Había vivido dos meses en el mundo humano por una misión, pero luego de visitar un lugar llamado "registro civil" a su regreso y unir su vida a un sujeto embaucador un día, su vida parecía tornarse un poco complicada y es que ¿cómo acostumbrarse a u...
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A Yesung le pareció raro que la puerta de la habitación estuviera cerrada, pero asumió que se debía a que Kyuhyun se había dormido y no quería que el ruido lo despertara, pero se sintió confundido al ver al menor en la cama voltearlo a mirar con una expresión que no le conocía. El castaño no era del tipo que hacía expresiones lindas, sino que lo demostraba con acciones porque el comportamiento tierno e infantil no iba con él, así que se sintió mucho más confundido que al inicio, en especial cuando este le sonrió de forma apenada al tiempo que comenzaba a desabrochar su camisa.
Para alguien como Yesung no era extraño escuchar sobre duendes, hadas y espíritus animales tomando forma visible luego de abandonar el cuerpo de sus protegidos, pero se había sorprendido cuando su pareja había dicho algo como "hagamos un bebé", cabe aclarar que la reproducción no era ajena a su raza porque todos los organismos vivientes llegaban a realizar ese proceso y aunque en su mundo no fuera extraño que dos integrantes con la misma fisionomía sexual se unieran y formaran una familia, escucharlo venir de Kyuhyun le había tomado por sorpresa.
Le había parecido extraño ver a su esposo con aquella mirada nublada y su ser pidiéndole de forma poco sutil que se unieran bajo el ritual dorado, pero fue cosa de un momento notar lo que ocurría, por ello había tenido que usar sus poderes para empujarlo hacia la cama y hacer que las sábanas le atraparan porque temía que pudiera hacerle daño si le apartaba de forma brusca al no poder alejarlo de él.
-Hyung...- se quejó con voz lastimera pero Yesung no se dejó embaucar por sus engaños porque a pesar de que se sintiera tentado notó que parecía estar bajo alguna clase de encantamiento.
-Lo siento, pero es por tu bien-
Dudaba que a Kyuhyun le gustara estar bajo la regadera con agua fría cayéndole encima, en especial si estaba vestido y una sábana estaba alrededor de su pecho imposibilitándole el movimiento para evitar que huyera, pero era eso o sucumbir a sus demandas y dudaba que eso último trajera algo bueno cuando estaba fuera de sí -o al menos eso se decía para no verse tentado por su atrevimiento-.
-Si atrapo un resfriado será tu culpa, hyung- se quejó.
-El clima no es inconveniente- dijo al recordar que el clima no estaba frío como para que aquello pudiera causarle alguna enfermedad humana -además necesitaba hacerlo, ¿sabes que lo que bebiste era uno de los ingredientes para hacer una poción para procrear? Te bebiste toda la pócima de "deseo", incluso para alguien de mi mundo es peligroso, ¿por qué fuiste tan imprudente?- lo reprendió mientras terminaba de secar con una toalla los cabellos de su menor sentado en la cama.
