Las profundidades de un ser Gris.

Saliendo de las profundidades.

Christian Grey

En el paso por esta vida hemos atravesados por momentos buenos, malos, tristes y dolorosos. Que nos han sumergidos por las profundidades de las más obscuras sombras.

Sin poder evitarlo hemos permitidos que esas sombras dominen nuestro diario vivir, hasta el punto en convertirse parte esencial de nuestras vidas.

Esas sombras, sin imaginarnos nos alejarán de nuestros seres queridos, los cuales nos han acompañado desde que tenemos uso de razón. Otros llegan a nuestras vidas y por culpas de las sombras no permitimos que sean parte nuestras y la dejamos partir.

Eso ocurrió cuando apareció ella en mi vida. Esa diosa de ojos azules. Estaba cubierto por las sombras que no fui capaz de darme cuenta la luz que había llegado a mi vida para sacarme de la profundidad en la que me encontraba.

Tuve que pasar por años de dolor. Reprocharme una y otra vez por mi acto de cobardía, por considerarme no merecedor de ese ser lleno de luz y sentirme miserable en su momento por profanar y arrastre a mi mundo de obscuridad.

Creyendo que pagaba alguna condena por haberla llevado a una vida de desdicha, me auto castigaba con recortarla cada día y como rompí su corazón en un instante aquel día.

Ese día que por cobarde la aparte de mi lado. Sufrí amargamente al descubrir que no podía estar sin ella y la había perdido.

Se había ido lejos y no sabía dónde buscarla o había decidido tener un momento de sensatez y dejarla ser feliz, aunque no fuera a mi lado...

Sabía que había obrado mal en el camino de mi vida, pero al parecer hice algo bueno en el y la vida me vio con indulgencia y por ello estaré eternamente agradecido.

No sé qué lo que había hecho, porque recibí la mejor recompensa que podría haber recibido jamás.

Volviéndola a poner en mi camino aquella noche y no sólo a ella.

Permitiéndome enmendar cada uno de mis errores y curar cada unas de esas profundas heridas que le había causado. Disfrutando de los mejores años de mi vida a su lado.

Permitiéndome amarla día a día con tanta intensidad, y sabiendo que cada día vivido a su lado ha valido la pena. Todos esos momentos los volvería a repetir por un millón de años y me sentiría sumamente afortunado por haberla encontrado.

Gracias por haberme permitido ser parte de tu vida y ser yo, quien haya podido escribir la historia más importante de tu vida y por haberme enseñado que siempre hay una razón para sonreír, no importando en los momentos en los que te encuentres.

Siempre debemos arriesgarnos a amar sin miedo a fracasar y pese a que sientas que haya sido un error. Recuerda, de los errores siempre se aprende y serán parte de nuestras vidas ya que de ellos podemos mejorar y poder continuar.

Siempre fuiste mi fortaleza y por eso te amé desde el primer momento y te seguiré amando por toda la eternidad....

Mi queridísima, Anastasia Rose Steele.

Sigo contemplando cómo las olas del mal golpean con fuerza esa roca y así de fuerte golpeaste mi vida.

Toda historia tiene un fin, pero el tuyo y el mío jamás lo tendrás. Solo con cerrar los ojos recordarte y esa historia tendrá una línea que agregar.

Siempre serás el amor más verdadero y me quedarán un millón de años para amarla...

Hoy, mañana y siempre la seguiré amando, Anastasia Grey.

—Estás muy pensativo, Christian. —esa voz hace volver de aquellos recuerdos.

Sonrío, antes de girarme para encontrarme con aquella mirada que ilumina todo a su alrededor, esa que siempre ha provocado que mi cuerpo entero experimente una sensación de plenitud.

—Recordando lo afortunado que soy por tenerte a mi lado después de todos esos obstáculos que en su momento los dos nos dejamos dominar.

La observo ponerse de pie con dificultad y todo gracias al enorme vientre.

—Christian, deja de mirarme como si temieras que pudiera romperme en cualquier momento. —Se queja.

—Nena, solo te observo como la mujer más hermosa de este mundo. —la sostengo en mis brazos cuando llega hacia dónde me encuentro.

—Eso no es cierto, Christian... —Sus ojos se cristalizan.

—Ana, por primera vez estoy disfrutando de la etapa más maravillosa y verte tan hermosa a la espera de nuestro cuarto bebé... —Hace una mueca.

Podría decir que, soy algo de cuidado en cuanto a ese tema se refiere. Lo hago a lo grande. En mi rostro se forma una sonrisa de superioridad que provoca que Anastasia ruede los ojos y emita un bufido de disgusto.

—Bueno... Nuestro quinto bebé. Porque son dos.

Todo fue una sorpresa ya que habíamos estando buscándolos por tres años y fue inútil. Habíamos perdido las esperanzas y dos años más tardes fuimos bendecidos.

—Dos que se mueven más que mis tres traviesas juntos.

—Porque desean estar nosotros y disfrutar de nuestro amor. Te ves hermosa... —Le digo con el deseo recorriendo mi cuerpo.

—Si seguimos así, tendremos nuestro equipo de pelota. —Dice conteniendo la risa.

Suelto una carcajada al ver cómo sus ojos me miran pidiendo atención al igual que yo.

—No me importaría tenerlo. Siempre y cuando sea contigo.

—Como no eres quien le toca llevarlo por nueve meses. Ahora quisiera estar en la cama. —un hermoso puchero aparece.

—Estás preciosa con esa panza que te hace ver más exquisita y muero por despojarte de esa ropa y hacerteel amor como estoy deseando.

—Lo estoy deseando mucho más. —Susurra cerca de mis labios.

—Estoy para complacerla, mi señora Grey —Respondo, en el momento que apoderó de sus labios.

La alzo en mis brazos y camino hacia el interior de la casa para hacerlo que mejor hacemos cuando estamos juntos.... Amarnos.

Puede pasar el tiempo que pase y si amas verdaderamente a tu pareja, esa flama que se encendió desde que sus miradas se cruzaron segura encendida.

Provocando que solo una caricia, gesto o una palabra encienda en llamas la pasión y llevándolos a consumirse en el más intenso amor.

Amor qué día a día los hace más fuertes porque sin imaginarlo se fundieron y se volvieron en un cuerpo, un alma y un mismo corazón, el cual dependen del otro para seguir en el camino.

Eso solo lo hace el verdadero amor y lo hizo conmigo, la inocente y tímida Anastasia Steele.

Mía. Solo mía, señora Grey.

Fin

Las profundidades de un ser Gris, Grey—Steele.

En busca del placer más intenso....