Capítulo XIII: ¿Ilusiones?

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Me desperté, de a poco abrí mis pestañas. Estaba acostado en una camilla, todo mi al rededor era blanco. Moví mi mano y sentí una cabellera suave. Por ende supuse que era de una chica, con dificultad me levanté y observé que era Lina.  Sin despertarla de su plácido sueño, me levante de la cama y me dirigí a la puerta, la misma tenía un código de seguridad. Para poder salir debía ingresar 6 dígitos así que empecé con números al azar, pero luego, lo hacía en coordenadas, primero 000001, error, no era el número y la puerta tardaba 10 segundos en saber si el código era correcto o no. Probé poner hasta llegar al 400300 y me di cuenta de que era en vano, así que regresé a sentarme en aquella cama.

Lina roncaba, parecía un bagre de tan abierta que tenía la boca, su cabello estaba completamente enredado y su aliento apestaba. Pero aún así se veía bien. Sus pestañas parecían más largas cuando cerraba sus ojos. La recosté completamente en la cama sin despertarla y la tapé con las sábanas, debió tener un buen sueño para no despertar. Cuando intenté pararme ella estaba abrazada de mi brazo, si me movía se levantaría, por ello me quede y me arrimé a la castaña. Subí mi brazo que estaba desocupado y lo miré. Estaba casi agotada la pulsera de energía, eso explica mi completo cansancio. Mi cuerpo me pesaba, lo raro es que no había usado para nada mis energías, yo solamente me dormí. En un momento mis párpados pesaban y el sueño me venció.

(...)

-Eii!!-Sentí que me agitaban.-Levántate, vamos!!!- ME forcejeaban.

-Qué quier- Vi a quien me intentaba despertar y era una niña idéntica a Lina, algo así como una mini ella.-¿¿¿¿¿¡¡¡Quién eres!!!?????-Exclamé.

-Soy Lina, pero del pasado. Anda tío Levántate, te dormiste todo.-Insistió.

-¿Dónde está Lina?-Indague.

-Espera un momento.- Salió sin introducir ningún código.

Ahora yo estaba sólo, en la misma habitación. ¿¡Dónde demonios se habrán metido los chicos!?

-¡¡¡Yazzi!!!- Saltó rápidamente a abrazarme la castaña.-¡¡¡Despertaste por fin!!! No sabes el miedo que tenía.- Se separó de mí y tomó un respiro.-Disculpa estoy agotada. No podemos perder más tiempo, nos debemos ir.

-¿Irnos?¿A dónde?- La miré a los ojos.-¿Dónde están Mint y Joles?

-Yazzi,-Me tomó de los hombros.- estuviste en coma 14 días, yo soy la única que se quedo contigo en el pasado. Mint y Joles volvieron rápidamente al pasar el tiempo de los 15 días. Yo me quedé contigo ya que estabas muy decaído. Ahora debemos volver, estoy casi sin fuerzas, utilicé más energía en estos dos últimos días que me tuve que quedar contigo.-Tomó mi mejilla.

-Pero, ¿En dónde estamos?- Interrogue.

-En la casa de mis padres. ¿Tienes idea de lo peligroso que es quedarme aquí? Debemos irnos antes de que ocurra otro imprevisto.-ME sonrió fríamente.

-¿Otro?- Arqueo mi ceja.

-No importa, te lo explicaré todo cuando volvamos.-Tomó mi mano y se paró, forjandome a hacer lo mismo.

De pronto, entró un hombre alto, de ojos oscuros, cabello ondulado y corto del mismo color que el de Lina, por ende, supuse que era su padre. Estaba vestido muy elegante y tenía el porte perfecto. Al pasar, me fulminó con la mirada, parecía que me odiaba. Entonces, Lina lo fusiló con sus ojos. Sentía que estaba en una guerra. El ojinegro, expandió una mano e hizo un portal, era como el de Lina pero más grande y parecía más profundo, como si la galaxia se concentrará allí. Y en el centro un pequeño hoyo negro, que al parecer no tenía fin.

-Adiós, saluda a mamá por mí.-Dijo abrazándole a aquel hombre.

-Cuídate, hasta nunca. Nunca olvides que te queremos.- Mencionó aguantandose las lágrimas al igual que Lina, quien ya había saltado al hoyo.

Héroe sin poderes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora