(23) Sin sol.

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¿Qué ves ahí?
"¿Dónde dónde?"
Pues ahí en el cielo
"Un sol radiante en este lindo día"

Hacía frío, mucho, donde los solitarios sentían a la muerte en persona y los felices admiraban su cuerpo cambiar de temperatura con sólo un abrazo que recibían; cada quien a su modo interactuaba con el frío, unos lo amaban, otros buscaban calor para no morir de hipotermia, y a los que sólo miraban gris el mundo les daba igual. No habían copos de nieve que cayeran con la delicadeza de mil pétalos de flores blancas, pero si se encontraba presente una lluvia torrencial, era como los sollozos de una pequeña niña que sufría la pérdida de un ser amado, ¡Pobre niña de rizos castaños! Perdió lo que más amaba en todo el mundo, a su sabio y cariñoso hermano de ojos color café como el chocolate, tan hermosos y cambiantes según su humor y la propia iluminación. La niña sufría, ahogandose en sus propias lágrimas de sangre, era como si su corazón se hubiera muerto y su alma rota se haya convertido en cenizas... se había ido una parte de ella, una parte individual que la complementaba y la hacía realmente feliz, la protegía y aconsejaba ... ¡Por que se tuvo que irse su mejor amigo! No era un dolor cualquiera, ni la mayor tortura física se podría comparar con tanto sufrimiento de la niña por haber perdido a su única esperanza.

Sueños PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora