León

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-Grrr....

-Hey, vamos.... no te quejes.

-¡Me duele como el mismo infierno Ahomine! Eres un bruto, ¿Como quieres que no me queje?

-Eso no decías anoche... Cuando me pedías más.- dijo con mirada pervertida.

-¡Cállate!- como siempre logra sonrojarme hasta las orejas.

-Jeje. ¿Quieres darte un baño antes de desayunar?

-Si...

-¿Nos bañamos juntos?- preguntó acercándose peligrosamente a mis labios.

-Me tocas y te mato.

-Bien...- susurró cabizbajo.

Me llevó en brazos al baño para depositarme en la tina ya llena con agua, siempre tan precavido.

Después del relajante baño me vestí casual y bajé a tomar desayuno.

-¿Ya estás mejor?

-Sip

-Me alegro... Toma rápido tu café o se enfriará.

-Bien~

Terminamos de tomar desayuno y me dirigí a la puerta, ya se acercaba la hora de ir a buscar a Akashi y prefiero no llegar tarde o quién sabe como se pondrá.

-¿Ya te vas?

-Si, es mejor no hacerlo esperar.

-¿Por qué?

-Tiene un temperamento un tanto... complicado.

-Hmm.. bien. Ten cuidado.

-Si, gracias.

Salí cerrando la puerta tras de mi. No parecía muy feliz, espero que no esté enojado... me preocupa.

Comencé a caminar dirección al zoo, llevaba 15 minutos de anticipo así que pasé por helado al un local cercano, también compré uno para Akashi. Es mejor ser precavido.

Llegué a mi destino dirigiéndome de inmediato al lugar donde debería encontrarlo. Pero para mi sorpresa me esperaba tan solo a unos pasos de la entrada.

-Llegas justo a tiempo Taiga.- me dijo con una sonrisa.

-No quise hacerte esperar.- le respondí de igual manera.

-Así me gusta. ¿Vamos?

-Claro. Ah.. Ten, te compré un helado de camino.

-Que considerado, gracias.

-No hay de que.- le dije feliz. Me alegra que lo aceptara.

Nos encamine hacia la casa, la mayoría del trayecto conversamos trivialidades, me contó varias cosas que ocurrieron en el zoo tras mi ausencia. Extrañaba hablar así con el.

-Ya llegamos.

-Mm... no está tan mal.

Abrí la puerta indicándole que pasara. Ya adentro dejé las llaves y mi billetera sobre el pequeño mueble a un lado de la puerta.

-¡Ya llegué!

Anuncié mi llegaba y seguido escuché una voz que me hizo saltar del susto.

-Bienvenido Kagami-kun.- saludó Kuroko de la nada.

-¡Kuroko! ¿Cuando llegaste ahí? Que susto me has dado.- Akashi se mantenía calmado, no se como no se asustó.

-Estoy aquí desde antes que entraran. Por cierto... ¿Nos presentas?

Mi TigreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora