dura.

-Soy tuya, Christian Grey. Siempre. -Le digo sumisa.

Sonríe de esa manera tan hermosa que me deja sin aliento.

-Ahora ve con nuestros hijos y cuídense mucho. No se separen de sus escoltas.

-No lo haremos. -Le doy un casto beso. -Cuídate y has lo que haces todos los días desde la silla CEO como el amo del universo que eres.

-El mundo de las fusiones y adquisiciones están controlados estando o no estando sentado desde mi silla de CEO. Lo controlo todo, señorita Steele en cualquier lugar que me encuentre. -Eleva su ceja con esa sonrisa que dice que hay más en esas palabras.

Las profundidades de un ser Gris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora