Capítulo 7 "Tropiezos mágicos"

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-Preséntate- escuchó que dijo su profesor y enarcó una ceja.

-Mi nombre es... Ye... Kim Jongwoon y tengo 24,003 años- dijo y se escucharon un par de risas.

-No solo es guapo, también es divertido- escuchó que se secretearon un par de compañeras que estaban cerca de su asiento.

-Puede sentarse...- apenas había dicho el profesor cuando los ojos del moreno encontraron a alguien conocido -¡Kyuhyun-ah!- gritó con una sonrisa de oreja a oreja provocando que los estudiantes voltearan a ver al castaño sentado en la parte del fondo y es que no había esperado encontrarlo tan pronto.

-¿Conoce al estudiante Cho?- preguntó confundido el profesor.

-Por supuesto, es mí...-

-¡Amigo!- respondió con una sonrisa estúpida en la cara sin saber qué carajos hacer en ese momento al ver al pelinegro ahí.


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Amigo...

Una simple palabra que podía mandarle al infierno ese día, si, al infierno y es que si negabas el matrimonio que tenías con alguien en su propia cara era posible que ni las llamas del infierno fueran capaces de detener a la otra parte para encontrarte –para asesinarte- y cuando vio la expresión confundida de Yesung se dio cuenta de que tal vez, solo tal vez, por primera vez este quiso exterminar una vida mortal cuando era un hombre pacifista que no aprobaba la violencia.

Las miradas siguieron al pelinegro como si se trataran de girasoles buscando el sol y Kyuhyun tragó duro porque no sabía qué era peor en ese momento, saber que todos parecían hombres en el desierto observando el único vaso de agua que existía a miles de kilómetros de distancia o ver la sonrisa del pelinegro borrarse por sus palabras haciéndole desear desaparecer en ese momento.

-Puedes sentarte aquí si quieres- ofreció una rubia de nombre Taeyeon cuando vio al moreno acercarse en su dirección.

-Espera Yeon...- intentó hablar Kyuhyun para persuadirla pero esta ya había tomado sus cosas para cederle el asiento a Yesung.

-¿Está segura señorita?- preguntó con ingenuidad y esta solo sonrió.

-Por supuesto, si eres amigo de Kyunie oppa entonces es mejor que estén juntos o ¿no?-

-Oh, muchas gracias entonces- hizo una venia leve y tomó asiento mientras una de sus amigas le susurraba un "¿que no se supone que estabas saliendo con Baekhyun?", aunque cínicamente ella tampoco había podido apartar la mirada del moreno.

-¿Podemos regresar a la clase ya?- se escuchó la voz malhumorada del profesor al ver el revuelo en el aula –digo, si al joven Kim no le importa- carraspeó y cuando este negó sonrió torpemente para reanudar su enseñanza.

Kyuhyun no quería mirar a su derecha, podía sentir la mirada penetrante del mayor casi haciéndole un hoyo en la cara, pero temía las consecuencias de sus palabras, además de que su cabeza en ese momento estaba hecha una maraña y es que ni en sus más terribles pesadillas se imaginó a Yesung, el sujeto raro que venía de otro mundo con el que se había desposado estuviera tomando clases en la universidad, ¡debía ser una jodida broma!, pero la cara de sus compañeros e incluso el nerviosismo del profesor de historia –ese hombre que no mostraba piedad aunque se tratara del papa sosteniendo al perrito más tierno del mundo- delataban la presencia de su moreno marido.

Iba a tener un paro cardiaco ese día de seguro.

-¿Por qué me llamaste "amigo"?- preguntó con un puchero en los labios y pudo escuchar los chillidos amortiguados de varias de sus compañeras al tratar de no armar alboroto por sus gestos y cuando lo miró se sintió un cretino.

-Porque a mi edad no es común estar... casado y menos con... un...- ¿por qué la expresión de Yesung volvía todo más complicado de lo que ya era? –Con un hombre- dijo lo más bajo que pudo para que el resto no lo escuchara o estaba seguro que se haría más escándalo que cuando Sungmin y Ryeowook supieron que estaba saliendo con el pelinegro.

-Ah...- soltó desanimado -¿entonces lo que hice estuvo mal?- cuestionó refiriéndose al hecho de haberlo llevado a ese lugar para que se casara con él.

-No hyung, por supuesto que no- se apresuró a decir y no se dio cuenta en qué momento se había levantado de su asiento hasta que notó que todos le miraban reprobatoriamente como diciendo que era la persona más vil sobre la faz de la Tierra por haber hecho que Yesung dejara de sonreír –es un malentendido- explicó, pero eso no funcionó hasta que el mayor dijo que no sucedía nada, entonces aquellas miradas que parecían querer volarle la cabeza se volvieron dulces e inocentes.

Al parecer si Yesung no lo mataba el resto lo haría.

-No tiene nada de malo, pero sería mejor mantenerlo en secreto, ¿si?-

-¿Y Kyuhyun-ah no se enojará porque vine a la universidad sin avisar?- el castaño asintió sin preguntarse si había sido solo un chantaje y Yesung sonrió –entonces será un secreto- respondió cual niño sin saber que su pareja sentía su ritmo cardiaco hacer estragos en su cuerpo luego de casi desaparecer por completo y aunque había creído que lo sorprendería en otro momento, admitía que había sido agradable convertirse en lo que llamaban "compañero de clase" del menor, de seguro la diosa del amor había conspirado a su favor para que estuviera junto a su otra mitad incluso ahí.

Por primera vez en su vida Kyuhyun sintió que conocía lo que era ser torturado psicológicamente en una clase y aunque en algún momento de su vida había pasado por torturas en estas, esa superaba con creces todas aquellas y no creía que algo pudiera superarlo salvo ver a uno de los nuevos acechadores de Yesung besándolo, acercándose demasiado, hablando con él muy cerca, mirándolo... tal vez simplemente respirando su mismo oxígeno.

No era celoso cabe aclarar, es solo que encontraba un tanto molesto que todos miraran a Yesung como idiotas, en especial porque no era el único sujeto en la universidad, había como diez mil de ellos, pero no, tenían que mirar precisamente al que estaba casado con él. Con Sungmin y Ryeowook lo dejó pasar porque eran sus amigos y se sentiría mal de ver a los padres de estos llorar por su pérdida si los asesinaba, pero el resto no le importaban un comino.

-Kyuhyun-ah- escuchó que le llamaban y salió de sus pensamientos criminales para encontrarse con un par de ojos negros que le miraban expectantes; había olvidado que la clase había terminado y hasta hace un momento estaba hablando con Yesung –te veías muy feliz, ¿en qué pensabas?- cuestionó con una pequeña sonrisa.

-Pensaba en cachorritos hyung- mentira más patética no podía haber, pero no podía decirle al único ser que creía que era bueno e inocente que estaba sonriendo al imaginar cómo iba a torturar y deshacerse de unos cuantos estudiantes si se atrevían a acercársele mucho.

Yesung recordó a Kkoming y Melo y esperó por su sanidad mental que toda la comida que les había dejado fuera suficiente para que sobrevivieran hasta que regresara; esperaba que un saco de ese alimento especial fuera suficiente por esas horas.

-Eso es bueno- comentó feliz de que su menor pareciera más contento –iré a la siguiente clase, ¡ya quiero ir a filosofía!- y Kyuhyun se dio cuenta de que tal vez se había casado con un nerd mágico, no es como que él no hubiera sido catalogado como tal por su gusto por las matemáticas y los videojuegos, ser antisocial y esas cosas, pero qué más daba, Yesung tenía muchas buenas cualidades, excepto esa que procuraba no causarle infartos.

Yesung le había dicho que había pasado algunos días investigando en la computadora el asunto de la universidad –a sus espaldas por supuesto- y había aprendido todo sobre ella –aunque lo dudaba- y aunque no quiso decirle cómo exactamente entraba cuando el semestre ya estaba tan avanzado, asumió que alguna cosa tenía que ver con el uso de magia.

No estaba seguro sobre el asunto de dejarlo a su suerte en un lugar tan grande cuando todos parecían voltear a mirarlo cuando caminaba, pero de alguna forma Yesung se las había apañado para convencerlo de que estaría bien y quizás solo decidió confiar en él por esa ocasión, en especial porque nunca lo había visto tan feliz por algo, excepto ese día que se casaron aunque no tenía idea de lo que estaba haciendo al llenar las hojas con información por el asunto de la legalidad.

Kyuhyun había ido a uno de los baños cerca del área antes de ir a su siguiente clase y se mojó un poco la cara para intentar de alguna forma despejar su mente sobre lo sucedido esa mañana pero no esperó que cuando elevara la mirada estaría alguien detrás de él.

-¿Por qué todos parecen empeñados en causarme un paro cardiaco este día?- se quejó con su diestra sobre el pecho y es que no había podido evitar soltar una maldición al asustarse por ver a alguien que no estaba ahí un segundo antes aparecer en el espejo tal y como sucedía en las películas de terror.

-¿Ves mi cara?- cuestionó usando su dedo índice para señalar dicha parte -¿acaso crees que me importa?-

-Cállate, ¿qué haces aquí Luna?- dijo mezquino y no se refería precisamente al hecho de que estuviera dentro del baño de hombres.

-Lanu- le corrigió, odiaba que el sujeto no le pudiera diferenciar a esas alturas -vengo por órdenes reales o en otras palabra, porque el anciano sonriente tiene complejo de mamá gallina y me pidió que preguntara para saber cómo estaba "arma mortal"- Luna era demasiado buena así que Teuk pensó que se distraería con cualquier cosa y no sería buena tratando con alguien como Kyuhyun, así que le pidió el favor a ella como si le interesara hacer su trabajo, pero visitar el mundo mortal y ver a Yesung no parecía tan malo, en especial porque le había tomado cariño al pelinegro, algo raro siendo que su personalidad no era muy afectiva.

-¿Arma mortal?- preguntó sin entender a lo que se refería.

-¿Acaso crees que soy estúpida? Supongo que ya debiste haber visto debajo de los pantalones de Yesung o ¿no?, después de todo llevaron a cabo el ritual años atrás y dudo que en estos días no lo hayan hecho de nuevo- sus espionajes cerca del santuario Zafiro le habían hecho conocedora de varios detalles en el pasado cuando era más irracional y problemática, y aquel superior tenía un arma poderosa, y no, no se refería a su magia.

-¡Luna!- gritó rojo y es que a pesar de que no fuera algo por lo que avergonzarse, el hecho de verla con su imagen inocente de mortal hablando de tal manera le descolocaba, en especial porque no estaba acostumbrado a que las mujeres coreanas fueran tan livianas para hablar, en especial de temas de esa clase -¿acaso eres un sujeto para hablar de esa manera o qué?- la regañó.

-Lanu- le recordó -todos dicen eso- y sonrió sin preocuparle, siempre encontraba divertido molestar a los demás -¿no has notado nada raro en Yesung?- cuestionó volviendo al tema que la había llevado al lugar porque apostaba que el príncipe del reino la estaría fastidiando si no le daba noticias de uno de sus ciudadanos y amigos.

-Ahora que lo dices, en realidad hyung parece actuar más infantil que antes- respondió al recordar que cuando eran más jóvenes parecía ser más maduro que en esos momentos.

-Así que debe haberle afectado después de todo- murmuró.

-¿De qué hablas?-

-Mira Kyuhyun, en tu mundo las personas no necesitan la cercanía de su pareja tan constantemente, pero nosotros si... cuando llevaste a cabo el ritual con Yesung uniste tu alma a la suya, lo que le daba estabilidad al haber cumplido con una etapa nueva que debió haber realizado antes al alcanzar la edad para enamorarse y aunque no fue mucho tiempo el que estuvieron alejados considerando que este es distinto en nuestro mundo, el hecho de que tú fueras mortal pareció no ayudar en eso...-

-Quieres decir que hyung...-

-Está actuando distinto por eso, probablemente al inicio no lo notó Teuk porque seguía en nuestro mundo, pero una vez llegó aquí parece que esa estabilidad desapareció y probablemente adoptó el modo de comportamiento del ser humano más próximo a él como una forma de buscar satisfacer todas aquellas necesidades que sintió al estar lejos de ti, por eso es probable que actúe de manera infantil contigo porque busca recuperar el tiempo que no estuvo contigo- explicó y mientras le daba vueltas a todas aquellas palabras que acababa de escuchar, notó que repentinamente la mayor se había reído y desviaba la mirada.

-¿Qué?-

-Nada es solo que ahora que lo pienso no deberías tener ese problema, si actuaba infantil se habría solucionado al unir nuevamente sus almas o en otras palabras, llevando a cabo el ritual dorado de nuevo para equilibrarse... ¿no han estado "juntos"?- preguntó al final haciendo enrojecer al menor y comenzó a reír abiertamente al encontrar divertido el asunto al ver su expresión que claramente le decía que "no".

-¡Lanu, deja de reírte no es divertido!-

-Créeme lo es- dijo fastidiándolo más hasta que pudo controlar un poco su risa –casi tiene un mes aquí y ¿tú y él no han hecho nada de nada? Es lo más triste que he escuchado- se burló, muchos en su reino después de llevar a cabo el ritual y desposarse unos días después ya estaban concibiendo hijos.

-¡Solo lleva como una semana!- se quejó a la defensiva.

-Lo que digas- y antes de seguir picando la paciencia de Kyuhyun escuchó que alguien se acercaba y rápidamente uso uno de sus hechizos para cerrar la puerta –creo que es hora de irme, le pasaré el informe al príncipe y sobre tu problema, es sencillo, solo llévalo a la cama... aunque en tu caso eso parece ser imposible- murmuró al final sin poder evitar molestarlo una última vez.

-¡Yah!- gritó ofuscado pero antes de que pudiera alcanzarla la vio desaparecer por un portal y cuando miró a la derecha se encontró con el estudiante que al parecer había querido entrar antes –yo... se atoró la puerta del cubículo- dijo y es que apostaba que era extraño encontrarlo con un puño en el aire discutiendo en la soledad.

Parecía que no era su mejor día.

Only One Kiss {KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora