✧Cαρíтυℓσ 7: Cєитєℓℓαѕ✧

717 65 6
                                    

    El ángel blanco intentaba procesar todo paso por paso. Nunca había pensado sobre eso jamás, para él todo le había llegado súper rápido, como un anuncio que choca toda la promoción en aquellos 5 segundos que poseen antes de que la persona pueda omitirlo.
   —Todavía no lo entiendo, ¿por qué me cuentas todo esto? —preguntó el chico, suspirando.
   —Pit, no sé si lo sabías pero, estoy muy desesperada. Tengo que hacer lo que sea necesario, incluyendo que te lo pida por las buenas.
   Él miró a su plato, buscando algo más que meter en su boca hambrienta todavía, pero ya se había acabado toda la comida.
   Afortunadamente para el ángel, Pandora supo lo que quería, tronó los dedos y otro sándwich apareció. Inmediatamente él se lo llevó todo a la boca.
   —Tenias mucha hambre—rió la diosa.
   —Gracias a ti —le respondió culpándola aún con la boca llena. Después de tragar, él decidió aclarar varias cosas—. ¿Qué querías conmigo? ¿Para qué me necesitabas?
   —Como ya te había dicho, voy a ofrecer tu alma. Pero no lo mal entiendas, no vas a morir, ni saldrá de tu cuerpo. Es un poco complicado de explicar... —le dijo, intentando buscar las palabras.
   —¿Qué hay detrás de la supuesta puerta? —Pit dejó de comer el segundo sándwich.
   Le miró un momento, pensativa. Pues ella no estaba muy segura que fuera el momento ideal para contarle, tenía que esforzarse para no arruinar el plan siendo muy acertiva en todo lo que hiciera.
   —Una manera de entrar y salir de Tártaro —por fin le rebeló.
   —¿Tártaro? —ese nombre el capitán ya lo había escuchado pero no sabía nada de aquel lugar.
   —Donde esta encerrada Eris, la anterior diosa del caos. Y también varias de sus creaciones... Como los Chaos Kins...
   —Pero el está muerto. Yo lo maté.
   —¿Y qué? ¿Los demás no pueden ser un problema?— Le preguntó—. Bueno de todas formas —continuó haciendo parecer que los Chaos Kins no eran gran cosa—, encontré aquella puerta, y decidí en vez de buscar almas por toda la eternidad sacarla por un portal.
   Pit lo reflexionó muy bien, Eris era la diosa del caos "antigua", y fue encerrada, si es liberada todo terminaría muy mal. No por ninguna razón está encerrada.
   —¿Por qué quieres liberar a Eris? —le preguntó el ángel— Sé que hicieron un trato y eso pero... Dejarías de ser la diosa del caos ¿no? Además, ya tienes todo el poder que necesitas —le dijo con intención de cambiarle sus pensamientos.
   —Nunca lo haría, es como la lealtad que le tienes a Palutena, yo le tengo esa misma lealtad a Eris. Y haré todo lo que sea para liberarla.

   —¿Ya saben dónde está? —preguntó Viridi en cuanto Dark Pit empezó a volar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   —¿Ya saben dónde está? —preguntó Viridi en cuanto Dark Pit empezó a volar.
   —Así es —le respondió la diosa de la luz con toda la energía positiva del mundo. Y al parecer, él chico de cabello negro también estaba emocionado. Estaba esperando con ansias patearle el trasero a Pandora.
   Un ambiente sombrío se presentó cuando Pittoo vio el edificio donde estaba Pit, realmente se veía mucho más grande en la vida real que en la esfera de cristal. En eso todos y cada uno de los monstruos se dieron cuenta que el ángel negro estaba ahí y se lanzaron para atacarle, algo que no fue un problema tan complicado para el de apariencia adolescente quien los esquivó rápidamente.
   Empezó a disparar a todos lados como un loco, pues había tantas criaturas que no importaba a donde disparara, siempre le daba a alguno.
   —¡Eso es! —gritó Viridi de la emoción. Dark Pit ya había acabado con más de la mitad de ellos.
   —Oh oh —Palutena balbució.
   —¿Qué pasa ahora?
   —Pittoo, mira detrás de ti —la obedeció, y pudo observar que detrás de él estaba un gran portal en dónde no dejaban de salir monstruos, como 15 a la vez. El portal brillaba un azul, y hacía sonidos de portales cada vez que salía un individuo de él.
   —¡No puede ser! ¡Así nunca terminaré! —se quejó el ángel pero siguió disparando como antes lo hacía. Entonces,  otra preocupación se le vino a la mente, como un rayo de luz— ¿Cuánto tiempo de vuelo me queda?
   —¡Oh si! —recordó la diosa de la naturaleza — Como 2 minutos...
   —Si seguimos así, tendré que combatir en tierra. Pero no podemos darme ese lujo, en tierra jamás destruiré el portal.
   Al parecer, la suerte estaba de nuestro lado. El portal comenzó a hacer ruidos extraños y de la nada desapareció lentamente, ¡puf!
   —¡Listo!- río una vos familiar.
   —¡Por fin llegas! —de alguna manera agradeció Viridi, pero a mi parecer fue más un reclamó.
   En eso Phosphora voló justo al lado de Pittooey.
   —¡Justo a tiempo como siempre! —se giró hacía él— Espero que me hallas guardado un poco de diversión —río con espíritu de guerra.
   —Claro, aquí hay mucha dónde buscar —le devolvió la sonrisa.
   —¡Dark, ya no hay tiempo! ¡Sólo un minuto te queda!
   Phosphora sacudió la cabeza.
   —No te procupes tanto, yo me encargaré de esto. Tú ve a terminar tu misión
   —Tiene razón Pitto —mencionó Palutena.
   —Esta bien, gracias Phos —después de eso, fue con toda su rapidez a la puerta del edificio.

   —Esta bien, gracias Phos —después de eso, fue con toda su rapidez a la puerta del edificio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   Pandora tenía clavado sus ojos en Pit, tal ves buscando su reacción o alguna respuesta. Pero no sé lo que exactamente quería de el chico.
   —Angelito, ellos están aquí —dijo sin apartar la vista.
   —¿Eh?
   —¡Pues tu diosa! ¡¿Quién más?! —dió un gran suspiró y el castaño decidió seguirle su mirada hacia la ventana detrás de ambos.
   Estaba pasando una inmensa pelea, demasiados monstruos como para ver el paisaje. En un momento se sintió algo estúpido de no haberse dado cuenta antes, pero luego dejó de pensar así por que no podía oír nada de aquel caos. Pero algo se distinguía entre todo aquello, una luz centelleante.
   —¿Phosphora? —Pit intentó observarla con más claridad, pero no fue de mucha ayuda, aunque él estaba seguro de que era ella.
Se le iluminaron los ojos de solo pensar que podía salir de ahí. Esa idea fue de 4 segundos cuando Pandora lo tomó por la camisa negra jalándolo.
   —Nos vamos —le ordenó. En eso se la quitó de encima.
   —Jamás —se paró frente a frente con la diosa—. Olvídalo, no me iré a ningún lado contigo —le respondió mientras se ponía listo para pelear—. Estas loca si piensas que te voy a ayudar a sacar a esa tal "Eris"
   Él ángel esperaba que atacara sinceramente, pero ella no hizo más que cruzarse de brazos y asentir.
   —Creo que tendré que usar la idea de torturar a niños de nuevo...
   Esta ves fue el chico alado quién atacó, aún sin armas estaba dispuesto a derrotarla y acabar con esto. Ella se teletransportó detrás de suyo y patió su pierna derecha y eso hizo que cayera al suelo.
   —Auch —se limitó a decir.
   Ella no atacó, se le quedó viendo mientras él se paraba.
   —Esto va hacer muy complicado, ¿no es así? —le miró con algo de pena—. Tal ves, yo no soy la persona indicada para convencerte —se dijo a ella misma.
   Tronó sus dedos y desapareció como todo un ninja, él en cambió, para su mala suerte seguía ahí.
   —¡Pit! —alguien le llamó por detrás.
   Se dió la vuelta para ver la figura de Pitto.

✧Lα ρυєятα нαcια Táятαяσ {Pιт χ Dαяк Pιт} ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora