CAPITULO 15 -FINAL-

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Transcurrieron semanas todo en calma, Kellin volvió a su trabajo, como antes he dicho amaba estar rodeado de niños, escuchar sus risas; la vida surgía de él ante cada carcajada regalada por ellos, no me separare de él un solo instante, lo obligaba prácticamente a tomar sus pastillas, ya que no quería saber nada de ellas, estaba cansado, abatido por no poder remediar las cosas, aun así se mostraba con esa fortaleza que lo mantendría hasta sus últimos días.

Intentábamos no hablar del tema, borrarlo el tiempo que podamos de nuestra memoria. Uno de los niños le paso un dibujo para que lo pintase, el pequeño dejo la hoja en su poder y volvió de inmediato donde los demás para continuar con sus juegos. Kellin tomo un color y este cayo de sus manos, probó con otro y sucedió lo mismo. Me miró desesperado al tiempo que las lágrimas bañaban su rostro.

-No tengo fuerzas. -Me susurro mostrándome sus manos. -No me responden.

Las tome y las bese en silencio, no podía hacer nada, ya sabía que esto sucedería, pero eso no significa que duela menos, me partía el alma verlo sufrir, me sentía impotente ante todo, estaba podrido en dinero y de que me servía si no conseguía detener su llanto. De que me servía tener tanto, si lo único que necesitaba se iría pronto de mi lado, dejándome naufrago, perdido, sin nada.

Ese fue solo el comienzo, los síntomas se fueron haciendo cada vez más agudos, sus piernas le fallaban, claro nunca llegaba al suelo por que yo siempre estaba allí para sostenerlo, me dolía cada vez que algo así sucedía, él trataba de darme ánimos, las fuerzas que le sobraban, siempre encontrando el lado bueno a cada cosa que se abatía sobe su frágil persona.

Estábamos yendo a casa de Emily para una cena. Era cumpleaños de los gemelos. Bajamos del auto, caminamos unos pasos y sentí como nuevamente sus piernas le fallaron; lo sostuve por la cintura afirmándolo un poco.

-¿Qué haría yo sin ti? -Acarició mi cara, regalándome una de sus hermosas sonrisas.-

-No digas eso, porque soy yo el que estaría perdido sin ti. -Le di un beso en la nariz, cerró sus ojitos sosteniéndose a través de mi cuello.-

-Volvamos a casa, no quiero que me vean así, solo les arruinaría el día.

-Kellin, ellos te aman, no les arruinarás nada.

-Ya vamos, de verdad, no quiero que se pongan tristes por mi culpa, no lo merecen, no hoy.

-Esta bien, pero vas a tener que recompensarme luego. -Pase mi nariz por su cuello dándole suaves besitos, rió infantilmente, mirándome con aquellos ojos que tenían un poder sobrenatural en mí.-

Regresamos, él triste por no compartir este momento con sus pequeños soles, como solía llamarlos, pero podía más en él esa hermosa virtud de anteponer la felicidad de los demás dejando la suya propia a un costado.

Al llegar a casa, lo deje recostado, ya que sus piernas continuaban sin responderle, le dije que bajaba por algo de comer, pero en realidad era para llamar a su hermana. Le conté lo sucedido y no dudó en venir con la tropa entera, sus pequeños, mis padres y hermano y como no podía faltar Matty, pisaba una baldosa y saltaba Matty, en ese tiempo lo odiaba, hoy es uno de mis grandes amigos. 

Tocaron el timbre. Abrí, y los diablos no me dijeron ni simple Hola.  Me empujaron y subieron corriendo escaleras arriba en busca de su tío.

-Discúlpalos. -Los excuso Emily. -Han estado impacientes todo el día por verlo.

-No te preocupes, los entiendo. -Respondí con una sonrisa, mi mirada fue a dar al pelirrojo. -Matty que raro verte por acá.

-Victor. -Mi familia me abrazó antes que siguiera desprendiendo mi veneno en contra de Matty.-

-¡Ya ni vienen a verme! -Dije fingiendo tristeza, mis padres sonrieron pequeño.- 

Mi Único Amor [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora