Prólogo

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-¿Me puedes decir que es este extraño aparato?- cuestionó mientras lo observaba y es que nunca había visto uno de esos en su vida y aunque sabía que ese cable se tenía que conectar a algo llamado corriente eléctrica, no se imaginaba qué podía hacer.

-Es un secador de cabello-

-¿Secador de cabello?-

Asintió –te mostraré- se lo quitó de las manos, lo conectó y lo encendió en el primer nivel, escuchando el sonido que hacía cuando comenzaba a echar aire y vio la sonrisa boba del mayor, ¿quién diablos parecía tan maravillado por algo tan estúpido? Bueno, supuso que era cosa de su mundo.

-¿Puedo intentarlo?-

Incluso la pregunta sonaba estúpida, no es como que estuvieran preparando algo o tratando de conducir un auto.

Escuchó a Yesung soltar una risita cuando encendió el secador echándose aire en el rostro por accidente y lo apagó para volverlo a encender una vez que lo tomó mejor para luego apuntarlo hacia el –no te alejes, quiero secar tu cabello-

-Mi cabello ya está seco-

-Entonces deberías bañarte para poder secártelo-

-Hyung-

-¿Por favor?, mi pareja de unión de almas lo haría- murmuró con un pequeño puchero en los labios.

-Te dije que aquí las personas le llaman matrimonio-

-¿Entonces lo harás?-

-No- respondió y luego rodó los ojos soltando un suspiro al notar su mirada –si tanto deseas secar algo puedes usar el secador para secar la toalla de baño-

-Pensé que habías dicho que era un secador de cabello-

-¡Agh!- soltó frustrado –que las cosas digan que son para algo no significa que pueda ser para lo único que sirvan-

-Ooh...- murmuró con asombró.

-Por ejemplo, esta toalla que tenemos aquí- dijo acercándose a uno de los armarios para sacar una.

-Ajá-

-Sirve para secar tu cuerpo y cabello después de que tomas una ducha o un baño, pero también puedes enrollarla y usarla para golpear a alguien, en especial cuando está húmeda y la usas como si fuera alguna clase de látigo-

-No creo que eso esté bien, en mi mundo está prohibido lastimarse unos a otros-

-No lo vas a lastimar de verdad, solo... solo lo vas a sorprender- mintió.

-Creo que entiendo- respondió luego de quedarse pensativo un momento –las camas son para dormir, pero también sirven para hacer el amor con tu pareja, ¿verdad?- soltó con inocencia haciendo sonrojar al menor –al igual que la tina, sirve para limpiarte pero también sirve para hacer el amor-

-Hyung-

-El piso también, es para caminar pero una vez hicimos el amor ahí cuando todavía no habías cumplido 18 años ¿verdad?- soltó luego de recordar aquello sucedido hace poco más de unos 3 años atrás.

-¿Por qué solo hablas de sexo?-

-¿Sexo?-

-Hacer el amor, el ritual dorado...- comenzó a enumerar para que lo entendiera.

-Ah, ya entiendo- dijo con una pequeña sonrisa –solo estaba tratando de pensar como Kyuhyun-ah y encontrar otros usos para las cosas... entonces, ¿puedo secar tu cabello?-

-Haz lo que quieras- dijo rindiéndose y Yesung solo sonrió de forma brillante para acercarse con el secador de cabello; sin dudas un día de esos iba a volverse loco, en especial porque no era una persona muy paciente y el moreno parecía un niño de tres años descubriendo el mundo.

Solo esperaba que nadie descubriera que estaba casado y que bueno, su pareja no era precisamente una chica y que no era de ese mundo, ¿qué tan difícil podía ser?

-Kyu-ah, el secador también tiene aire frío-

Está bien, tal vez si sería un poco difícil.   

Only One Kiss {KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora