CAPITULO 4

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Me hinqué sobre él, tomé su pulso era peligrosamente lento, casi imperceptible. Supongo que fue en ese momento cuando perdí la cordura, cuando reaccioné, me encontraba manejando a gran velocidad con la cabeza de Kellin sobre mis piernas, rogándole que aguantara, que el hospital estaba cerca. Toque su cara, estaba fría, pero aun tenía algo de pulso, me maldecía mas de 100 veces en ese trayecto, por haberle hecho tal canallada, por jugar con él de manera tan despiadada, tuve miedo de despertar sabiendo que ya no estaba más.

Vi pasar mi vida ante mis ojos en fracción de segundos, tan llena de todo, tan llena de nada. Y él como la única luz que lleno el vacío que en este momento. Lo miré, seguía inmóvil y yo desesperado.

Bajé con él en mis brazos casi sin vida, dos enfermeras me lo tuvieron que arrancar, mi estado era el peor y me negaba a soltarlo, por temor a que lo lastimasen más de lo que yo mismo ya había hecho. 

Entraron en un cuarto y me cerraron la puerta en la cara, me senté en un rincón, mis manos temblaban en forma excesiva, intenté sacar un cigarrillo, para calmarme. Una enfermera un tanto ofuscada me lo quitó apagándolo ante mis ojos.

Los médicos entraban y salían sin decir nada, mis nervios estaban al borde del colapso, porque no me decían lo que sucedía de una vez. Una mujer de igual contextura que él, entró corriendo; seguida por cuatro niños; su hermana supuse.

-Dígame por favor ¿Cómo esta Kellin? -Preguntó su hermana Emily muy preocupada.-

-Estamos tratando de estabilizarlo.

-¿Se salvara?

-Él es fuerte Emily, mira cuanto ya soporto en su corta vida. -Al parecer se conocían bastante bien.-

-Es injusto. -Comenzo a llorar. -¿Por qué él? Hay miles de personas ahí fuera, ninguna con un alma tan noble como Kellin.

-No llores, tienes que ser fuerte, por ellos. -Miro a sus hijos. -Y más que nada, él te necesita.

-Yo s-solo, tengo miedo, cada vez que cae, pienso que será la última, es mi hermano, me duele saber que... -Se quedo callada.-

-No lo digas, no aún. -La calmó la enfermera dándole unas palmaditas en la espalda.-

Me quede temblando más que antes al escuchar esto, no podía ser.  

Hablaban como si él estuviese por... No. 

Me negué a pensar esa posibilidad, todo debe tener otra explicación pensé. Solo un desmayo, intente convencerme. Despues de varios minutos, el médico salió dignándose a dar las explicaciones que tanto necesitaba. No me acerqué, por temor a que notasen en mi cara que todo fue mi culpa, un capricho, una estúpida broma, que sin querer cambiaría para siempre mi vida.

-Emily. -Exclamo abrazándola. -Lamento que tengamos que vernos siempre en situaciones tan amargas.-

-¿Como esta él? Dígamelo de una vez.

-Ha tenido un ataque cardio-respiratorio, lo que hizo empeorar las cosas.

-¿Eso quiere decir que Kellin puede morir?

-Esta muy débil, su corazón no soportaría otra intervención quirúrgica.

-No, no me diga eso. -Calló de rodillas al suelo, gritando y llorando a más no poder.-

Uno de sus hijos el mayor, de aproximadamente 10 años, abrazó a su madre tratando de tranquilizarla, me sorprendió ver tanta fortaleza en un niño de tan corta edad.

Mas tarde me daría cuenta, que no era más que la fiel copia de Kellin, podía parecer indefenso y frágil a simple vista, pero su fuerza interior, era inmensa.

Mi Único Amor [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora