Capítulo 3 "Una mentira blanca"

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El cielo se había vuelto oscuro cuando Yesung vio a Kyuhyun retirarse diciéndole que tenía que irse o no alcanzaría el autobús –uno de esos autos grandes que llevaban personas por una pequeña comisión- luego de rechazar su amabilidad y suspiró porque comenzaba a echarlo de menos y aunque el menor le había dicho que iría a verlo el día siguiente después de sus clases para preparar un par de cosas sobre lo de irse a vivir con él, hubiera querido que le acompañara esa noche.

Al parecer los humanos no estaban tan acostumbrados al apego con sus iguales, pero ya haría cambiar de parecer al castaño.

Miró la hora en el reloj colando de la pared y vio que eran las 10:30 p.m. y aunque se cuestionó si sería algo tarde, se dijo que nunca era demasiado tarde para ver a su esposo o ¿si?

***

Kyuhyun estaba en su habitación terminando de colocarse el pijama cuando recordó todo lo sucedido en el día, había sido un día bastante ajetreado y abrumador a decir verdad; su prometido había regresado, se había casado y se suponía que fuera a vivir con esa misma persona amante de la paz que hablaba de la paciencia y todas esas cosas que parecía haber dejado de lado en ese mismo día cuando le arrastró de un lado a otro y de una situación a otra.

Todavía tenía que pensar bien sobre cómo manejaría el asunto con sus padres y ya tenía una pequeña noción de lo que podía decir para no meterse en un lío y es que no creía que sus progenitores se tomaran bien el hecho de enterarse de las buenas nuevas porque sería un poco extraño estar casi tres años sin ninguna pareja y de un día a otro decir que estaba casado... con un chico y bueno, estaba toda ese enredo de la magia, chispitas volando y portales a otra dimensión; casi estaba seguro de que sus padres querrían hacerle un examen para ver si no había consumido drogas o se había pasado de copas.

Por esa y muchas otras razones le había dicho a Yesung que iría a verlo a su casa después de la universidad, así tendría más tiempo para pensar y encontrar una solución que no involucrara a sus padres mandándolo a un loquero o algo similar dadas las circunstancias y podría mantener el secreto un tiempo hasta que estuviera seguro de poder decírselos y es que no tenía edad para desposarse, vivir con su pareja y Yesung no se comportaba precisamente muy normal, así que era mejor esperar y ver cómo se daban las cosas con el tiempo.

-Kyuhyun- escuchó repentinamente al tiempo que sentía un aliento golpear su nuca y gritó al verse sorprendido hasta que giró y vio a Yesung mirarlo con una pequeña sonrisa, ¡¿qué carajos hacía en su habitación y cómo diablos había llegado ahí?!

-Casi haces que me dé un infarto- se quejó cerrando los ojos por un segundo tratando de calmar sus latidos.

-¿Qué es un infarto?- preguntó sin entender a lo que se refería.

-Es cuando tu corazón... olvídalo, ¡¿qué haces aquí?!- cuestionó y a pesar de su enfado este pareció pasar desapercibido por el mayor.

-Kyuhyun-ah, ¿estás bien?- se escuchó a lo lejos preguntar a la voz de su padre y se acercó a la puerta poniéndole el seguro antes de que la abriera y descubriera a un extraño en su habitación.

-Estoy bien, es solo que pensé que Kikwang-ah había arruinado el juego que le presté la última vez-

-La próxima vez procura no gritar de esa manera o vas a hacer que me enferme de los nervios por el susto... deberías de conseguirte una novia en lugar de andar jugando con esos aparatos-

-¡Abeoji!- escuchó la risa de su padre acompañada de sus pasos bajando las escaleras y suspiró con alivio cuando supo que le habría creído.

-¿Era tu padre?- escuchó preguntar detrás de él y recordó que Yesung estaba ahí –debería ir a presentarme- dijo y Kyuhyun le detuvo cuando quiso abrir la puerta.

-Hyung, si mis padres te ven aparecer de la nada van a asustarse, además te dije que necesitaba pensar las cosas y que lo hablaríamos mañana... además ¿cómo entraste a mi habitación sin que lo notara?- y lo vio desviar la mirada por un momento.

-Usé un portal... así como antes- y Kyuhyun recordó que el moreno ya había hecho eso en dos ocasiones anteriores, el día que le hizo la propuesta de ir a visitar su mundo y el día que cumplió 18 años.

El mayor podría entrar en un banco y robar todo el dinero que había guardado si quisiera, pero había elegido invadir su habitación cuando estaba seguro de que muchos con esa habilidad la usarían para hacer cosas ilegales o colarse a algún concierto muy caro.

-Yesung-

-Me sentía muy solo en esa casa- le interrumpió –y quería dormir con mi esposo después de tanto tiempo de no verlo- lo había echado mucho de menos en ese tiempo y no quería perder el tiempo ahora que tenía permitido permanecer ahí, así que quería estar junto con Kyuhyun y aprender sobre su mundo ahora que viviría en él; había muchas cosas interesantes.

-¿Por qué eres tan extraño?- no estaba acostumbrado a las personas tan afectuosas y aunque sus amigos eran así, lo eran con el resto menos con él porque sabían que era algo intolerante, así que en ocasiones le resultaba un poco raro aceptar esas cosas de buena gana cuando se trataban del mayor.

-No lo sé, ¿no te gusta que sea extraño?- el menor solo suspiró con cansancio, no tenía caso discutir ese tipo de cosas con Yesung porque el hombre tenía la habilidad de fastidiarlo con su ingenuidad y agitar su corazón con la misma facilidad, pero temía que el fastidio le superara antes que su enamoramiento y no quería comenzar su matrimonio con el pie izquierdo dándole un golpe, así que debía tratar de ser más comprensivo porque sabía que no conocía las cosas de los mortales... ni su razonamiento.

-Deberías regresar, me puedo meter en problemas si tú...- decía y se sintió como un cretino cuando vio la mirada esperanzada de Yesung comenzar a borrarse –te quedas y nos atrapan juntos, pero quizás puedas quedarte por esta vez- terminó diciendo al final, sin dudas esa persona iba a causarle más problemas de los esperados cuando se suponía que era el más maduro de ambos, aunque parecía que los papeles se habían invertido por una extraña razón en ese día.

¿Cómo dormir con normalidad cuando Yesung estaba sujetando su cuerpo en un abrazo y su respiración le cosquilleaba el cuello? Sin dudas iba a terminar con un par de ojeras a esa hora mañana y es que había pasado tanto desde que no sentía el cuerpo del mayor junto al suyo que se sentía algo abrumado por el sentimiento, además de que no podía sacarse de la cabeza ciertos pensamientos inmorales donde el moreno a su lado aparecía; esos casi tres años de abstinencia debían estarle pasando la factura.

Le había dejado puesto el seguro a la puerta y había colocado la alarma, con suerte nadie notaría que un joven extraño aparecido de la nada dormía a su lado en la cama ni nada similar cuando amaneciera, aunque comenzaba a tener sus dudas.

Only One Kiss {KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora