Capítulo 7

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Anastasia Steele.

Llegamos a la mesa de la familia Grey y todos los ojos están puesto sobre Christian y en mí y esa sensación de sentirme analizada la espera de una explicación o excusa me hace sentir incómoda.

- Tranquila nena. Dice Christian en mi oído. Y me recorre unos escalofríos por todo el cuerpo. Me volteo para mirarlo y sonríe satisfecho por la reacción de mi cuerpo.

- Anastasia, querida me gustaría que aceptaran almorzar con nosotros. Dice Grace sonriendo.

- Para nosotros sería un placer. Le devuelvo la sonrisa. Ya no puedo mantenerlos alejados de su familia.

- ¿Te parece bien el lunes? Pregunta emocionada. Miro a Isa y a Max para verificar si no tienen ningún inconveniente y asienten.

- Estaría perfecto.

Camino hacia dónde están mis pequeños dormidos en los brazos de Carrick, Grace y Mía. En brazos de sus abuelos y tía. Pobrecitos están agotados por el viaje y todo lo que jugaron.

- Creo que debemos irnos al hotel. Digo sentándome en mis talones para darle un beso a mis pequeños.

- Se durmieron hace unos minutos y son adorable. Dice Mía. Sonrió.

- Te estaban llamando porque querían irse. Sabes cómo es Chris de sobreprotector y estaba molesto porque te habías quedando hablando con el príncipe de Phoebe. Dice Max.

- Tienes demasiada consentidos a esos niños y eso no está bien. Me reprocha. Ella sabe que me molesta que se meta en cómo educo a mis hijos. -Tienes que trabajarle esa parte ya que tendrás serios problemas cuando decidas tener una relación. Dice Isabella.

- Lo sé, pero no está en mis planes tener una relación y así estamos bien. Digo molesta porque dijo eso de mis niños frente a personas que no lo conocen.

Camino hacia Mía para tomar a Phoebe de sus brazos, pero me paralizo al sentir el aliento de Christian en mi cuello.

- Yo me ocupo. Dice tomando a Phoebe en sus brazos y le da un beso en su cabeza. - Me gustaría llevarlo a su hotel. Dice. Y su tono no es una petición sino una afirmación.

Caminamos el señor Grey y Max hacia donde está el coche de Christian y al lado del SUV que nos espera con su inseparable hombre de confianza. Su leal guardaespaldas Taylor.

Entramos al coche y el silencio no es incómodo y sorprendo a Christian mirar con adoración a nuestros hijos dormir. El trayecto es corto y llegamos al The Fairmont Olympic y nos encaminamos a mi habitación.

- Me gustaría que se hospedaran en mi casa y así podré estar cerca de mis hijos y los pudiera conocer. Dice calmado. Examina mi rostro cuando coloca a Phoebe en la cama.

- No sería buena idea, Christian. Ahora me gustaría darme una ducha y descansar. Me estremezco al sentirlo tan cerca.

- Buenas noches Anastasia, que descanses. Besa mis labios. Mis manos se enredan en su cabello y lo atraigo más a mí para profundizar el beso y lo escucho gruñir.

- Ya es tarde, Christian. Digo buscando el aire en mis pulmones. Es hora de irte. Camino por la habitación para mantener la distancia.

Sus ojos color plomo me mirar con malicia y sonríe al ver que me sonrojo por la intensidad de su mirada.

- Tienes miedo de dejarte llevar por lo que ambos estamos sintiendo en este momento. Lo que ambos deseamos. Acaricia mi mejilla. Todo a su tiempo, Anastasia. Besa mi frente. -Descansa nena. Me guiña un ojo y sonríe de lado.

Abre la puerta de la habitación y saliendo sin mirar atrás y dejándome con un hormigueo recorriendo todo mi cuerpo y con la necesidad de ser amada. ¡Dios! Como lo amo y su cercanía no me ayuda.

Entro a la bañera y el agua tibia me lleva a recuerdos felices. Cierro los ojos recordando cómo me sentía en sus fuertes brazos.

****

Entramos a su habitación besándonos desesperadamente, sus manos fuertes recorren todo mi cuerpo sacando cada prende que lo cubre. Nos entregamos a la pasión y la lujuria que sentimos en estos momentos.

Estamos completamente desnudos. Sus labios viajan por todo mi piel, su inclemente lengua hace círculos por mi entrada torturándome de manera exquisita hasta que se hunde en lo más profundo de mi ser. Haciéndome gritar de manera desesperada.

Juega con mi clítoris, mordiéndolo, chupándolo y siento que ya no puedo más y mis paredes se tensan. Se detiene y en con un solo movimiento me penetra llenándome completamente volviéndome loca.

Abro los ojos y me encontró sola en esta inmensa bañera con muchas ganas de que sus manos, sus labios, lengua y su miembro entrara en mí.

Quiero volver a sentirte, Grey.

Christian Grey

Al llegar al Escala salgo del ascensor y miro a mi alrededor. Que solo s siente este apartamento, pero más que yo. Ahora tengo tres Ángeles que llenarán de risas y felicidad mi triste corazón.

Entro a mi habitación y mis recuerdos se materializan llenándome de un infinito dolor. Cuantos momentos felices viví a tu lado y no tuve el valor de verlo.

El agua tibia me recuerda tanto a ti mi querida Anastasia... Sentir tus labios después de 5 años me ha dejado jodidamente caliente y a la vez feliz. Cierro los ojos y me dejo llevar por el recuerdo de aquella noche que corri a sus brazos como un amantes desesperado.

Sus manos recorren mis hombros hasta llegar a mi corbata sin perder contacto visual, suelta el nudo y tira de ella y sonríe victoriosa. Me pierdo en esos hermosos ojos azules.

Sus manos vuelven hacia los botones de mi camisa y los desabrocha, siguiendo con los gemelos hasta quitarla por completo y deja un húmedo beso en mi cuello...

Se agacha para continuar con el cinturón y baja la bragueta. Sus manos cálidas se sienten un poco temblorosas, pero incluso eso me excita. Mis pantalones caen y veo como relame y muerde sus apetecibles labios mientras observa la parte favorita de mi cuerpo... Levanta sus preciosos ojos para encontrarse con los míos. Tienen ese deseable brillo que me emociona, y sonríe con picardía. Mi cuerpo tiembla cuando pasa su lengua lentamente desde la base hasta mi glande, cierro mis ojos disfrutando las infinitas sensaciones que sólo mi Ana me provoca. Un gutural gruñido se escapa de mi garganta cuando su caliente y dulce boca atrapa mi polla.

Hace magia con su lengua y su labios, demostrandondo que aunque yo siempre tengo el control en ese momento estoy a su merced. Dejándome llevar por lo que ella me provoca y me transporta hasta mi liberación, gritando como un desesperado su nombre en busca de mi liberación.

Abro mis ojos agitado por los espasmos del intenso orgasmo que acabo de tener. Joder, Anastasia has provocado que me de placer.

Quiero volver a sentirte, Steele.

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Yo!!

Las profundidades de un ser Gris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora