Omegaverse Osomatsu-san

Lazos.

Cómo de costumbre Ichimatsu tenia ciertas costumbres un poco extrañas, subió a la azotea del edificio, se puso de pie en el bordillo, muchos pensarían ¿Se va a suicidar? No, no era tan imbécil aunque por su apariencia cansada lo pareciese, estaba ahí mirando al cielo, en su más tierna infancia o parte de ello soñaba con alcanzar el cielo azul, tocar las nubes, creía que estando ahí llegaría a rozar una nube, ¿estúpido? Tal vez, con los ojos vacíos recordó la poca bondad de Osomatsu, cuando siendo un niño anhelaba tocar una nube, no podía, incluso dando saltos, nada, estando a punto de rendirse alguien lo cargo por detrás sonriente, sorprendido.

-¡Ahora eres mas alto! -dijo el niño de sonrisa abrupta vestido de rojo.

Sin decir nada, entre los brazos del otro sonrió un poco, alcanzando un poco mas alto la nube, un fuerte viento soplo empujando a los chicos al suelo, rieron un poco.

-Ichimatsu, siempre que estemos los dos juntos alcanzaremos cualquier meta. -entrelazando la mano del menor, este se sonrojo, solo era un niño débil siendo sostenido por un niño más fuerte, más valiente que él.

-He vivido engañado -suspiro el joven adulto con su mano alzada al cielo -¿En que momento te cruzaste Karamatsu? -trato de pensar un poco, era confuso, ¿Porque ahora estaba mostrando sentimientos enterrados, se supone que su cuerpo era cubierto en miedo al tener aquellos penetrantes ojos rojos, ahí recordó.

"Intento de suicidio."

No es como si quisiera hacerlo, pero su idea de morir inunda en su ser desde de niño, tal vez nació con ese deseo, una vez cuando Osomatsu estaba en la enfermeria, los niños le acosaban, pegaban, pero solo Karamatsu salio en su defensa como lo hacía el niño de rojo, ¿Fascinación? Si, cuando un descuido inesperado los niños lanzaron a Ichimatsu al lago, tan grande y profundo, claro como el cielo, un espejo por así decirlo, no sabrías si estás tocando el cielo, cuando noto el agua presionar su cuerpo, tratar de ver algo, la nada, el color azul, burbujas de desesperación, su corazón acelerado por tragar un poco de aire, inútil. Solo aquellos ojos del color del cielo le salvaron la vida, sintió una fuerte bofetada en su cara, al despertar estaba él, su amable caballero de ojos mar, pureza pensó, su negro corazón dejo entrar su sonrisa con una cálida sonrisa ,no la sombría y retorcida mirada de Osomatsu.

-Ese bastado de Osomatsu, ¿Porque antes de escapar de ti me mostraste ese rostro? Olvide... que eres aun humano, un triste humano que ama de manera equivocada a la basura como yo -riendo un poco se dejó caer de espaldas sintiendo un fuerte en su cabeza, el suelo dolía -Choromatsu ojala ese gran idiota de Osomatsu entre en razón y vea que a quien ama es a ti, nunca le había visto llorar de manera tan debil, indefenso, tan... yo.

En el apartamento quedaron a solas Karamatsu y Todomatsu recogiendo medianamente lo que podían.

-Esto es un desastre -dijo Totty con cara de asco. En sus pensamientos recordaba el porque se enamoró de Karamatsu, "amabilidad, confianza, luz" si era eso, ahora estaba satisfecho, solo un nudo en el pecho cada vez que veía la espalda ancha del joven pensaba en Jyushimatsu, su ojos empezaron a soltar lagrimas, ¿Que he hecho? Pensó, ¿Estará herido? No lo se.

-Recogeré todo esto -dijo el chico de chaqueta azul.

Los tres decidieron salir a comer a un restaurante, obvio pagaba el Alfa, como debía ser, también estaba al tanto de caer en la tentación de algún aroma fresco de los alrededores, siempre hay Omega's con fuerte fragancia haciendo locos a los Alfa's, pero cuando el chico de morado tomaba su mano se tranquilizaba, lo amaba con todo su ser.