Melody's Pov's..
—Muchas gracias, de verdad, Mel.—Dijo Hanna tomando mi mano.
Luego de un largo viaje junto a Jake, llegamos a Londres en donde mi mejor amiga nos esperaba con una amplia sonrisa.
Me limité a sonreír y besar su mejilla.
Hanna manejaba lento camino a casa y mis ansias por llegar me ponían nerviosa.
—¿Puedes ir más rápido?
Hanna asintió y aceleró el auto.
Minutos después llegamos a casa y salí corriendo hasta mi habitación.
Necesitaba una ducha urgentemente y cargar mi celular.
Abrí la puerta de mi habitación y me adentré en esta.
Encendí el interruptor de la luz y me di la vuelta para dejar mi bolso sobre mi cama.
—Hey, ¿Dónde estabas, muñeca? Ayer te estuve esperando pero no llegabas.
Di un pequeño salto por el susto de Peter.
Se encontraba sentado en mi cama con una cara no muy agradable. Se veía enfadado.
Mordí mi labio inferior nerviosa.
Hanna no le dijo nada.
—Estaba en casa de una compañera de la universidad estudiando.—Mentí.
Peter frunció su ceño.
—¿Por qué no me lo dijiste?—Dijo levantándose de la cama acercándose hasta mí.
Su cercanía me ponía nerviosa.
¿Por qué estoy dándole explicaciones a Peter?
El y yo no somos nada.
Suspiré pesadamente.
Ese pensamiento me rompió el corazón.
—¿Muñeca?—Susurró Peter en mi oído.
Me estremecí.
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal.
—¿Qué?—Pregunté mirando sus labios.
Su cara estaba muy cerca de la mía.
Sólo milímetros faltaban para acortar la distancia.
Su respiración chocó contra mis labios.
Peter posicionó sus grandes manos en mi cintura atrayéndome más hacia su cuerpo.
Si es que eso se podía.
Peter acortó la poca distancia que nos separaba y juntó sus labios con los míos.
Al principio no respondí al beso.
¿Por qué? No lo sé.
Aunque lo deseaba, no le seguí el beso.
Peter siguió moviendo sus labios mientras yo aún estaba paralizada.
¿Qué me pasaba?
Peter mordió mi labio inferior.
Dí un pequeño salto por la sorpresa.
Reaccioné y le seguí el besó rápidamente.
Nuestros labios se movían a un compás perfecto, como si fueran dos piezas de un rompecabezas que encajaban perfectamente.
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Mi Estúpido Boxeador.
Fiksi RemajaNo tenía pinta de boxeador, pero era el único que me decía verdades como puños, por eso caí al primer golpe..