Celos

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-Obligame

-P-Pero que...

-¡¿A-Akashi?!

Y allí se encontraban los cuatro chicos, en la escena mas tensa que se les pudo presentar.

Un peliazul a punto de golpear al atacante de su novio. Un pelirojo intentando calmarlo y un peliceleste apreciando con indiferencia el panorama. A excepción de aquél pelirrojo que le robaba miradas, algo en el lo había cautivado, pero ¿El qué?

-¡Te voy a matar maldito!.- gritaba el de tez morena lleno de ira queriéndose zafar del agarre de su novio.

-¡Aomine, no! No llegues a tales extremos.- intentaba calmarlo el pelirrojo mas alto.

-Como quieres que me calme después de lo que hizo. ¡¿Es que te gustó acaso?!

-¿Que? Claro que no pero, no quiero verte tras las rejas por lo que vallas a hacer.

-Esta bien Taiga. El jamás se atreverá a tocarme un pelo mientras se lo prohíba.

-Y quien crees que seguirá tus ordenes maldita fresa.

Logró soltarse del agarre que mantenía su novio y de inmediato se lazó a golpear al León. Todos sus golpes fueron esquivados hasta que lo estampó contra el suelo, allí ya no había escapatoria.

Recibió 3 golpes en el estomago y otros cuantos en la cara hasta que el peliceleste empujó a su agresor poniéndose entre ellos y parando la pelea.

-Ya está bien Aomine-kun. ¿Realmente piensas matarlo? Recapacita y ve lo que tienes delante.- se mostró frío ante la acusación, pero su semblante notaba un pequeño toque de preocupación y tristeza.

Aomine se quedó pensativo y Kuroko aprovechó, se dio vuelta arrodillándose hasta quedar de cara al atacado.

-Gracias Tetsuya.

-No hay de qu... ¿M-me dijiste T-tetsuya?

-Si, ¿ese es tu nombre no?

-mm..- asintió.

-¿Como puedo recompensarte tu ayuda?

-No hay nada que recompensar.

-Dime que quieres.

-Eso no...

-¿Tal vez una cita?.- lo miró insinuante.

-¿Que? Ah.. yo..- un pequeño sonrojo se formo en sus pálidas mejillas.

-Que lindo eres Tetsuya.

Mientras los dos chicos conversaban, al otro lado de la habitación se encontraba un peliazul pensativo y enojado.

-Aomine..- le habló el pelirrojo llamando su atención.

-Dime

-¿Porque no te detuviste cuando te lo pedí?

-Quería golpear a ese maldito por lo que hizo, y tu no me ayudabas para nada.

-No te voy a ayudar a lastimar a nadie.

-¿Entonces estás de su lado? ¿Realmente te gustó el beso?

-¿Pero que? No he dicho nada de eso. ¿Es que no confías en mi?

-...- quedó en completo silencio, sabía que si seguía diría algo de lo que se arrepentiría.

-Hablame Aomine.

-No quiero.

-No empieces. ¿Quieres llegar a algo con esto?

-Quiero que dejes de hablar.

-Pues no pienso hacerlo. Dame una respuesta Daiki. ¿Realmente no confías en mi?

-Si confío en ti. No confío en él.

-Ahh.- soltó un sonoro suspiro.- Bien.. te dejaré pensar. Dime cuando te tranquilices.

Tomó su billetera, celular, llaves y abrigo y salió de la casa.

Aomine no sabia como reaccionar a lo que acababa de decir su novio. Se había ido y no volvería hasta que él se lo pidiera. O eso había podido entender.

-Daiki

-Ya te he dicho que no me llames así.

-Bueno, a lo que voy. No me arrepiento de lo que hice y no pienso disculparme.

-Akashi-kun...

-....Esta bien. No pude evitar escuchar lo ultimo de su discusión. No creo que Taiga vuelva al zoológico, y si no tiene suficiente dinero para un hotel solo le queda una opción, pero no te gustará.

-....Te escucho.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

-....Hola Tatsuya.

-Volviste Taiga.

-...

-Ven aquí.- dijo el pelinegro palmeando sus piernas en un ademán de incitarlo a sentarse en estas.

-Tatsuya, solo me quedaré hasta que Aomine llame.

-Hmm, si me enteré. Es ese policía ¿Verdad? Bien, pero solo te daré 3 días.

-Gracias Tatsuya.

-No te preocupes Taiga. Te lo debo. Además, tenemos mucho de que hablar.

-Cuentame, hermano.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

-¿Estas seguro de lo que dices?

-Me preocupa Taiga, no mentiría con algo como esto.

-Esta bien, te daré tregua por esta vez. Ahora dime.. ¿Donde puedo encontrarlo? Traeré a Taiga de vuelta de inmediato.

-Espera un momento, ¿Realmente crees que es lo mejor? Él cree que no le tienes confianza, si vas por el podría empeorar las cosas.

-Pero no puedo dejarlo con ese tipo, podría hacerle algo.

-Taiga es fuerte, el tigre más fuerte que conozco. Además es su hermano, no creo que valla a hacerle daño. Demuéstrale que confías en él.

-¿Que te pasó? Hace unas horas estabas besando a mi novio y ahora me aconsejas. ¿Te pegué muy fuerte?

-Supongo que encontré una mejor y mas linda ambición.- dijo mirando tiernamente al peliceleste a su lado, sonrojandolo.

-Te atreves a hacerle daño y no volverás a ver la luz del sol.

-Aomine-kun....

-Tetsu, eres mi mejor amigo. Tal como se que matarías a Taiga si me daña yo haré lo mismo con la teñida.

-No lo mataría Aomine-kun. Te mataría a ti por haberlo causado.

-¡¿Porque supones que yo seria el culpable?!.- alegó ofendido.

-Porque eres tu.

-Jajaja. Cada vez me encantas más Tetsuya.- dijo entre risas el pelirrojo.

-Ya ya. Paren los dos. Lo importante ahora es Kagami, dime igual la dirección, debo estar al tanto de donde se encuentra.

-Eso suena muy psicópata de tu parte Daiki.

-Al parecer lo yandere es contagioso, Akashi-kun.

Definitivamente el peliceleste no sabía a que se enfrentaba. O tal vez, ¿Si lo hacía?

De lo que si podía estar seguro, es que sería un peligro del que no se arrepentiría enfrentar.





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