Mi Único Amor [Kellic]

CAPITULO 5

No quería que lo notara, que se diera cuenta que ya me tenia rendido ante su hechizo, nuevos sentimientos estaban naciendo en mi, tenia pánico de eso, me sentía acorralado, desesperado, como un niño que da sus primeros pasos y tiene terror de caerse,  así , de esa manera fue como me sentí entonces.

-Si lo estas. -Me dijo con la voz quebrada.-

Sus ojos una vez más derramaron lagrimas por mi culpa, de un momento a otro, su cuerpo comenzó a convulsionarse, abría la boca con desesperación por la falta de aire, aún con un tubo sobre él no podía respirar.

-Lo siento, lo siento. -Dije tratando de calmarlo. -Kellin por favor, lo lamento mucho. 

Me desmoroné, la fría capa de hielo que cubría mi corazón se derritió en ese momento, trate de tomar su mano de nuevo, no pude a causa de los movimientos bruscos en los que estaba inmersa.

Sus ojos quedaron en blanco y uno de los aparatos que la rodeaban comenzó a sonar en forma incesante. La enfermera entro pegando alaridos, que de inmediato atrajeron una dotación de médicos, me arroje sobre él sumido en la desesperación, sin darme cuenta que no hacia más que empeorar la situación, comencé a gritarle que no me dejase que lo necesitaba, pronto mis propias lagrimas bañaron su rostro. Quedo inmóvil, sus ojos se cerraron y sus brazos cayeron a los costados haciendo que las agujas que allí tenía incrustadas se desprendieran. Mi desesperación aumentó, lo tome de los hombros sacudiéndolo con fuerza, quite el respirador de su cara, lo bese, buscando la dulzura que antes encontré en ellos, no respondió, parecía un muñeco, parecía muerto.

-¡Kellin! -Grite,  entre varios enfermeros lograron quitarme de encima de él, uno de los doctores golpeó su pecho varias veces, antes de intentar la reanimación con uno de esos aparatitos que frecuentemente vemos solo en películas o series medicas. Emily entro, derramando el café que traía en su mano al ver el estado de su hermano.-

-Kellin no. -Me miró con odio, sabía que una vez más yo era el causante de su estado. -No le des el gusto, yo te necesito, ellos te necesitan. -Continuo en medio de lagrimas. -¿Quien los llevará al parque?  ¿Quién les leerá cuentos? ¿Quién los va malcriar? Somos una familia, Kellin, no... Todavía te falta vivir más, tienes que luchar, hazlo por ellos, por mí, te amamos.

El artefacto que marcaba su ritmo cardiaco volvió a sonar, mostrando sus latidos escasos, pero existentes, lo más importante. Volvió a abrir sus ojos, él la abrazo con delicadeza, susurrándole cosas que no llegue a comprender, esbozo una especie de sonrisa, la cual se borro al verme, intente hablarle decirle que tenía razón, estaba arrepentido, pero un nudo se formo en mi garganta enmudeciéndome.

Quise acercarme, tocar aunque sea un dedo suyo, hice dos pasos y note como empezaba a agitarse de nuevo, yo no era bueno para él  y comprendí que lo mejor era irme, evitar que le diera un tercer ataque por mi culpa.

Me senté en el pasillo intentando calmarme, estaba muy alterado, Emily, salió mirándome con desprecio. Solo pude bajar la mirada ¿Que mas podía hacer? Enserio merecía todo su odio, su hermano, su única familia, aparte de sus cuatro pequeños, casi muere por mi "pequeña broma"

-¿¡Que haces todavía acá!? ¿Quieres asegurarte de terminar lo que empezaste? No está solo sabes, si lo lastimas otra vez, no dudes que yo misma me voy a encargar de hacértelo pagar, eres una mala de persona, tendrás muchas influencias y mucho dinero, podrás hundirme pero lo que hiciste es de cobardes niños ricos.

-No haré nada en contra tuyo.

-Oh bueno, entonces supongo que tengo que agradecerte por ese gesto tan noble. -Dijo en tono irónico.-

-No pretendo eso.

-¿Sabes que es lo más sorprendente de esto? Él. -Señalo su habitación. -No dejaba de hablarme de un tal Vic, todo el santo día, los oídos me explotaban, pero me gustaba verlo tan feliz. Jamás ni en mi peores pensamientos cruzó por mi cabeza, que ese ser que tanto idealizaba eras tú, solo dios sabe que vio en ti, pero te ama ¿Sabes el significado de esa palabra? No, claro que no la conoces, eres un ser sin sentimientos, tú que vas a saber de amor-