Anastasia Steele
Han pasado cuatro días que salimos del Escala cubierta por el manto del miedo y solo me basto ver cómo el avión dejaba esa ciudad para darme cuento lo estúpida que había sido. No he vuelto a hablar con él desde nuestra interacción en los mensajes. La última vez que escuche su voz fue al llegar y por necedad le pedí que no habláramos hasta mi regreso. Sé que fue lo peor que pude haberle dicho y su voz en ese momento se noto baja y triste.
"Se hará como lo desees, Anastasia. Dile a mis hijos que los amo".
Cerró sin decir más y desde esa noche no he parado de llorar.
Sé que he sido una tonta en mantenme alejada. El miedo que un día decida que no estemos en nuestras vidas me sobrepasa. Sé que cambió y que por nosotros haría lo que fuera. Ahora me arrepiento de todo lo que dije y solo deseo escuchar su voz.
El me ha dado mi espacio y no ha llamado como una manera de respetar mi momento.
Porque nosotros mismos nos complicamos la vida.
La vida nos presentan pruebas que nos llenan de temor y está en nosotros saber, si enfrentarlas o huir y rendirse. Esa decisión es lo que nos hace ver de qué material estamos hecho.
Demostramos nuestras fortalezas o debilidades antes las adversidades.
En mi lugar demostré mi debilidad y ahora me siento tan arrepentida por no haber visto todo lo que él había hecho y a todo lo que había renunciado por estar a nuestro lado.
En su momento sentí mucho miedo y quise huir para proteger a nuestros hijos y sé que ese seria el peor error que hubiese cometido en toda mi vida. Esos ojos grises al ver mi miedo y esos deseos de salir corriendo, se volvieron tormentosos y con una capa de dolor que le hacía sangrar su corazón. En su momento no aceptó mi decisión pero no impidió que me marcara.
Ahora descubro que ese fue el peor error que pude cometer.
No quedarme a su lado.
Mi ser gris permitió que conociera esa parte que tanto se negaba que conocieran de él. Verlo interactuar con nuestros hijos y sentir en el aire ese amor que siente por ellos. Sé que ese mismo amor está en su corazón por mí y por eso decidió protegernos de la mejor manera.
Dejándome marchar.
Una solitaria lágrima recorre por mi mejilla por echarle tanto de menos. Unos pasos hacen levantar la cabeza y ver a mi amiga de ojos alegres verlos tristes al ver mi dolor.
-Anastasia, no me gusta decirte cuando tomas las decisiones equivocadas, pero en esta ocasión no puedo quedarme callada. - Dice Isabella.
-Tenia mucho miedo y solo pensé en poner a salvo a mis hijos. - Sollozo.
-La vida ni los sentimientos son un juego, Anastasia. Las decisiones que tomas no solo les afectan a Christian y a ti. Tus decisiones afectan a tus hijos y en esa montaña rusa que los tienes, no es saludable. Vivieron cuatro años sin su padre y cuando por fin lo tienen y empiezan a conocerse, aprendiendo el uno del otro, por un miedo que solo existe en tu cabeza los separas. - Me reprende.
-Su seguridad es prioridad para mí. - Me justifico.
-Eso no está á discusión. -Me mira con reproche.
-Esa mujer es capaz de todo. -Seco mis lágrimas y la miro sin ocultar mi dolor.
Sé que está no es justificación pero no quería aceptar que fui egoísta.
-Lo sabemos. Anastasia, en el único lugar que estarían más seguros es bajo su protección. Con el hombre que más los ama y ustedes a él. Christian daría su vida por ustedes y no permitiría que nadie se acercara a ustedes y ten plena seguridad que esa mujer lo pensaría dos veces antes de volver a acercarse a ustedes.
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Las profundidades de un ser Gris.
FanficUna tarde gris, la cual que pronosticaba una fuerte lluvia.... Misma lluvia haría que dos corazones se encontrarán... Una penetrante mirada hiciera que su corazón latiera como no lo había hecho jamás... Tanto para ella como para él... Ese día descub...