Capítulo I: "¿poderes? solo soñaré con ellos."

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Vale, estúpidos sapiens, al parecer he querido contarle mi historia a los imbéciles lectores, que tan listos se creen.
Soy un joven al que ustedes llamarán "Normal", pero en esta sociedad soy un "anormal". Soy un idiota de 16 años sin poderes, imagínense que un niño de 3 años tenga poderes y yo no, o peor aún que un abuelo los gane en pulseadas ¿increible? Apuesto a que ni imaginas de que un vejatorio los venza en potencia, pues claro que lo hará si su poder es la superfuerza, o que un niñato de primaria me abuse porque su anomalía es ser invisible. Tan sólo soy un renacuajo come libros en esta sociedad, inservible para todos.
Actualmente, voy a la academia Cheesboorts, una costosa secundaria donde los becados son los chicos con superpoderes sorprendentes y donde los padres más adinerados mandan a sus hijos. Aunque, yo no soy ninguno de los dos, solo soy un chaval muy listo, que ha conseguido entrar tragándose todos los libros de las bibliotecas.
Mi vida es una rutina tan patética. Empezando el día en una fatigosa cama, en unas frías sábanas y con unos almohadones tan recios. Para luego, levantarme con alguna molesta broma de mis compañeros de habitación, como ayer que pulverizaron mis cápsulas de ropas, por ende, tuve que salir envuelto en sábanas a la oficina del director en el momento en que todos salían a desayunar y al verme se burlaban de mí, apostaría todas mis cosas a que sí Mint estuviese ahí en ese momento, les daría una paliza a todos esos incompetentes. Y para completar mi alba, por infortunio mio, el fastidioso rector me castigó, no sé por qué le desagrado tanto a ese tipo.


Ya en la hora del desayuno me siento solo, en una de las 10000 mesas, de una enorme sala y patio, a veces, esta lleno de alumnos, pero... aún así se siente vacío.  Los integrantes de la academia pueden comer donde desean, siempre y cuando sea, dentro de la academia. Hay más de 1500 meseras/os que nos traen la comida que anhelamos.
Yo espero a pedir la comida hasta la llegada de Mint, quien es mi hermana del alma, es la única persona con la que me llevo bien en toda la galaxia. Ella tiene casi mi misma edad, salvo que es unos meses más joven, aún tiene 15... Dentro de poco cumplirá los 16. Es irrisoriamente más alta que yo... debe medir 1,66. Su tez es amarronada, un poco bronceada, tiene un bello cabello negro azabache y unos ojos zafiro que resaltan de su cuerpo. Una sonrisa tan blanca e hipnotizadora, no quiero sonar pervertido... pero tiene una sinuosa figura que todas envidiarían. Una mirada dulce e inocente, pero créeme que no querrías verla enojada ¡Es un demonio! Aún que creo que todas las mujeres son demonios, que te enfatizan con una hermosa sonrisa, te enrriedan con sus suaves melodías y su dulce inocencia... pero, hay una cara que ellas ocultan, es cuando se enojan, es cuando se convierten en demonios. Mint entró a la academia porque tiene un superpoder increíble y es la novata más fuerte de todos los de primer curso. Puede manejar el agua y el hielo a la perfección sin ningún tipo de inconveniente. Es una chica que vive al límite... bueno ella no tiene límites.  La conozco desde que nací, nos criamos juntos, conozco todos sus secretos y ella los míos.

Una vez que terminamos el desayuno (a las 9 am), empezamos las actividades, nos dividimos en los 3 años de prepa y de ellos todas sus divisiones:
División SSentran los jóvenes más poderoso e inteligentes. Allí está Mint.
División S:  entran los poderosos e inteligentes.
División AA:  Entran los que resaltan del promedio humano.
División A: entran los normales.
División P: entran los descartes. Como yo.
Esto se define al principio de la prepa. Pero es igual que en la secundaria.
Una vez hechas las formaciones, viene el héroe J&J, nuestro instructor de Actividades Heroicas Anti Villanos  (AHAV). Es un adulto/adolescente de 24 años, rubio, de ancho pecho, de buena estatura podría decirse que 1,90, de ojos verdosos. Un don Juan que todas las chavas se lo quieren ligar, aunque él no les presta atención a ninguna... A excepción de Mint. Eso me enojado bastante. Cree que ella le va a dar ojo.
Nuestras diligencias iniciales se dividen en secciones y no en años (generalmente son actividades de salvación):
División SS: "Rescate". Los de 2do año son héroes y los de 1ero villanos (luego viceversa), deben salvar a los ciudadanos (Clase P). Los de 3ero son los árbitros.
División S: "rescate II". Los de 2do año son héroes y los de 1ero villanos (luego viceversa), deben salvar objetos tales como cajas fuertes, computadores, joyas, etcétera.  Los de 3ero son sus árbitros.
División AA: "ayudante". Los de 2do son ayudantes de los de primero clase SS y los de 2do son ayudantes de los de 1ero de la clase SS. Los de 3ero son sus árbitros.
División P: "Civil". Somos como el maniquí de todos, en especial de los de clase SS. Nos pueden herir, torturar y manipular. Dicen los superiores que nos usan para incentivar y hacer el juego más real.
La actividad de mi clase fue ser maniquí para la clase SS en el juego "robo empresarial". En el movimiento, nos llevaron a una sala corporativa, llena de computadores y televisores, luces y paredes blancas: computarizadas e inmaculadas, espejos en los techos y muchísimas oficinas.
Cada clase vestía un uniforme que las identificaba, el nuestro era una remera y pantalón rojos. El de la clase A era azul con instrumentaria como chalecos, armas y un pequeño botiquín. El de la clase AA era amarillo con armas, chalecos, cascos, botiquines completos. El de la clase S era negro, parecía que te encontrabas con alguien del ejército de tan bien equipados que iban. En cambio, los de la clase SS estaban vestidos con prendas blancas y sencillas, a su propia elección del diseño. Sobre nuestra cabeza había un holograma que nos nivelaba a cada clase.
De pronto empezaron, los villanos rompieron el techo haciendo que caigan todos los vidrios, corrí bajo un escritorio para refugiarme. Maldeci a Hilt, quien tenía voz supersónica, nos aturdio a todos. Los héroes entraron en acción, con el poder de gas alucinógeno de Ronkirs, pero Jirtson creaba campos de autodefensa que protegían a su equipo. Mint se iluminó cuando se convirtió en hielo y reforzó todos los campos e inundó la sala. Por suerte, Mint era villana y no me separé de ella para que no me hagan daño. Parecía un crió bajo la falda de su madre.
Sentí algo estirando mi camiseta, al darme vuelta había una chava de primero de mi misma clase escondida atrás mio, muerta de miedo.
- ¡oye!- le grite- ¿Qué haces agarrando mi camiseta?- me miró asustada como un perro cuando hay relámpagos.
-Te...Ten.... Tego... tengo mi... mie... do.- Tartamudeo.
Luego vi su reciente herida, quede atónito, tenía espinas de hierro clavadas en todas sus dañadas piernas. Sin duda alguna, la alce en mi hombro y salí del campo de protección de Mint, quien se sorprendió ante mi partida, pero no podía hacer nada para mi beneficio ya que la descalificarian. Nadé hasta una caja fuerte, la abrí y cerré frenéticamente, nos escondimos allí ya que era seguro. Note un poco de sonrojo por como la cargue y también me coloreé un poco. Era la primera vez que una chica se sonrojaba por mí. Recién la pude observar perfectamente,de tez mestiza y bronceada, sus labios rojizos, unos ojos marrones y llorosos,sus eran cabellos marrones claros pero no tan largos. Baje mi vista un poco, tenía las ropas cortadas, se le podía anotar casi un pezón de los pequeños senos, una panza casi plana, unas atractivas piernas pero los pinches de hierro interrumpieron mi vista. Sabía de quien eran esas agujas, eran del maldito Chris. El jodido tio creaba y manipulaba hierro a su antojo.
-¿Te encuentras bien?-Inquirí .
- Aún no estoy muerta, así que bien.
-Déjame ayudarte. - comencé a sacar cada agua.- ¿Cuál es tu poder?
-Es difícil de explicar, pero solo funciona cuando estoy a punto de morir- se oculto el pecho- pero no es efectivo.
Me acordé que ella tenia su camiseta rota,  así que me quite la mía y se la ofrecí.
-Puedes darte la vuelta.- Dijo tomando la camiseta.
-S...si.- me sonrojé un poco.
-Listo!- Respondió eufórica.
-¿Cómo te llamas?- indagé.
-Briel ¿Y tú?- preguntó con curiosidad.
-Yazzi.- respondí inmediatamente.
-Sabes, me gusta tu cabe-
De repente un villano, de cabellos rubios, orejas patéticamente grandes, alto y flaco se apareció, lo supe, ese era Chris, solo tenía una mirada de odio, vino para terminar con su trabajo. Inmediatamente el joven apuntó al cerebro de Briel y disparó una pequeña bala de hierro. Al ver recorrer aquella epinilla yo me abalance pero sabía que no llegaría a tiempo. Conocí a una chica hermosa, para luego verla "morir", sin poder hacer nada, sin poder salvarla ¿Tan trágico soy? Cerré los ojos dándome por vencido, otra vez. Pero algo ocurrió, sentí algo cálido, suave y un poco humedo en mis labios, abrí mis ojos y era Briel besándome. Pero no parecía ella, sus ojos no eran llorones, su mirada era desafiante y emitía un poder fulminante. Todos se dieron vuelta, quedaron sin habla ante la imperturbable presencia. De pronto, cuando ya me quedaba sin aire, se despegó de mí y se abalanzó a Chris, quien se transformó en hierro puro,pero ella no tenía límites, era como si daba todo. Tumbó al muchacho en el suelo, para luego, comenzarlo a golpear. Instintivamente, el rubio intentó defenderse, aún así la morocha prosiguió a puñetazos, sus pequeñas manos estaban completamente rojas, veía su carne, parecía masoquista de tanto golpear y golpear un mismo punto sintiendo aquel terrible dolor. Poco a poco, el hierro se debilitó  hasta desaparecer por completo y dejar al orejón descubierto. Sus ojos parecían tan fríos y sin alma. Cuando el orejon se desmayo ella paro, tuvo una recaída, sus ojos volvieron a la normalidad y se largo a llorar a cántaros.  J&J La llamó.
-¡Hey!  5699, clase P.- le grito.
- S..SI s...se.. nor. .. señor.- respondió levantándose del suelo intentando estar firme.
-Luego de la cena me a la oficina del director.- Musitó con su voz gruesa, se dio vuelta y se marchó.
-¿H. ..Hice al...go malo?- preguntó.
Pero no hubo respuesta alguna, más bien una sonrisa de satisfacción. Vinieron los ayudantes y comenzaron a sanarnos, ellos traían equipos sw botiquines. Veían cualquier herida y con tan solo una pomada desaparecía como por arte de magia, sin importar lonprofunda que fuera. Nos recuperamos inmediatamente, marchamos a nuestros dormitorios a cambiarnos las ropas y a descansar.
(...)
Era la hora del almuerzo yo me senté junto a Mint quien empezó a molestarme diciendo "Mmmmm Briel" "Se gussssstan" "Mmmmm dame un besito muac muac". Y como si la estuvieramos llamando, Briel apareció.
- ¿Discul....pen me puedo sentar con ustedes?
-Si, claro.- respondí.
Mint me elevó una ceja y me guiño.
-Siéntate junto a Yazzi.- Respondió Mint.
-V...Vale.
-¿Que clase de poder tienes?- le preguntó Mint.
-Pues... es "Postrera plegaria".- Respondió dudando.
-¿Y eso cómo es?- Indagé.
-Cuando estoy a punto de morir, el último deseo de la persona que hable por última vez se cumple- se sonrojo- y se que desea a través de un beso.
-¡Ohh! eso explica todo.- Musitó Mint.- Es como si yo te estoy hablando, deseo un helado y justo tu estas cerca de morir.
-Aja- afirmó Briel.
-Entonces tú rápidamente te mueves hacía mí para besarme.-Continúo la ojiazul.
-Exacto- Confirmó la otra.
-En cuanto me besas sabes que desee un helado y haces lo que sea para cumplirlo. En cuanto lo consigues vuelves a la normalidad,¿Cierto?-Finalizó.
-Cierto. Y el deseo de Yazzi era darle una paliza a Chris.-  dijo extrañada.
Mint la miró, de su dedo formó una pequeña aguja de hielo. Parecía muy afilada. Le apuntó al corazón y le disparó. Me sobresalte <<¡Mint intentó matarla, que coño haces Mint!>> pensé... pero inmediatamente Briel saltó del banco y besó a Mint, como unos 30 segundos, la soltó, se paró sobre la mesas y gritó:
-¡Amo a J&J!- sus ojos parecían estar fuera de sí, pero luego de terminar la oración volvió en sí.
-Wwoooow!! funciona.- gritó emocionada Mint.
-Pues claro que funciona, acaso no me creías.-Puso los ojos en blanco Briel.
-¿Qué deseaste Mint?
- Que diga el nombre de la persona que más le atrae, yo pensaba que era en tí, pero me equivoque, era imposible de que le atraigas a alguien.- ME respondió la pelinegra.
-Nad-die se tiene que enterar que ten-tengo este poder sino…-LA pobre quedó con la palabra en la boca.
Un estruendo se escuchó en una de las mesas de la cafetería, una pelea.
-¡Que raro! Una pelea.- Dije con sátira.
Un chaval de clase A desafiaba a una chica de clase SS. Pero observe bien a la fina señorita impasible ante el robusto joven. Parecía tan tranquila. Tenía un fino vestido con bordados por todo su alrededor, unos zapatos de charol antiguos, unas medias que le llegaban hasta las rodillas, cabellos azabaches, ojos tan profundos y azules como el océano, eran tan baja, quizás como mucho media 1,55, parecía una niña pero con tetas. Cuando de sus carmesís labios se escaparon algunas palabras:
-No quiero hacerte daño, por favor no pelees conmigo.- Apenas se la podía oír.
El joven cayó al suelo inmediatamente y se arrodillo. Sus ojos parecían haber visto la peor pesadilla de su vida. De repente, la señorita toco su frente y le sonrió. El chico la volvió a sonreír como si fuese su salvador.
Yo sentí un imponente poder con su presencia y me indagaba <<¿Quién era esa chica?>> Se lo pregunte a mis compañeras. Mint me  dijo que no lo sabía, aunque ella también estaba anonadada, Briel me miro con miedo… Como si lo supiera, pero no querría contarlo.
De la nada apareció J&J y felicitó a la mujercita. Luego, con total desprecio pateo el rostro de joven hipnotizado, para posteriormente susurrarle algo al oído. Algo que nadie pudo escuchar, ni aquel de oídos buenos, ni el lector de pensamientos, nadie. Aún Briel seguía perturbada, la joven se acercó y la abrazó para luego desaparecer.
-¡WAHHHHH!- se escucharon los gritos de Briel y un frenesí de lágrimas caían- Que nadie hable.
No sé cómo supo Mint pero intento matar a Briel, para que prontamente la misma esquivara el ataque y salga corriendo atropellando  todo. Con esos mismos ojos de ayer en la mañana.
Todo el mundo quedó callado. La gran mayoría paralizado.
-¿Quién es ella?- demandó Mint.
-Es un villano.- respondió J&J entrelazándola entre sus musculosos pero no tan voluminosos brazos.
-¿¡Oye, oye!? No debes agarrar así a las alumnas.- Vocifere intentando ocultar mi furia.
-¿Y a los jovencitos si?- me dijo mientras me alzaba.- Cuando crezcas un poquito, ven y háblame ¿si?
-¿Por qué no te achicas tú?- Respondió una Mint fulminante.

Pero el desgraciado rubio teñido desapareció. Todos nos dirigimos a nuestras aulas para educarnos didácticamente. Las únicas clases que me gustaban era la de la heroína Pelimeran, era una mujer muy inteligente, delgada, alta, de largos cabellos rubios casi blancos, con algunos mechones blancos naturales. Amaba escucharla, era muy sabia, nos daba consejos de vida. Ella creía en mí, creía que yo podría ser mejor héroe que cualquier otro. Creía que para ser héroe no se necesita un superpoder, sino que un supercorazón, una supervalentia, eso era lo que formaba al héroe. Un coraje que otros no tenían.
Al finalizar comimos la cena, yo como siempre junto a Mint. Cuando, escuchamos por nuestros cerebros la voz de la secretaria Maricla.
-"A partir de mañana, la señorita Briel Forts Crytsjoyut, formará equipo con los jóvenes de la clase A. Sin más, queda sobreentendido el comunicado. Gracias".- Se escuchó  esa voz tan robótica.
Pero no vi a Briel en ningún lado, es mas no la vi desde que utilizo “postrera plegaria”.
-¿Sabes dónde está?- me preguntó Mint.
-No, no lo sé ¿y tú?
-Menos.- Siguió tomando su jugo.

Al terminar la cena nos fuimos a duchar y luego a dormir. Yo solía entrar a mi habitación una vez que todos se hallan dormido, para luego descansar sin que me moleste.
Al dormir, soñaba cuando era pequeño y mi madre me llevaba al doctor para que me hagan radiografías para saber que poder desarrolle. Pero no tenía ninguno. Cuando ya todos perdieron la esperanza de que tenga algún poder, mi madre venia y me abrazaba, pero sus lágrimas brotaban de sus ojos miel, de sus secos labios salían melancólicas palabras que se disculpaban por no creer que podía ser un héroe, se disculpaba porque yo no podía ser un héroe. En esa parte del sueño caigo en un enorme vacío al cerrar mis ojos, para prepararme para despertar. Pero algo nuevo sucedió, de mi pecho brillaba un pequeño collar, el cual, iluminaba una luz fucsia muy oscura. Al verlo me acorde que mi difunto padre tenía uno igual colgado en su cuello. De pronto, ese brillo se hizo tan intenso que desperté. Mire mi pecho y el collar estaba allí. Jamás tuve un collar y menos de ese tipo.


Hola! Si te gustó esta historia síguela.
La actualizo todos los viernes.

FanUmaru

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