Capítulo 10 "Encuentros"

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Tenía una sonrisa en la cara mientras dormía y esta solo se ensanchó cuando sus ojos se abrieron y notó un par de orbes negros que habían dejado su dulzura de lado para volverse más serios y astutos, pero antes de que pudiera decir algo luego de tener una buena noche de descanso y olvidar un poco algunas de sus preocupaciones con la ingenuidad y la inocencia aumentando en el cuerpo de su pareja, se escuchó un grito provenir de alguna parte de la casa por lo que se apresuró a salir de la cama y no es que le preocupara que alguno de los inquilinos no deseados hubiera perdido una mano o algo similar, sino que le preocupaba que hubieran arruinado algo de la casa o hubieran tocado aquella gran pantalla plana donde podría viciarse con satisfacción un fin de semana.

Kyuhyun había abierto la puerta de la habitación notando al igual que Yesung que el ruido parecía haber provenido del interior de una de las habitaciones porque el lobo de Jonghyun ladraba hacia ella, pero antes de poder preguntarse qué era lo que había sucedido, el animal se volvió una bruma azul que atravesó la puerta como esos efectos especiales que algunas series utilizaban y que no sabía desde cuándo le parecía tan común como para no sorprenderse.

-Déjalos, debe ser algo entre ellos- escuchó una voz grave luego de sentir una mano posarse en su hombro y volteó a mirar al mayor sin comprender –no hay nadie más en la habitación salvo ellos dos porque no siento otra presencia- le explicó –no te pongas de malas Kyuhyun-ah- le recordó antes de abrazarle, dejando que su nariz acariciara el cuello blanquecino del más alto.

-No me pongo de malas- podría ser que fuera cosa de su personalidad llevar la contraria, pero vamos, no le gustaba perder.

-Y por eso no tienes esa fea expresión, ¿cierto?- lo molestó y se rió al escucharlo refunfuñar entre dientes –te atenderé como se debe, así que borra esa mueca y... sonríe un poco- y aunque uno de sus dedos había ayudado en la tarea, el castaño todavía tenía el ceño fruncido, por lo que le dio un beso en la mejilla antes de indicarle con la mirada que pasaran a la cocina, olvidando por un momento lo que les había hecho levantarse de forma apresurada esa mañana.

Mientras tanto, en el interior de una habitación Ren se encontraba incrédulo con una lámpara en mano y mala cara mientras intentaba asesinar a su compañero de misión con la mirada y es que el malnacido le había hecho algo extraño porque él nunca se habría abrazado a su cuerpo solo porque si, además de que no compartían la cama porque no era apropiado –sin olvidar que los suyos no compartían su lecho con criaturas como la que le acompañaba-, por lo que él siempre dormía en ella mientras el moreno se acomodaba en cualquier lugar con su pulgoso animal.

-Se nota que deseas morir- se quejó, había sido como una pesadilla el hecho de abrir los ojos en la mañana luego de una noche larga y encontrarse con el rostro de un sujeto sin modales que olía a lobo sucio.

-Yo no hice nada, tú eras el que estaba abrazándome y no al revés- se defendió y el menor sintió que todo empeoraba porque sabía que tenía razón, el que había abrazado al otro era él.

-Pero debiste haber usado algo extraño de los tuyos, ya decía yo que los guerreros de Wreinwolt eran unos lujuriosos tramposos, solo basta mirar que solo duermes con pantalones puestos-

-No somos lujuriosos ni tramposos, el honor es una de las bases de nuestra crianza, ¿por qué te deshonraría a ti cuando eres mi futura unión?-

-¿Eh?- eso lo había tomado desprevenido.

-Los mandatos de la diosa fueron que nos uniríamos cuando alcanzáramos la edad indicada, por lo que no puedo hacer nada de lo que piensas hasta que eso suceda-

-¿Así que piensas hacerlo en cuanto puedas?- preguntó incrédulo, antes le rompía la lámpara en la cabeza.

-Si, digo, ¡no!- respondió –aunque no sé por qué te quejas si tú también lo vas a disfrutar- agregó de forma cínica.

-Eres un degenerado y ¡vístete!- la puerta fue cerrada con fuerza y Jonghyun se sintió confundido por aquel comportamiento cuando el que debería estar molesto era él por ser señalado de esas maneras que no tenían nada que ver con él ni con los suyos.

Ren había salido con la esperanza de olvidar ese episodio de su vida y seguir con el asunto de la universidad cuando sintió algo extraño y fue dar a la cocina que se encontró con la persona que expelía esa sensación abrumadora.

-Parece que alguien no tuvo una muy buena mañana- se burló Kyuhyun sin poder evitarlo, pero le encantaba joder al chico castaño de rasgos delicados, sin obviar que su cabello parecía simular uno de esos nidos de aves que había en algunos árboles.

-Cállate torpe ser humano-

-No deberías hablarle así a mi pareja- se escuchó una voz grave y el cuerpo de Ren se estremeció, ¿desde cuándo Yesung podía causar una sensación como esa? –por cierto, necesito hablar contigo jovencito de Alestring- podría ser que debido a sus problemas con la inestabilidad de su alma luego de tanto tiempo separado de Kyuhyun le hubiera afectado, pero ahora que volvía a ser el mismo de siempre debía aclararle unas cuantas cosas y es que por más molesto que pudiera llegar a ser su otra mitad, no podía permitir que nadie le hablara de esa manera hasta cierto punto insolente.

Para Kyuhyun había sido una sorpresa escuchar a Yesung reprendiendo a Ren -en especial cuando le espió sin que lo supiera- porque estaba seguro de que él llevaba la mitad de la culpa ahí, pero en realidad le pareció mucho mejor salir bien librado de cualquier castigo mientras aquel sujeto molesto y no deseado en su hogar se llevaba toda la culpa.

"Hoy parece ser un día genial"

-¿Acaso creías que hyung era tan dócil? Incluso cuando nos unimos él era alguien firme- comentó mientras esperaban afuera que el resto saliera de la casa y aunque era común que los últimos en salir fueran Donghae y Ren, el último parecía querer hacer puntos o estaba temeroso de llevarse otro regaño de su pareja porque ni había tenido que ir a sacarlo con ayuda de los demás porque no sabía qué elegir para ponerse.

-Es un poco extraño, pero admito que me gusta más el nuevo hyung- murmuró para luego sonreír al final y es que era como había descrito su hermano mayor, además de que sentía que le podía respetar más con aquella mirada seria y calculadora que sonriendo divertido por unos gorros extraños y feos que tenían punta.

-Espero que no sea lo que pienso o te mataré- dijo antes de caminar para rodear el auto al escuchar un par de ruidos del interior de la casa que parecían avisarle que los tres sujetos que faltaban saldrían en cualquier segundo.

Podría ser cierto que sus palabras se relacionaran a ese asunto de las clases del reino, pero más valía prevenir porque no quería que dijeran que no le había advertido cuando estuviera siendo cruelmente asesinado por intentar seducir a su esposo... esposo, más le valía a ese malnacido no intentar nada con el moreno.

-Querían saber más y ver cómo era- Donghae le estaba contando por qué había llegado al mundo humano y sobre algo que no terminaba de entender con referencia a monedas, un juego y un asunto de los elementos, pero la realidad era que el viaje era algo largo y no quería a nadie discutiendo porque no era bueno controlando su ira, y con la llegada del Yesung de siempre temía ser castigado.

-¿Y enviaron al más bobo del grupo?- cuestionó -me pregunto qué tan buenos líderes son si te enviaron para algo tan importante- sintió a Yesung darle un golpecito en la pierna luego de mover la palanca de velocidades y supuso que era su forma de decirle en silencio que estaba siendo demasiado cruel, ¡pero era la verdad! Donghae era muy torpe y parecía ser un niño necesitado de cariño, ¿cómo diablos esa persona había sido seleccionada para recabar información sobre los humanos y no alguien más? Era normal que dudara de las capacidades de liderazgo de quienes tenían el poder en su reino de procedencia.

-No soy bobo- se defendió.

-Bueno, tienes que admitir que eres un poco...- decía Ren pero notó la mirada del mayor y se sintió culpable a pesar de que no estuviera acostumbrado a bajar la guardia con tetras como esas, pero debía ser cosa de duendes porque eran bastante tramposos en ocasiones -... dile Jonghyun- dijo pasándole el problema al moreno.

-Eres torpe hyung- completó y se quejó cuando recibió un golpe en la cabeza por parte de Ren -¡¿ahora qué hice?!- se quejó.

-Eres aún más idiota de lo que creí si tú mismo no puedes verlo-

Y los mayores sentados en la parte delantera suspiraron al unísono al ver a aquellos personajes comenzar a pelear por algo tan estúpido.

Los invasores empezaron a dispersarse cuando entraron al campus y mientras Yesung le contaba que los duendes eran buenos para las bromas, Kyuhyun tuvo que esforzarse por no reírse de forma sonora -aunque no a todos les salen bien al parecer- comentó al haber visto a Donghae irse de bruces al suelo a pesar de que iba caminando, lo cual solo reafirmaba su teoría de que el pobre sujeto era la encarnación de la torpeza.

-Déjalo Kyu-ah...- murmuró de forma mimosa –deberías aprender a ser más amable o hyung no será amable contigo-

-¿Ahora amenazas a tu esposo?-

-Pensé que no te gustaba usar ese término aquí-

-Al parecer solo tienes buena memoria cuando te conviene- parecía que no sería tan sencillo ganarle ahora al Yesung de siempre y no al otro todo amabilidad; empezaba a extrañar salirse con la suya.

-Vamos a clases- dijo ignorando su comentario y le dio un beso en los labios antes de que alguien lo notara para luego comenzar a caminar, escuchando al menor gritarle que le esperara.

Donghae por su lado iba caminando con sus manos sujetando los tirantes de su mochila cuando vio aparecer a un chico que tenía toda la cara blanca de un salón de clases mientras otro parecía no parar de reír.

-¡Me las vas a pagar Hyukjae-ah!- gritó y el susodicho se echó a correr al comenzar a ser perseguido.

Tal vez era asunto de duendes y que le gustaran las bromas, pero se sintió atraído por el chico porque era el primer humano que veía llegar al nivel de las personas de su reino, así que se dijo que sería una buena idea el espiarlo un poco para saber más de las costumbres bromísticas mortales. Quizás Donghae no lo sabía porque no era de ese mundo, pero no era bien visto el hecho de que siguieras a un estudiante a todas partes y lo espiaras, bien podría haber sido reportado por acoso o señalado como un pervertido, en especial cuando le siguió a los sanitarios.

"No se parece al que hay en casa de Yesung" pensó al ver algo blanco largo con cosas metálicas en una de las paredes que estaban separados por pequeñas paredes extrañas como si hicieran una división. No sabía qué hacer ni tampoco conocía su uso, así que imitó al tal chico llamado Hyukjae al verlo bajar el cierre de su pantalón, pero quizás era tímido o algo así porque le vio mirarlo con una expresión rara en la cara cuando se inclinó un poco para ver lo que hacía.

-¡¿Qué se supone qué haces?!- preguntó subiéndose a prisa los pantalones, es cierto que en algunos lugares era común ver a tipos desnudos como en los baños públicos, pero era extraño espiar a alguien mientras usaba los sanitarios.

-Solo veía cómo usar esa cosa- respondió –me refiero a eso blanco de la pared- agregó rápidamente al ver su expresión que parecía decirle que se había molestado sin tener idea de que la palabra "pervertido" y otros sinónimos de esta habían pasado por la cabeza del extraño.

-¿Acaso vives en una cueva?- y es que cualquiera en esos tiempos conocía lo que era un mingitorio o ¿no?, además todas las escuelas lo tenían y dudaba que no hubiera utilizado los sanitarios durante todos los años de su vida escolar.

-Buen chiste- comentó divertido porque los duendes no vivían en cuevas y Hyukjae solo se alejó para ir al lavamanos con intenciones de retirarse porque parecía que no era una buena idea estar cerca de ese sujeto extraño que si bien parecía alguien decente, comenzaba a dudar que lo fuera, en especial si recordaba que lo había tratado de espiar mientras usaba el mingitorio.

Donghae sonrió mordiendo su labio inferior y cuando vio al chico de cabellos oscuros poner las manos juntas debajo de una cosa que parecía de metal con una pequeña luz roja que le daba espuma como por arte de magia, decidió tomar cartas en el asunto.

-¡Demonios!, maldito dispensador de jabón- se quejó cuando el aparato pareció derramar el jabón a presión llenando su camiseta de espuma y parte de sus pantalones. Hyukjae estaba pensando en un improperio nuevo para el aparatejo cuando escuchó una risa y cuando giró vio al sujeto raro carcajearse de todo el asunto –fue más divertido de lo que creí que sería- murmuró divertido.

-¿Tú lo hiciste?- preguntó incrédulo, ahora comprendía todo, había fingido todo para que cayera en la broma; probablemente estaba unido con Junsu para cobrárselas por haberle llenado la cara de harina con su inofensiva broma de la mañana.

-Si- respondió con orgullo y es que los duendes siempre se jactaban de lo buenas que eran sus bromas.

-Eres hombre muerto- murmuró.

-¿Qué?-

-¡Eres hombre muerto!- gritó, ese sujeto se las pagaría y ante la obvia señal de pelinegro Donghae decidió que era momento de correr, pero apenas estaba saliendo de los sanitarios, sus pies se vieron detenidos y entonces notó que el sujeto le había tomado de la mochila con lo cual le jaló de regreso antes de empujarlo contra una pared para acorralarlo.

Nunca nadie lo había atrapado antes.

-¿Un último deseo?- cuestionó Hyukjae con el ceño fruncido, definitivamente se las iba a cobrar.

-Mi olla de oro ahora es tuya- murmuró con un pequeño puchero en los labios al saber que tendría que entregarlo cuando le había tomado tanto tiempo juntar una cantidad tan grande de oro, pero aunque no le gustara la idea de perder su tesoro, todos los duendes debían obedecer aquella regla.

-¿Qué dijiste?- preguntó al pensar que había escuchado mal.

"Probablemente eso también es una broma, vamos Hyukjae, sabes que nadie tiene una olla de oro; no es como que esto sea un cuento infantil"

Algo se removió en su vientre y supo entonces que su captor era a quien buscaba desde hace trescientos años o quizás era porque no había podido tomar nada en el desayuno por culpa del lobo de Jonghyung, Kkoming y Melo que parecieron unirse para comerse su comida cuando se distrajo –me gustas, ¿quieres casarte conmigo Hyukjae?-

-¡¿Eh?!- exclamó de forma exagerada y es que vamos, el tipo parecía un idiota bromista pero era como el personaje salido de un manga, es cierto que era atractivo ahora que lo veía bien, pero nadie como él le soltaba una estupidez como esa ni soltaba un "me gustas" tan de repente, en especial a él que a pesar de que se consideraba un hombre atractivo, muchos decían que no lo era. Y como si aquellas palabras no hubieran sido suficientes, el sujeto en cuestión lo besó, confundiéndolo todavía más.

"Esto debe ser un puto sueño, probablemente me quedé dormido en la clase del profesor Im..." pensó antes de que todo se volviera oscuro.

-¿Hyukjae?- murmuró Donghae al ver al humano tirado de espaldas en el suelo con los ojos cerrados –tal vez estaba muy cansado y se durmió- dijo para sí mismo.

"Será mejor que lo lleve a otro lugar" pensó, así que se agachó y lo tomó de los tobillos para arrastrarlo a uno de los cubículos del baño con la esperanza de usar su magia para moverse a un destino distinto al de ese momento.

Only One Kiss {KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora