13. Llamada inesperada e intimidación.

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Capítulo trece

Llamada inesperada e intimidación.

—¿L-Luke?

Escuché un suspiro aliviado.

—Sí, Ash, soy yo.

Una sonrisa de emoción se plantó en mi rostro y mis ojos se aguaron.

—¿Cómo estás? —preguntó.

—Bien, Bien, Heidi... te extraño...

Los Alpha me miraron entrecerrando los ojos.

—Yo también, rubia... yo también. ¿Recuerdas cuando te dije que te llamaría todos los dias?

Asentí, conteniendo las ganas de llorar.

—Sí...

—¿Por qué no me contestaste los quinientos mensajes y llamadas? —preguntó.

—Ahh, emm... no hay muy buena señal en Berkeley...  —mentí.

—Sí, claro. Ya pienso que nos estás reemplazando, que loco, ¿no?

Solté una risa nerviosa.

—Muy loco, Luke... demasiado loco. ¿Están en la fiesta? —cambié de tema.

—Emm... sí, me estaba aburriendo y me acordé de tí, nena. Los nuevos de Stanford son muy lindos... demasiados para mi gusto.

Abrí los ojos. Si Luke viera a los Alpha...

—Ajam, sí, aquí también... —observé a los chicos quienes ahora se encontraban cruzados de brazos.

—Emm... Ashley, ¿no nos estás reemplazando, no? —sonó nervioso.

—¿Yo? Pff no Luke, ¿cómo crees?

Aaron se me acercó dispuesto a joderme la conversación por teléfono.

Ay no, ay no. Aquí viene su escena que me deja en vergüenza o se pone cargoso...

Se posó detrás de mí y me abrazó, mucho, peor que un koala.

—Aaron suéltame... —murmuré moviéndome como una lombriz.

—¿Eh? ¿Aaron? —dijo confundido Luke.

—No, dije nada, Luke ¿que estás loco o qué? —le pegué un manotazo a Aaron.

Rió y se alejó.

—Escuché una risa, Ashley definitivamente no estás sola.

—Estoy completamente sola, Mitchell... —iba a seguir hablando, de no ser que alguien me tocó el trasero.

Me giré velozmente, encontrándome con un pícaro Brent.

—¡¿Me tocaste el culo?! —grité.

—¿Eh? ¿quién te tocó el culo? —dijo Luke.

—¡¿Le tocaste el culo?! —gritaron Theo, Jordan, Asher, Aaron, Chad, Mike, Byron y Derek al unísono.

¿Asher?

—¡Brent, te voy a matar! —grité.

—¡Brent, cabaste tu tumba! —gritó Chad.

Le pegué un rodillazo en sus partes y volvió a tirarse al suelo, exagerado.

—Nunca en tu vida me toques, idiota. ¡Nunca! —grité.

Chad tomó la escoba y comenzó a pegarle incontables veces.

—Bueno, tus amigos imaginarios son muy reales, Ash, hasta hablan... —dijo Luke.

Me blanqueé.

¡Esto es guerra! © #2 [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora