Mendes.

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El profesor de educación física había decidido no presentarse a trabajar aquel día, Lauren había agradecido interiormente aquello; odiaba educación física más que cualquier otra cosa en el mundo. A decir verdad, cuando era algo más joven ella no entendía por qué una clase como esa llegaba a disgustarle tanto pues siempre había sido muy buena en los deportes, en su primer año de instituto lo entendió... le parecía un poco desagradable tener que ver a los chicos de su clase bañados en sudor.

– Me pregunto en qué estará el señor Miller ahora.

Soltó de repente Normani.

En realidad, a Lauren le importaba demasiado poco la razón por la que el profesor hubiese faltado aquel día... no estaba ni cerca de ser uno de sus profesores favoritos, de hecho, ella siempre lo había odiado; le enfermaba el hecho de que hacía de menos a las chicas, pues siempre que ellas querían practicar algún deporte en la hora de su clase él se negaba... prefería ver cómo los estúpidos chicos del equipo de futbol americano se destrozaban los rostros en el campo... dios, aquello podría llegar a considerarse como algo sumamente morboso.

– Debe estar cogiendo con el profesor Carter en algún lado.

Comento Dinah utilizando un tono lo suficientemente burlón para que las demás se echaran a reír.

Bueno, ese era un rumor que poco le interesaba a la ojiverde; desde siempre se había estado pensando que el señor Miller tenía cierta clase de relación con el profesor de cálculo avanzado, el señor Carter. Y claro, ¿Cómo no pensar algo así? Ambos profesores iban a visitarse constantemente en sus tiempos libres; no les importaba una mierda que todos los alumnos llegasen a verlos juntos.

– No lo sé, – Comenzó a hablar Lauren – tampoco me interesa.

Normani rodó los ojos al escuchar aquello.

Lauren siempre había sido una chica reservada, de pocas palabras; al menos cuando había demasiadas personas a su alrededor. En aquel momento, se encontraba sentada junto con su grupo de amigas en las gradas del gimnasio mientras que los chicos de su clase tenían un intenso juego de baloncesto. Mientras tanto, las demás chicas estaban sentadas en los banquillos de la cancha animando como unas completas retrasadas a los chicos. Lauren rió amargamente al escuchar cómo todas de repente se ponían de pie para alentar a Shawn.

– No sé que le ven, – Se ánimo a decir – es muy superficial.

Y era verdad, Shawn Mendes siempre quería ser el centro de atención de cualquier lugar en el que se encontraba, sólo se guiaba en las apariencias y Lauren siempre había creído que era todo lo que él era; una simple apariencia.

– Sí, – Ally estuvo de acuerdo – pero quizá es un buen tipo.

Fue entonces cuando Lauren recordó todos los encuentros que había tenido con él, al menos indirectamente. Siempre que caminaba por el corredor del instituto de camino a sus clases, lograba ver cómo él junto con el equipo de futbol americano trataban de hacerle la vida imposible a las personas que se cruzaban en su camino. Recordó los gritos de ayuda y suplica que ahogaban todos los chicos que recibían una golpiza por parte de ellos, incluso recordó un caso reciente... el caso del chico que se sentaba junto a ella en su clase de historia universal; Harry.

Aquello lo recordaba perfectamente bien, era viernes y todas las clases habían finalizado, la campana que indicaba que los estudiantes debían abandonar el instituto había sonado y todos comenzaron a salir del edificio. La ojiverde tuvo que regresar a su casillero para tomar su cuaderno de cálculo pues el señor Carter les había pedido que resolvieran un par de ecuaciones el fin de semana... fue entonces cuando lo vio.

El castaño había sido acorralado en uno de los casilleros por el quarterback del equipo; Shawn hablaba con un tono lo suficientemente intimidante para lograr que el ojiverde se quebrara.

~

– T-Te prometo que lo haré, pero... – La voz del ojiverde temblaba, como si estuviera a punto de quebrarse en llanto – no me golpees otra vez Shawn, por favor...

El castaño no hacía más que reírse en ese momento.

Lauren no conocía absolutamente nada de Shawn Mendes, pero de algo estaba segura... era un maldito hijo de puta. Ella sabía perfectamente que el castaño disfrutaba el golpear a los demás, a veces sin razón aparente, simplemente... le gustaba dejar su marca en el rostro de los demás chicos del instituto.

– Muy bien, – Asintió el deportista – no te golpeare, pero... tendré que desquitar mi furia con alguien más, ¿Te parece?

Shawn elevo la comisura de sus labios, formando una sonrisa maliciosa.

Las pupilas del ojiverde se dilataron, la expresión de su rostro era indescifrable... Lauren se sentía perdida en ese momento, pero estaba segura de que la insinuación de Mendes había logrado preocupar a Harry todavía más. – Incluso ella estaba comenzando a preocuparse.

– Veamos... – Hablo el castaño con un tono pensativo – ¿Cuál era su nombre?

Lauren pudo notar que el ojiverde había tragado pesadamente.

– Claro, Louis. – Respondió a su propia pregunta con un tono burlón.

Fue entonces cuando el rostro de Harry cayó, su cuerpo se tenso y sus puños se cerraron con una fuerza increíble, logrando que sus nudillos comenzaran a ponerse blancos. El ojiverde apretó los dientes cuando escucho que el deportista se echo a reír; en ese momento Harry perdió el control.

Elevo su puño derecho y con rapidez hizo que sus nudillos se estrellaran en la mandíbula del quarterback; grave error.

Shawn colocó su mano izquierda encima de su mandíbula mientras mostraba una mueca de dolor, el ojiverde sonrió satisfactoriamente al presenciar aquel acto por parte del castaño. El ceño de Shawn se frunció y sin previo aviso, estampó su puño en la mejilla de Harry, logrando que su espalda chocara contra el frío metal de los estúpidos casilleros azules que adornaban el corredor. El ojiverde soltó un quejido; la furia del deportista aumento.

Lauren se horrorizo al ver como Shawn lo golpeaba una y otra vez en diferentes partes del rostro hasta que el cuerpo de Harry se estampo contra el suelo. El ojiverde comenzó a ahogarse con su propia sangre, tosió un par de veces y aquel color rojo carmesí comenzó a brotar de su boca.

– Te diré algo Styles, – Comenzó a hablar – si vuelves a desobedecer mis órdenes te mataré fríamente delante de tu lindo noviecito, ¿Entendido?

El ojiverde ni siquiera tuvo tiempo de responder, pues el pie derecho del quarterback golpeo su estomago con una fuerza brutal provocando un aterrador gemido por parte del chico que en ese momento yacía en el reluciente suelo del instituto.

Al notar que el chico de ojos verdes no sería capaz de ponerse de pie en un buen rato, el quarterback comenzó a caminar hacia la salida del edificio. Comenzó a sacudir su mano derecha con la esperanza de que la sangre que ahora brotaba de ella desapareciera; no lo hizo. Giro su cabeza mientras caminaba, dedicándole una intimidante sonrisa a la ojiverde; el corazón de Lauren se encogió... sentía pena por su compañero de clase pero maldita sea... ella no podía hacer nada por él.

~

– No, – Habló Lauren después de un rato – estoy segura de que no lo es.

Ally rió por lo bajo.

– Es un enemigo de las mujeres.

*  *  *

Hola!

Bueno, antes que nada me gustaría agradecerles por estar votando por mi fic, de verdad no creí que recibiría el apoyo que estoy recibiendo que bueno, quizá los demás podrían pensar que no es mucho pero es suficiente para mí, esto de verdad me ayuda a seguir escribiendo así que gracias por eso.

Espero que les guste esta y que estén teniendo un lindo día!

Las quiero! Nos leemos luego!

The girl in the forest. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora