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Melody's Pov's..

-Tengo miedo de cambiar quien soy.-Admití mirando mis manos nerviosamente.

Hanna dejó de maquillarse para clavar su mirada en mí.

-Todos cambiamos. Nunca seremos las mismas personas que éramos hace cinco años; tal vez, ni siquiera somos igual que hace cinco días.-Suspiró mordiendo su labio inferior.-De eso se trata la vida; de movernos, de estár en constante cambio y seguir avanzando. Evolucionar. Sólamente así es como aprendemos y crecemos como personas.

-Yo.. Agh, lo sé.. Pero no quiero que todas éstas cosas que se me están viniendo encima me hagan cambiar, ¿Entiendes?

Hanna asintió.

-Claro que entiendo, pero debes saber que con o sin todo ésto vas a cambiar, amiga mía.. Más de lo que ya lo hiciste.-Dijo Hann volviendo a maquillarse.

Suspiré pesadamente.

-¿Creés que he cambiado?

-Bastante.

Fruncí mis labios.

-Yo..

-Vé a cambiarte, son las siete treinta. Pronto llegarán las chicas.-Me interrumpió Hanna viendome a través del espejo del tocador.

Bufé.

-Está bién.-Dije caminando hacia mi armario para buscar algo apropiado para la fiesta.

Saqué un vestido negro ceñido hasta la mitad de los muslos con escote de corazón junto con unos tacones del mismo color del vestido.

Caminé hasta el baño con el vestido y los tacones en la mano.

Una vez dentro cerré con seguro y me quité la toalla que traía puesta.

Me puse el vestido y calsé los tacones.
Una vez lista tomé mi plancha para el pelo y lo alisé posicionandolo en mi espalda y en mis hombros.

Cuando terminé guardé la plancha y salí del baño.

-Guao.. Por tí me hago lesbiana, eh. Así que anda con cuidado.-Bromeó Hanna mientras se calsaba sus tacones.

Reí.

-Sales con cada ocurrencia tú.-Hablé mientras tomaba mi labial rojo de mi bolso.

-Igual me amas.-Rió.

-Por desgracia sí.-Dije pintando mis labios.

Hanna rió.

-¿Lista?

Asentí.

-Anne mandó un mensaje, ya vienen para acá.

-¿Cómo? Anne no tiene tu número.-Dije aplicando rubor en mis mejillas.

-No, pero el tuyo sí.-Dijo Hann riendo.

-Se me olvidaba que sabes mi clave.-Reí.-La cambiaré luego.

-Sí, claro. Por cierto, ¿Quién es Nate?

-¿Qué? ¿Por qué lo preguntas?-Dije recordando al chico de la universidad con linda sonrisa.

-Porque te envió un mensaje.

-Oh, ¿En serio?

Hanna asintió.

Tomé mi teléfono que se encontraba tirado sobre la cama y lo revisé, y efectivamente tenía un nuevo mensaje de Nate.

Desconocido: Hey, Melody. ¿Cómo estás? Soy Nate, el chico de la uni.

Melody: ¡Nate! Hola, súper y ¿Tú? Te recuerdo, no hace falta poner eso. Nunca se me olvidaría el chico que me lanzó de trasero al suelo, haha.

Respondí y bloquee mi celular.

-¿Nos vamos? El auto de Anne ya está abajo.-Habló Hanna mirando por el balcón de mi habitación.

Asentí y guardé mi celular en mi pequeño bolso.

Junto a Hanna caminamos hasta el ascensor y bajamos.

Segundos después salimos del ascensor y caminamos hasta la puerta principal.

Hanna me detuvo antes de salir y me miró.

-El mañana no importa, el mañana no existe. Nos divertiremos sin importar nada, el mañana para nosotras ya no existe.-Susurró Hanna con una sonrisa en su rostro.

-El mañana para nosotras ya no existe.-Repetí con una sonrisa.

Hanna asintió y abrió la puerta principal para luego salir al encuentro con Anne y las chicas.

-El mañana no existe.-Susurré y salí por la puerta principal cerrandola detrás de mí.

-¡Guao.. Te vez preciosa, Mel!-Gritó Sam en cuanto me vió acercándome hacia ellas.

Reí.

-Tú no te quedas atrás, Sam.-Sonreí mirando su vestido rojo ceñido con transparencia.

Sam rió y se sonrojó.

Reí y me subí junto con las chicas en el auto de Anne.

Quedé de copiloto mientras Sam se subía de piloto y Anne junto con Diann y Hanna se subieron en la parte trasera.

Sam Partió y Hanna junto con Anne reían sin parar y hablaban de sus cosas en común.

Reí y miré la parte trasera donde iban mis amigas.

Dianne miraba por la ventana tristemente y las chicas como anteriormente dije reían como locas.

Suspiré y me dí la vuelta.

-¿Has hablado con Peter?-Habló Sam mirando la carretera.

-No, no quiero verlo jamás.

-¿Por qué? ¿Qué es lo que te molestó de verlo con esa chica? El te dijo que tenía novia.

-Lo sé, pero de igual forma me molestó. Él fué lindo conmigo cuando a los demás les daba igual como estaba. Él me hizo olvidar todos mis problemas y sacó mi lado aventurero y rebelde.. Sólo, me decepcionó lo que ví ese día.

-Habla con él.

-No sé si pueda.-Admití.

-¿Por qué?

-Cada vez que estoy con el mi mente y mi cuerpo reaccionan de forma diferente, me dejo llevar por la situación. Sus labios y su sonrisa me hipnotizan. ¡Dios! No quiero sentir eso.

-Te gusta.

-No, no me gusta.-Dije tratando de sonar firme.

-Deja de negarlo, Mel, el te gusta y tienes que admitirlo.

-No quiero que me guste, no quiero sufrir.-Susurré.

-A veces uno tiene que sufrir para poder ser feliz, Mel.

Suspiré pesadamente.

Sam tiene razón.

A veces uno tiene que sufrir para ser feliz.

Cerré mis ojos y traté de sacar a Peter de mi cabeza.

Pero no lo logré.

Mi Estúpido Boxeador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora