Las profundidades de un ser Gris.

Capítulo 25

Anastasia Steele

El agua caliente me devuelve las energías que había perdido en los brazos de mi cincuentas. Me visto con una falda tubo negra, camisa blanca y zapatos de tacón de aguja negros. Con un sencillo maquillaje y mi pelo suelto y salgo para encontrarme con mis pequeños traviesos, al pasar por el salón se escuchan sus risas.

-Buenos días. -Digo al entrar. -Sus rostros se iluminan y corren hacia mí y los recibo gustosa. -¿Como estás mis amor? Besando sus mejillas.

-Mami, mi habitación es de princesa. -Grita emocionada Phoebe.

-Para una verdadera princesa como tú. -Le sonrió.

-La nuestra es de autos. Dice Teddy. 

-Vamos a verla, mami. -me lleva Chris con él.

Los ojos de Christian están brillando de emoción por haber hecho feliz a sus hijos. Le sonrió y le hago un gesto para que nos acompañe. Caminamos por el pasillo hasta ver las tres habitaciones y sus risas nos hacen reír cuando emito un wow!.

Después de desayunar bajamos juntos y en el estacionamiento nos esperaban un camioneta gris.

-Nena, esta camioneta es de los niños que a partir de este momento estarán escoltados por Ryan, Reynolds y Prescott y tú por Sawyer. 

-Es una exageración un custodio para cada uno, Christian. -Pongo los ojos en blanco por su exageración. 

-No lo es, Anastasia y no quiero discutir por eso ahora ni después. Ryan se encargará de la seguridad de Teddy, Reynolds de la Chris y Prescott de la Phoebe. Me mira con esa mirada que no es negociable. 

-Pero nosotros. -Intento decir. 

-Anastasia, fin de la discusión. -Dice con voz firme. -Ahora déjame enseñarte algo que tengo para ti. 

Me toma de la mano y caminamos seguidos por Taylor y Sawyer. Nos paramos frente a un Audi R8 Blanco y otro dorado de cuatro puertas. 

-Espero que te gusten. Dice sonriendo al ver mi rostro es encajado. 

-Tienes más dinero que sentido común, Christian. -Lo miro fijamente y sus cejas se enmarcan con diversión. 

-Te mostraría ahora mismo que tanto sentido común tengo. -Me atrae hacia el con esa mirada maliciosa y sus labios se unen con los míos en un posesivo beso.

Nos despedimos y se dirige a su oficina mientras que nosotros vamos al hotel por nuestras pertenencias. Los niños no paran de hablar de su hermosa habitación y de todas las cosas que Christian le ha comprado y me cuentan de una habitación de juego que está cerca de su estudio y que me mostraran cuando regresemos. 

Después de ordenar todo y dejar a los niños en lobby con Marly me dispongo a cancelar mi cuenta. Una voz de mujer llama mi atención.

-Anastasia Steele, ¿verdad? -pregunta. Me volteo y encuentro una señora de unos 50 años con expresión de asco al recorrerme por completo. 

-Si. Disculpe pero estoy en desventaja, ¿usted es? Pregunto, mirándola con la barbilla en alto. ¿Quién se cree para hablarme o mirarme de esa manada? 

-Soy Elena Lincoln. No creo que hayas escuchado de mi. Pero solo quiero advertirte que te alejes de Christian y desaparezcas con esos mocosos que quieres acepte. -Dice con arrogancia.

-Se perfectamente quién es usted... "Señora" la pederasta que se aprovechó de un niño y abuso de el. -Sus ojos se abren por la sorpresa. mi cuerpo se enerva por su atrevimiento.