¿Pain?

7

¡Hola!
Bueno... sólo quiero decir que...
¡OMG!
No pensé que mi historia llegaría a tantas lecturas, que tendría 94 votos y que la agregarían a sus listas de lectura.
Me hacen muy feliz.
Muchas gracias.
Y como agradecimiento les traigo el capítulo siete, también tengo una explicación del porqué tarde tanto: en realidad, se me rompió el teléfono donde escribía los capítulos y estuve como un mes con un teléfono con la pantalla oscurecida que sólo me servía para escuchar música. Además, redescubrí mi amor por los youtubers, los videojuegos y el anime y me perdí... ¡pero ya volví!
Así que, sin más dilación les traigo el capítulo:

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Mabel no sabía que pensar, ya le dolía la cabeza y el color rosa fluorescente de su suéter no ayudaba en lo más mínimo. Quería llorar, Dipper lo noto pero cuando iba a intervenir Bill lo paró agarrándolo del hombro para hacer un gesto con la cabeza diciéndole que lo dejara.

- Pero...- Bill lo interrumpió con un beso en los labios, consiguiendo que Dipper se sonrojara con fuerza una vez que se separaron.

- Lo mejor será que la dejes pensarlo, no se que habrá hecho Noroeste pero es algo de ellas.

Volvió a besarlo, hasta ese momento -una semana después de iniciar su noviazgo- sus besos no habían avanzado más allá de un roce de labios a veces más largos y otras veces más cortos. Dipper estaba bien con ello, más bien su parte racional estaba bien con ello porque sus hormonas querían mucho más. Bill también se estaba controlando, Stan vivía burlandose de él mientras que Ford lo amenazaba con asesinarlo si tocaba a su sobrino.

- Esta bien...- suspiró con fuerza, mirando el escalón debajo de él y sonrojándose al darse cuenta de que estaban en el primer escalón de la escalera que iba al piso de abajo- pero si ella me pide ayuda no me negaré.

- Yo no dije eso, Pino.

Bill sonrió de medio lado para después besarle la frente a Dipper, el cual sonrió enternecido.

¿Quién hubiera imaginado que el demonio mas poderoso de todas las dimensiones se iría a enamorar de un humano cualquiera? El castaño se preguntaba si el rubio lo habría pensado también, como se sentiría al respecto y si en realidad lo quería tanto como para olvidar su forma de ser.

- Vuelve de las nubes, Pino.

La sonrisa sarcástica y la pose de superior de Bill le hizo saber que quizás no había dejado ir toda su antigua forma de ser: el sarcasmo todavía estaba ahí. Negó fingiendo estar enojado, acomodándose la gorra con el pino en medio en el proceso y empujando ligeramente a su novio una vez que paso a su lado.

- Hey, Pines.

- ¿Si, Cipher?

- Vamos al cuarto.

- Flojo.

Y ambos volvieron a subir, acostándose ambos en la misma cama. Dipper se acomodó mejor para apoyar su cabeza sobre el pecho de Bill, el cual comenzó a acariciar el cabello castaño de su novio.

En ese momento relajante estaban cuando el rubio sintió una mano acariciar su entrepierna despacio, explorando el terreno.

- Oye, no juegues con fuego Pino.

Dipper no contestó, sólo siguió en lo que estaba metiendo la mano dentro de la bermuda holgada y el bóxer de Bill. El ex demonio cerro los ojos al sentirlo, la sensación era la misma de cuando el mismo lo hacía pero había algo extra que le hacía sentir más placer. En un momento tomó al castaño de los hombros y lo coloco a la misma altura que él para besarlo.