Un Asombroso viaje

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Hermione se encontraba terriblemente deprimida, las constantes publicaciones refiriéndose a lo dichosos y enamorados que se encontraban los integrantes del joven matrimonio Malfoy por la llegada de su primer hijo la tenía devastada; había tenido la estúpida esperanza de que al terminar ese año, el rubio dejaría a Astoria y se quedaría con ella como se lo prometió, que ambos formarían una familia junto con el hijo que esperaban . Pero ahora se daba cuenta que todo era mentira, él no tenía ninguna intención de dejar a su esposa y ella ingenuamente creyó en él.

Estaba tirada en la cama, en pijama sin ganas de levantarse ni por un vaso de agua, sentía que la tristeza la llenaba por dentro, como si una parvada de dementores la rodeara extrayéndole la alegría y las ganas de vivir. Deseaba irse de ahí, desaparecer por completo, olvidarse de quién era y de todo lo que le recordara al causante de todo ese dolor, pero sobretodo, no quería seguir viendo el reproche y la lástima en los ojos de Harry y Ron.

¿Pero a dónde iría? No podía regresar al departamento que Draco fingió comprar para ella, volver al suyo sería muy peligroso, y tristemente se dió cuenta que no tenía donde vivir, el huracán llamado Draco Malfoy se había llevado todo a su paso y su vida tal como la conocía, jamás volvería a ser la misma.

Lo de menos sería regresar al mundo muggle, pero tampoco tenía un trabajo con que mantenerse y, dada su situación actual, le sería más difícil conseguir uno. Siempre fue una mujer precavida y tenía algunos ahorros, pero estaba segura que no serían suficientes para vivir un año, y cuando naciera su hijo ¿Qué iba a hacer? Eso tal vez dependería de que tan parecido fuera con su padre porque, de lo contrario, sería imposible ocultar su linaje.

Tal vez irse al otro lado del mundo sería lo mejor, irse junto con su hijo y olvidarse de todo para empezar de cero. Pero ¿Y si fueran verdad las sospechas de Ron y los ataques que había sufrido venían de la familia Malfoy? Entonces no habría lugar en la tierra para ellos en donde estar seguros y con lo inestable que se había vuelto su magia últimamente, dependía totalmente de sus amigos para darle seguridad a su hijo.

—Tranquilo mi amor, mami no dejará que te hagan daño —dijo acariciando con una mano su pequeño vientre mientras con la otra enjugaba las lágrimas que derramaban sus hinchados ojos.

Escuchó que alguien entraba al departamento. No quería ver a nadie, de inmediato cerró la puerta y colocó un hechizo de protección, no se sentía con la fuerza para soportar el silencioso reproche en los ojos de Ron, estaba harta de sentir como todos le echaban en cara el haber sido tan estúpidamente terca al haberse aferrado a una relación que no tenía futuro, al haber hecho oídos sordos cuando le decían que todo terminaría irremediablemente y la única que sufriría sería ella. Pues bien, todo había terminado como ellos lo baticinaron y estaba hecha pedazos por dentro, le dolía respirar, despertar cada día sin él y sentir una soledad que le calaba hasta los huesos y por más que ellos trataran de evitar cualquier comentario al respecto, sus gestos y actitudes lo hacían evidente para ella.

Unos golpes llamaron a su puerta, pero ella se fingió dormida con la esperanza de que el otro desistiera y se marchara. Eso no sucedió.

—Hermione sé que estás despierta, ábreme por favor —oyó la voz de Ron desde el otro lado. Ella simplemente se envolvió en las mantas como si fuera un capullo y se dispuso a ignorarlo. El insistió—. Sabes que puedo desactivar cualquier hechizo que hayas puesto, así que por favor ahorrémonos esto. —Ella simplemente torció la boca sabiendo que era verdad, podía ser una bruja extraordinaria, pero Ron era un Auror, desactivar hechizos de cierre era parte de su trabajo, aun así se obstino en ignorarlo—. ¿Vas a abrir la puerta o te juro que lanzare una bombarda y no importara que se enteren los vecinos?

Amor, Dolor y Esperanza [Dramione] [Romione] [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora