Consejo

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"Huir no es manera de resolver un problema. Puedes correr tan rápido y lejos como quieras, pero lo cierto es que por más que corras, el problema seguirá ahí." – Cecelia Ahern


Capítulo 16: Consejo

1.-

La risa de Mosegi se podía escuchar hasta la frontera de Egipto dado que frente a él se encontraba Asim con los cinco dedos de la mano de Sagira bien marcados en su mejilla izquierda. No habían discutido mucho, después de haberse tomado el tiempo de contarle todo el asunto de "Chatnoir y Ladybug" y de que ella le curara las heridas con ayuda de la Kwami roja ella le gritó muy fuerte y se ganó una gran bofetada por no haberle contado el mismo día en que se enteró de que ella era Ladybug.

Suspiró ante el recuerdo mientras se colocaba mucho mejor el trocito de carne que Azuza le había entregado para quitar la marca de la mano de su mejor amiga, a veces pensaba que o Asim estaba muy enamorado de Sagira o era muy Masoquista, porque el azabache era uno de los pocos que aceptaba a Sagira tal y como era.

Mosegi siguió riendo ganándose un golpe en el hombro de parte de Asim.

─ Hombre, ¿Por qué Discutieron? ─ Preguntó su mejor amigo, secándose las lágrimas imaginarias por culpa de la risa que llevaba más de diez minutos teniendo.

─ Por nada, A mi novia y a mí nos gusta discutir por todo ─ respondió Asim jactándose de decir "Mi novia", como se suponía que era secreto solo lo sabían Mosegi, Azuza y el señor Abasi. Decir las palabras "Mi novia" se sentía tan bien.

─ Apuesto que discutes solo porque te gustan las reconciliaciones ─ Dijo Mosegi con un tono coqueto moviendo las cejas de arriba hacia abajo ganándose otro golpe de parte de Asim - ¡Hombre que era solo una broma!

Asim rodó los ojos (Gesto que le había pegado Sagira) y se acomodó el trozo de carne con las mejillas sonrojadas, Mosegi siempre había sido un tanto...coqueto antes de casarse por lo que no le extrañaban ese tipo de comentarios de vez en cuando.

Azuza entró a la habitación con una trenza agarrada a su larga cabellera, les ofreció algo de comer y suspiró al ver la mejilla de Asim.

Sagira nunca iba a cambiar.

─ Fue un gusto verlos ─ Dijo el chico levantándose de la butaca devolviéndole el trozo de carne a su amigo que se levantó a la vez para golpearle el hombro riendo

─ ¿Vas a casa? ─ Preguntó la muchacha ofreciéndole un aperitivo

─ Si, ya sabes, cosas estúpidas de parte de mí tío que debo hacer ─ Se levantó de hombros despidiéndose del joven matrimonio con una reverencia con la cabeza y antes de salir por la puerta recordó el encargo que había tenido de parte de su escarabajo ─ Por cierto, Azuza. Sagira quiere que vayas a su casa, no se la razón.

─ ¿Ahora eres mensajero? ─ Preguntó su mejor amigo con tonó burlón ganándose un insulto de parte de Asim, que se fue riendo de la casa del joven matrimonio.

Azuza se cruzó de brazos sonriendo, Sagira nunca la mandaba a llamar y si la necesitaba era porque era algo importante, quizás tenía pensado casarse con Asim o mejor aún escapar juntos ¡Ojala los dioses escucharan sus plegarias!

Sintió los labios de su marido en su cuello y soltó una risa nerviosa, que al muchacho le fascinaba.

Quizás soñaba demasiado.

2.-

La chica de melena pelirroja sonreía ante el espejo que le había proporcionado uno de los sirvientes del faraón, observó el anillo que tenía en su dedo desde hace unos días y no pudo evitar soltar una pequeña risa traviesa.

Eres mi mala suerte - Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora