El amor. Es hermoso, llega cuando menos te lo esperas.
Al principio no lo aceptas, pero cuando lo haces, el universo se encargará que nunca lo consigas.
Te llagaran montones de sentimientos; aveces te controlan, aveces te traicionan y no puede...
Pit se despertó con los rayos del sol y el sonido de las aves. Se estiró acompañándolo un gran bostezo madrugador. Después de unos segundos hizo una sonrisa de oreja a oreja , pues lo único en lo que podía pensar era levantarse e irse a las termas. Corrió hacia ella y se dio un súper chapuzón el cuál inmediatamente se arrepintió por que toda el agua empapó el lugar. —Nada mejor que un corto baño caliente para despertar al cuerpo —dijo mientras salía de su habitación y todos los icarios estaban patrullando y entrenando como la rutina diaria. En eso una icario se le acercó y le preguntó lo ordinario. —Buenos días capitán Pit, ¿qué se le apetece desayunar hoy? La verdad, él no tenía ninguna idea— Lo que sea, enserio me como lo que ustedes quieran preparar. —¿Qué le parece si le preparo hot cakes? —preguntó ella con una sonrisa. —¡Sí! —dijo devolviéndole el gesto y asintiendo con la cabeza. La chica se dio la vuelta hacia la cocina, Pit también hizo lo mismo pero rumbo a la central. Caminando una voz rebotó en su cabeza— Bueno días Pit —era Viridi. —Hola —le contestó solamente. —¿Todo bien por ahí? —Perfecto —seguió caminando —¿por qué preguntas? —Solo por curiosidad, y si necesitas algo —ella sabia que el castaño no entendería así que prosiguió—. Mandaré a Dark Pit a una misión, te dejaremos unas cuantas horas solo. —De acuerdo entonces, gracias por avisarme —"unas cuantas horas cuidando solo el Templo, yo creo que soy lo bastante responsable como para hacer eso". La voz de Viridi desapareció para cuando él llegara a la central. —Su desayuno señor —era la icaria mesera cargando una torre de hot cakes recién hechos ¡se veían deliciosos!
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—¿Listo Dark Pit? —preguntó con entusiasmo la diosa. —Tú sabes que sí —respondió el ángel de cabello negro para calmarla un poco. Corrió hacia la luz y saltó con todas sus fuerzas— ¿Cuál es la misión de hoy? —preguntó tan rápido como empezó a volar. —Pues, algunos de los monstruos del inframundo han aparecido, tengo lo teoría de que Medusa ha vuelto. —¿La teoría? —Por eso te estoy enviando, ¡a investigar! —dijo con un tono de obviedad. De la nada el cielo se tornó oscuro y de la neblina salieron monstruos que cualquiera reconocería que son del infierno. —Vaya, vaya, vaya. Miren quien esta aquí. Esa voz, ellos la reconocerían en cualquier lado, esa parlanchina voz femenina... —Pandora. —¿Me extrañaste? —preguntó la mencionada coqueteando. El ángel de la oscuridad rió como si fuera una muy buena broma, pero hizo muy notable lo falso que era la risa—. Bueno... da igual. Tengo un regalote para tí —después de decir esas palabras, una grande cantidad de oleadas de estos monstruos se aparecieron pasando entre las nubes. —¿Qué clase de sucio juego es estas jugando ahora? —preguntó Viridi enojada. —A la distracción cariño~ —contestó la otra diosa con una voz feliz como si acabará de poder revelar el chiste más gracioso que llevaba guardado en su boca. —¿Distracción? —preguntó ahora el de alas negras. —Oh oh... —dijo Viridi preocupada— ¡Pandora realmente va atacar el Reino de la luz!
