Capitulo 2

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La noticia de que un chico nuevo en la aldea con cabello rosado había llegado, llego como pólvora a la aldea, de eso hace días, desde entonces no había salido del hospital Kyo.

Y hoy por fin salía.

Salió del oficio con una camisa de tirantes negra y un short que ni eran suyos. Camino un poco raro hacia su casa, e ignoro las miradas que todas le enviaban.

―¿Tu eres Kyo Haruno? ―pregunto una chica un poco más chica qué ella y de mirada perversa. Tenía una delantera que flipas y se notaba el cuerpazo que tenía. Kyo la miro de reojo con una gotita en la sien.

Asintió temerosa de que esa le hiciera algo.

―¡Kya! Eres súper mono... ―chillo emocionada la chica para despues abrazarlo y poner sus pechos en la cara de Sakura/Kyo ―aunque te pareces mucho a la frentesota de Sakura Haruno, la sin chiste de Konoha ―dice con simpleza, soltando al chico que se encontraba azul. Al escucharla, el muchacho frunce el ceño, empujándola un poco.

―No vuelvas a decir algo así ―dijo con voz más grave y ronca. La chica desconocida casí tiene un orgasmo ahí y pone sus ojos de corazones, ignorando lo que dijo.

―Tu voz es tan sexy ―habla como drogada. Kyo, asustado, salió de ahí saltando de en tejado en tejado.

Llego a su casa y entro en ella, recordando los momentos que tenía con sus padres antes de la guerra.

Suspiro, cerrando los ojos mientras se dirigía al cuarto de sus difuntos padres, entro en él y observo todo con cuidado.

Una cama matrimonial, un closet algo más grande que el de ella, un espejo de cuerpo completo puesto en una esquina –fue capricho de su mama–, la habitación era de un color crema y tenía franjas verdes en la parte superior de la pared. Algunas cosas están regadas, y en un mueble de noche estaba la foto de donde salen ellos tres.

Se acercó a ella, mirando cuando era más joven y sus papas estaban vivos, sonriendo en ella.

Sonrió sin pensarlo y la apretó contra su pecho de hombre.

Recordando que ahora no era Sakura, dejo el retrato ahí y fue al armario abriéndolo viendo que había mucha ropa de sus padres en él.

―Veremos que me quedaría... ―se dijo mirando más al fondo, donde se suponía que su padre guardaba la ropa de cuando era más joven ―esto me gusta ―sonrió agarrando un pantalón de color negro pegado a sus piernas haciéndolas resaltar más, tenía una franja de color rosa pálido a los lados y en la bolsas otra franjita. Tenía un cintillo de color rosa y la típica bolsa de kunai color negra. Una camisa sin mangas de color blanca con cuello, pegada al pecho con el símbolo Haruno en la espalda de color negro. Saco unos guantes tipo ninja hasta el codo de color negros. Las sandalias de color negro altas.

Decidió cambiarse rápido para ir a comer, ya que en el hospital casí no le daban comida buena y recordó que despues de 4 días de no estar en casa, no había casí para hacer algo.

Se quitó la camisa que le dieron en el hospital y estaba a punto de quitarla pero escucho sonidos atrás de ella viniendo de la ventana al lado de la cama, volteo enseguida solo para encontrarse a dos chicas, muy peculiares, mirándolo con un sonrojo grande en la cara. Bajo los brazos para taparse con la camisa a medio camino, y se sonrojo.

―¿Qué hacen allí? ―pregunto nervioso, ocasionando que las chicas tuvieran deleite al verlo así. El cuerpo de Kyo le hacía competencia al de Sasuke Uchiha, pensaron.

Tenía unos pectorales, y un lavadero que a nadie le importaría lavar ahí. Sus cuadros se marcaban pero sin exagerar, lo que más llamaba la atención es el vello que salía del pantalón del hospital, y la marcada V que se asomaba.

Cambio de sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora