The girl in the forest. (Camren)

Momento de libertad.

– ¡Jauregui! – La castaña llamo su atención – ¿Quieres concentrarte?

La chica de ojos verdes sacudió la cabeza solo para regresar a la realidad.

Claro, en ese momento estaba en casa de su amiga Vero, se suponía que estaban estudiando para los finales que comenzaban esa semana. El primer examen era trigonometría, una materia que a Lauren se le daba jodidamente bien... ahora lo recordaba, esa era la razón por la cual Vero quería que estudiara con ella.

– Lo lamento.

Murmuro mientras revisaba la hora desde su teléfono celular. 4:17 pm.

– Oye... tengo que irme.

Los ojos de la castaña se abrieron como platos.

Ella no entendía bien la razón por la cual su mejor amiga había cambiado repentinamente, no le molestaba – en lo absoluto – pero... lograba inquietarla un poco. Ella simplemente quería entender por qué la chica que conocía desde hace tiempo había vuelto, de un momento a otro lo había hecho.

– ¿Y a donde irás?

Pregunto mientras le regalaba una simpática sonrisa.

Lauren se detuvo en seco al escuchar aquello. ¿Debería contarle acerca de Camila?

– Al bosque.

Dijo mientras tomaba las llaves de su jetta de la pequeña mesita de cristal que estaba junto en frente del sofá.

Vero sabía perfectamente bien que Lauren iba a recorrer el bosque todos los días después del instituto, pero... cuando ella tenía otros planes simplemente no lo hacía. Aquel día había quedado en estudiar con ella toda la tarde, y a decir verdad, el hecho de que Lauren quisiera ir al bosque aun después de tener un compromiso logro tomarla por sorpresa.

– ¿De verdad?

Lauren asintió levemente con la cabeza.

– Voy a... encontrarme con alguien.

Dijo en un susurro.

Sí, iba a encontrarse con alguien, – o al menos eso esperaba – con la chica que la había hecho sonreír de nuevo. La chica que no estaba dispuesta a salir de su cabeza. La chica que conseguía robarle la respiración a la ojiverde. Esa chica...

– ¿Quién?

Lauren sonrió torpemente.

– Se llama Camila.

La castaña asintió levemente mientras le sonreía de una manera pícara.

– ¿Es linda?

La ojiverde frunció el ceño.

Ella conocía bien a su mejor amiga, sabía que cuando Vero le preguntaba si alguna chica que había conocido era linda, la pregunta iba con la intención de estar informada y saber si podría llegar a intentar algo con ella; no quería que eso pasara con Camila.

– Si te digo que si... ¿Te la ligaras?

Vero se mordió el labio inferior mientras negaba levemente con la cabeza.

– Bien.

Replico mientras caminaba hacia la enorme puerta de madera para así poder salir de la casa.

– Iré contigo.

Lauren paró en seco.

– ¿Q-Qué dices?

La castaña sonrió de manera triunfal.

Ella creía firmemente que esa chica podría ser la razón por la cual su mejor amiga había vuelto, Vero quería conocer a esa chica personalmente para así poder agradecerle con el paso del tiempo... quería pasar un poco más de tiempo con Lauren, y además... algo bueno podría llegar a resultar de aquel recorrido en el bosque.

– No me la ligare, pero... a cambio tendrás que llevarme.

La ojiverde bufó mientras asentía de mala gana.

Ambas salieron de la casa y subieron rápidamente al automóvil de Lauren.

Ella no sabía muy bien lo que podría llegar a pasar... no sabía si a Camila le pudiese llegar a incomodar el hecho de que haya llevado a Vero con ella ese día... de hecho, Lauren ni siquiera estaba segura de que la chica de piel morena estaría ahí, pero... algo en su interior le decía que debía arriesgarse esta vez, que debía buscarla siempre que pudiera.

En cuanto Lauren aparcó el coche, se apresuro a salir de él y comenzar a caminar por el sendero de baldosas con el que ya se había familiarizado desde hacía un tiempo.

– Vengo contigo, ¿Lo olvidas?

Le recordó su mejor amiga en cuanto logró seguirle el paso.

Lauren ignoro su comentario, en realidad estaba demasiado concentrada en ese momento, pero... por más que lo intentara no podía llegar a escuchar absolutamente nada a su alrededor.

El sonido de la melódica no estaba ahí ese día, a decir verdad, el corazón de la ojiverde se rompió en mil pedazos... quizá en verdad aquel día sería el último en el que vería a la hermosa chica de piel morena que se había encontrado por primera vez en ese bosque.

La verdad era que ella podría haberse rendido fácilmente, podría haberse dado por vencida y se habría ido, pero... no lo hizo. Ese día ella estaba dispuesta a recorrer el bosque entero solo para poder encontrar a Camila... necesitaba verla, necesitaba hablar con ella otra vez. No quería llegar a imaginar que el beso que la chica le había dado además de ser en forma de agradecimiento fuese también una despedida... no quería ni siquiera imaginar que ella se había ido para no volver.

Caminaron por un par de minutos siguiendo el sendero de baldosas hasta que el corazón de Lauren se detuvo.

Ahí estaba ella.

La chica de piel morena llevaba su melódica, por supuesto que la llevaba... siempre que iba a dar un paseo por el bosque la llevaba; lo hacía porque era el único lugar en el cual podía tocar libremente, en el cual nadie la juzgaría mal por tocar como le decía su corazón... ella simplemente quería ser la Camila que nunca había podido ser debido al qué dirán. Ella había sido criada para ser prácticamente perfecta, la habían enseñado a tocar porque los demás sabían perfectamente que lo haría al pie de la letra, pero... quería hacer lo que a ella le parecía bien tan solo por un par de minutos.

Ella solo quería un momento de libertad.

La morena estaba a punto de ponerse a tocar, pero... alguien le impidió hacerlo.

"Aunque no esté preparada,

Lauren soltó un suspiro.

Tú siempre apareces cuando menos me lo espero."

– Hola de nuevo.

Se atrevió a decir mientras le regalaba una simpática sonrisa.