The girl in the forest. (Camren)

Susurros.

¿Lo han escuchado?

Shawn abandonó el entrenamiento apenas enterarse.

Nadie tenía ni idea. Posiblemente ni siquiera ella.

Lauren había estado escuchando un montón de susurros apenas entrar al instituto, al parecer algo realmente interesante había sucedido o bien; era un simple rumor.

Ella no solía interesarse para nada en las palabras que salían de la boca de sus estúpidos compañeros, ellos se inventaban rumores bastante absurdos a diario, pero... el de hoy parecía ser serio. Claro, eso no significaba que ella quisiese enterarse de lo que estaba sucediendo; no era de ese tipo de chicas.

– Hoy todo el mundo susurra hoy.

Sonrió la ojiverde al encontrarse con su grupo de amigas.

Ellas permanecieron en silencio. Quizá aquello de lo que todos estaban hablando ese día era importante...

– ¿Qué ha pasado?

Ally sonrió débilmente hacia la ojiverde mientras le daba un par de palmadas en el brazo.

– Una vieja compañera esta en el hospital ahora mismo.

Las demás asintieron después de escuchar aquello.

Lauren no tenía ni idea de quién podría tratarse, aun no conocía a muchas personas de su instituto y no estaba muy interesada en hacerlo. Conocía y tenía una amistad con las personas adecuadas; las que en realidad necesitaba.

Claro, la ojiverde no sabía en ese momento que la persona que estaba gravemente en el hospital era alguien que realmente le interesaba... la persona de la que ahora estaba perdidamente enamorada. Ella no tenía conocimiento de las dificultades que presentaba Camila día con día, no sabía lo que la atormentaba todas las noches... no sabía lo mucho que había estado luchando solo para poder seguir con vida.

Ella aún no lo sabía.

– Oh, eso es una mierda.

Las demás estuvieron de acuerdo con aquel comentario.

– Aún recuerdo el día que le dio una lección a Dallas en la cafetería.

Habló Dinah.

Lauren si había escuchado esa historia antes.

Jamás le habían dicho el nombre de aquella chica, pero... por supuesto que recordaba aquella historia, alguien siempre tenía que repetirla por lo menos una vez en el día. La chica siempre había recibido maltratos por parte de Cameron desde que estaba en quinto grado, ambos estaban en el mismo curso. Nadie se atrevía a hablarle por miedo a lo que él pudiese llegar a hacer, todos la juzgaban solo por lo que Cameron decía. Pero... en su primer en el instituto, ella no lo soporto más.

El castaño había caminado por la cafetería hasta la mesa del fondo, justo donde se encontraba ella. Según cuentan, él tenía planeado darle la paliza de su vida solo para demostrar que ella era una chica ingenua, que no tenía la madurez suficiente para estar en el instituto aún... sería como un regalo de bienvenida; una sorpresa. Claro, él fue quién termino llevándose la sorpresa.

Nadie estaba consciente de la fuerza que la chica podía llegar a tener, pues se abalanzo a Dallas apenas cuando había comenzado a fastidiarla. Ella lo golpeo múltiples veces en el rostro hasta dejar un enorme moretón en el ojo izquierdo del mayor, y por si fuese poco... consiguió romperle la nariz.

Después de ese día, ella no regresó al instituto; nadie está seguro del por qué.

– Se convirtió en una leyenda.

Normani asintió levemente con la cabeza.

– ¿Ustedes también hablan de eso?

Harry se unió a la conversación mientras empujaba cuidadosamente la silla de ruedas de su novio.

– ¿Ya te has enterado?

Louis tragó pesado.

– Seguramente mucho antes que todos.

Le regaló una mirada que reflejaba nada más que tristeza a la ojiverde.

– ¿Has ido a verla?

Lauren frunció el ceño en señal de confusión.

¿De qué mierda está hablando? ¿Por qué tendría que ver a aquella chica?

– Espera... la chica de tu rehabilitación... ¿Es Camila?

En cuanto Ally termino de hablar, la ojiverde sintió una dolorosa punzada en su pecho.

El ojiazul asintió levemente con la cabeza mientras miraba fijamente a Lauren.

– ¿Qué le ha pasado?

Cuestiono mientras sus puños se cerraban.

– Tiene problemas serios, Lauren...

Susurro el ojiazul.

No, no podía ser cierto.

– Lo siento, tengo que irme...

Louis asintió.

Acto seguido, la ojiverde giro sobre sus propios talones y comenzó a correr solo para salir de aquel enorme edificio.

No, Camila no era una chica débil, ella no podía estar mal... sabía que ella no iba a rendirse... ¿Por qué mierda no se lo dijo? Demonios, quizá ella no quería que lo supiera, pero... ¿Por qué no querría? El día que se besaron habían acordado algo... ¿Se había arrepentido? No, no lo había hecho... en realidad, Camia no quería que Lauren pudiese verla tan vulnerable.

– Mierda, Camila...

Susurro al mismo tiempo en que un par de lágrimas conseguían escaparse de sus ojos.

Camila no era débil, Lauren lo sabía... era consciente de que ella no se rendiría, que lucharía solo para estar mejor... lo sabía. Ella conocía a Camila, – o al menos eso quería creer – ella... la quería.

Sí, sin duda alguna... la quería.