Prologo

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PROLOGO

Ronald Weasley plasmo su firma sobre el último documento y sonrió. Se había enfrentado con su peor enemigo: "los deberes" y los había vencido con éxito... al menos por hoy. Se estiro como un gato y se puso de pie, su espalda le dolía horrores y el coxis lo sentía entumecido, tenía la sensación de que las nalgas le habían desaparecido, o como mínimo se habían aplastado, pensó mientras las masajeaba. Lentamente la circulación comenzó a subir pos sus larguiruchas piernas, el cosquilleo característico y luego el dolor, ese que te hace desear que aun permanezcan dormidas.

Mientras se despertaban caminó hacia la ventana, o lo que simulaba ser una ventana y sonrió. Todos y cada uno de los días que había estado recluido ahí había deseado una sola cosa, solo una... una ventana de verdad. Se sentía claustrofóbico en aquella oficina con el espacio justo para convivir con la montaña de expedientes que sepultaba su escritorio, una silla para una visita ocasional, y una pared tapizada de medallas al honor y reconocimientos diversos que no le servían más que para juntar tierra, porque: si ser uno de los más grandes héroes del mundo mágico y uno de los aurores más reconocidos de su generación no le servían para poder tener una ¡MALDITA VENTANA DE VERDAD!, entonces no entendía para que podía servirle tanta estúpida medalla.

El día lucia soleado en la ficticia ventana, aunque él sabía que afuera estaba por oscurecer. Su reloj de pared se había movido de donde decía trabajo y se dirigía hacia donde decía hogar, su dulce, apacible y reconfortante hogar. Suspiro, tan solo con pensar en la suculenta cena que le aguardaba: pastel de carne con patatas asadas, ensalada de verduras acompañado con una jarra de zumo de zanahoria y de postre, una enorme rebanada de pay de arándanos con queso crema, su estómago se estremeció alborotado.

De un solo paso regreso al escritorio y con un golpecito de su varita despacho la pila de pergaminos que comenzaron a flotar alrededor de él para luego salir volando rumbo a su siguiente destino. Quien lo conociera antes jamás habría creído que Ronald Weasley hubiera leído tanto condenado papel, pero lo había hecho, había leído y firmado cada uno de esos documentos otorgándoles con esto su respaldo. Había revisado minuciosamente cada detalle para que ni un punto o coma estuviera fuera de su lugar, porque de estarlo, el precio sería la liberación de algún mago tenebroso por un tecnicismo jurídico. El arduo trabajo de su equipo tirado a la basura por un estúpido detalle, era algo sumamente indignante que no merecían. Eran un gran equipo y su labor no era sencilla, si lo sabría el que había estado alguna vez en sus zapatos, antes de que fuera ascendido a "comandante en jefe".

Si por el fuera seguiría siendo parte de los aurores. Andaría aun tras el rastro de esos desgraciados para luego refundirlos en una cloaca donde merecían estar. No había otra cosa que añorara más que la batalla, la adrenalina fluyendo por sus venas a toda velocidad mientras esquivaba hechizos por los pelos. Aquellos habían sido buenos tiempos, sí señor. Sin embargo todo había quedado como un fugaz recuerdo y una interesante anécdota después de su nombramiento, la razón se encontraba sonriéndole dentro de un marco de plata en una esquina del escritorio. Una castaña y dos chicos pelirrojos que le miraban amorosamente mientras le recordaban por qué estaba ahí, peleando con burócratas y no con magos oscuros, cubierto por expedientes y no por hechizos. Les devolvió la sonrisa y suspiro, valía la pena.

Estaba por salir de ahí cuando una parvada de avioncitos de papel entro en su oficina, revoloteo un instante y se desdoblaron para colocarse uno sobre otro sobre su escritorio hasta cubrirlo nuevamente. Ron se llevó ambas manos a la cara y bufo, tomo su túnica del perchero y la arrojo con fuerza al suelo para luego zapatearle encima con rabia.

-¡Maldita sea!- gruñía cuando un rostro familiar se asomó por la puerta y lo observo divertido.

-¿Ya terminaste? –le pregunto mientras limpiaba su gafas redondas con la túnica.

Amor, Dolor y Esperanza [Dramione] [Romione] [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora