This is our summer || Stydia

#52

Pequeña aclaración: originalmente, este capítulo tenía más de 4600 palabras, pero me ha parecido un poco largo, por lo que lo he dividido en dos capítulos más cortos. Así pues, publicaré la segunda parte mañana (hacía tiempo que no publicaba dos días seguidos lol). Enjoy.

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No le cuento a nadie lo que acabo de ver. Ni siquiera a Malia. Me gustaría poder hacerlo, de verdad que sí, pero antes quiero comprobar que ese beso entre Stiles y Maddy no es lo que parecía. Necesito que sea así.

Quiero pensar que él no ha tenido nada que ver, que ha sido ella la única en hacer un movimiento y lanzarse sobre sus labios. Tiene que ser así, ¿verdad? Stiles me quiere, me lo ha demostrado muchas veces. Aunque, a decir verdad, nunca me lo ha dicho. ¿Realmente me quiere o es una idea que yo misma me he empeñado en creer?

Fuera. Tengo que apartar esos pensamientos de mi mente en estos momentos. Primero debo averiguar si lo que ha pasado en el baño ha sido un imprevisto. Si ese es el caso, Stiles no tiene por qué ocultármelo. Él me lo cuenta todo; no veo por qué esto va a ser menos. Yo se lo contaría. Creo.

En fin, supongo que siempre hay que dar el beneficio de la duda, así que decido actuar con la máxima normalidad posible, a la espera de que Stiles me diga que Maddy le ha sorprendido con un beso, pero que ese gesto no significa nada y que lo nuestro sigue tan vivo como siempre. Lleno mi cabeza con todas estas ideas porque, sinceramente, cualquier otro escenario me aterroriza.

La hora de la cena transcurre como siempre. Me siento en la misma mesa de siempre, con la gente de siempre -entre los que se encuentra Stiles- y hablamos de lo de siempre. De vez en cuando, le lanzo alguna mirada a Stiles para ver si está nervioso o si por su expresión se pudiera deducir que tiene algo que ocultar, pero nada. Parece incluso más relajado que de costumbre. Cuando nuestras miradas se conectan, me sonríe, a lo que yo aparto la mía rápidamente. ¿Cómo es posible que actúe como si nada hubiera pasado? Aunque, claro está, él piensa que no sé nada, por lo que técnicamente no ha pasado nada.

Al finalizar la cena y tras recoger los platos, Stiles se me acerca despacio.

-Lyds -me dice en voz baja-, ¿quieres que nos veamos esta noche antes de irnos a dormir?

Me pienso la respuesta. Quizá quiere que nos veamos para contarme lo del beso, pero su sonrisa no muestra signos de que esté nervioso por esa conversación. De repente, me fijo en que Stiles mira más allá de mi hombro, a algo que está detrás de mí, y me giro para seguir la dirección de su mirada. El corazón se me parte en dos cuando veo que la persona a quien está observando es Maddy, que acaba de cruzar el comedor. Stiles arruga la nariz y vuelve a centrar su atención en mí, a la espera de mi respuesta.

-Estoy cansada esta noche -digo al fin. Mentira, pero va listo si cree que se va a salir con la suya así porque sí-. Mejor en otro momento.

Dejándole con la palabra en la boca y con una expresión de total desconcierto, me alejo de mi novio y vuelvo con Malia, que ya me está esperando en la puerta del comedor para irnos. Me pregunta con la mirada si ha pasado algo, y yo tan solo niego con la cabeza, dándole a entender que está todo bien. Aunque por dentro no estoy tan segura.

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A la mañana siguiente, me despierto con una terrible sensación de mareo que atribuyo al hecho de que apenas he pegado ojo. Quizá sea una paranoica que está haciendo una montaña de un grano de arena, pero nunca antes me ha pasado nada parecido, así que no sé bien cómo actuar.

Recuerda, Lydia, normalidad. Es un nuevo día, así que todo puede pasar. Veamos cómo se comporta Stiles hoy; si sigue actuando como si nada hubiera pasado o si se digna a contarme que Maddy le besó. Aunque ayer me convencí de que fue la chica quien se lanzó, hoy ya no estoy tan segura. Una noche da para mucho que pensar, y ahora, aunque no puedo asegurar nada, no deja de perseguirme la idea de que quizás el beso no fue tan accidentado como estoy empeñada en creer.