Un deseo del corazón

peleas y sorpresas

Decir que la situación era todo menos oportuna era poco. La verdad era clara: una catarina muy enojada estaba frente a ellos y las probabilidades de que salieran ilesos eran nulas.

Ladybug se había mantenido oculta entre las sombras de la torre, un ojo en ambos chicos, preguntándose porqué estaban en aquella zona y principalmente que los había hecho citarse en tan emblemático lugar

Pero cuando los vio enfrentándose con sus armas de batalla, se dio cuenta que no podía seguir en el anonimato, ese par acababa de ganarse la furia de aquella catarina. Aunque al principio pensó que la mejor arma sería su yoyo, cuando encontró un par de cuerdas de nylon negras que eran usadas seguramente por seguridad, no dudo en tomar dos y ponerle punto final a un conflicto sin justificación.

Se sitúo en la punta, aprovechando la distracción y con su ágil tino enredó a esos dos niños y los sujetos lejos uno del otro. Les pregunto a ambos sobre su encuentro y la verdad, ninguno quiso decir ni pío.

Chat estaba mudo de la impresión ¿Qué le decía a su lady sin parecer paranoico o loco? Ella había dejado clara la opinión del beneficio de la duda, pero él no se confiaba ni un poquito de aquel pelirrojo con cola de estropajo. No había querido que su lady estuviera viéndolo así, pero de alguna forma su compañera de batallas le había atrapado con las manos en la masa y eso no le traería cosas buenas.

Por su parte Fire estaba intrigado lo que había llevado a Marinette a la torre Eiffel ¿Acaso lo vio alejarse en esa dirección y decidió seguirlo para indagar más de él? Una pequeña parte de él quería pensar que había despertado la curiosidad de su amada catarina y que más allá de todo, la heroína quería conocerlo a fondo. Pero había otras opciones, como que el gato callejero la haya citado en aquel lugar para dejarle en una mala posición. El pobre minino ni siquiera se imaginaba que el único desventajoso en aquel lugar era él.

¿La razón? de hecho pensaba que había varias: Fire conocía la verdadera identidad de Ladybug y el gatito ni por asomo se imaginaba, además de eso, compartía clases con ella, sabía cada aspecto de su vida, lo que le gustaba, lo que le apasionaba, lo hermosa que era su personalidad. Ella sabía cómo se llamaba, quien era, y ahora tenía la oportunidad de trabajar a su lado, ser parte de su vida cotidiana, mucho más que ese gato sucio, que solo estaba a lo mucho unas cuantas horas, luchando y librando a a París de los akumas.

Pero eso no sería por mucho tiempo, quizás el gato pensaba que podía estar a su lado por siempre como su compañero de batallas, pero en cuanto ladybug supiera la identidad detrás de la máscara de Fire Fox, sería más probable que trabajará con él en vez de con un perfecto desconocido, porque eso era Chat Noir, un perfecto desconocido que no tenía ni idea de la increíble chica que era Marinette.

¿Y bien, quien quiere ser el primero en hablar?- la voz de ladybug le sacó de sus pensamientos. Se escuchaba tranquila y eso más que calmar, ponía los nervios de punta. Era como compararla con una calma antes de un monzón arrasador. Aunque parecía estar bien, su falta de emoción era lo que más temía.

-nosotros...- Chat fue el primero en hablar, trazando en su cabeza la mentira que esperaba que el zorro le siguiera si querían seguir esta "pacífica" platica en otro momento- nosotros estábamos haciendo una prueba- Fire Fox y Ladybug le miraron con el ceño fruncido, no dando crédito a sus palabras ¿Enserio esa fue su mejor idea?

-¿Una prueba de qué? ¿De quién era el primero que se rendía?- Ladybug le habló con un tono tan filoso, que un poco más y estaba seguro que escuchaba como este partía el aire que los rodeaba.- Buen mal gatito, veamos si este zorro puede ser más honesto- cambio su mirada y la enfocó en el zorro, que tragó saliva, no sabía si por miedo o porque estaba tomando un poco de coraje para hablar. - bien, te escuchó, tienes solo una oportunidad para decirme que está pasando aquí.