Fantasma.

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En el amor nadie te explica cuan arriesgado es estar con alguien, quien le estas confiando tu corazon puede hacerlo mil pedazos tan pequeños, tan diminutos que no te percatas lo roto que te encuentras, ni como sostener en tus manos temblorosas los restos, intentas juntar las piezas, tu cerebro trata de crear ilusiones de una falsa y pertubadora esperanza cuando aquella chispa se apago, no por ti, el amor es de dos, cuando estan juntos jurando amor, cuando despiertas te dejan solo con palabras de amistad falsas, conoces la realidad y sonries de forma forzada callando mil lagrimas, para cuando estas encerrado en el baño las sueltas en la noche arrastrando una pesada sensacion de vacia, tirando con brusquedad un sentimiento que no sabes cuando se ira, se quedara ahi, atento, mirando como te derrumbas o como te levantas, quieres matar ese sentimiento, no puedes, simplemente, no existe cura alguna, solo tiempo, un tiempo, una eternidad, otros algo efimero, cuando conoces el amor en su totalidad, no deseas mas, solo ser correspondido.

¿Pero que pasa cuando de la nada eres tu quien rompes todos los standars de otra persona? ¿Cuan basura debes sentirte para negarte a ti mismo una oportunidad? ¿Cuando paso esto? Solo se que cuando veo a Karamatsu riendo lejos de mi, siento que no soy alguien a quien deba llamar: Amor. Le observo como mima cada parte de mi ser con sus labios, sus dedos tocando mi cuerpo impuro, recuerdo de forma morbosa los labios y esa sonrisa tetrica de Osomatsu, ¿Que clase de sentimientos son estos? Estoy seguro de lo que siento por Karamatsu, ¿porque pienso en otra personas? ¿Tan poco amor propio tengo? No lo se, solo se que esa sonrisa de aquel fogoso chico de cejas arqueadas oculta algo que detesto, ¿o soy yo que no perdona a Karamatsu el haberse acostado con Todomatsu cuando estaba siendo torturado? Quien yo ame me abandono a mi suerte, cuantas veces crei morir para verlo gozar con otro.

Tras una serie de acontecimientos Karamatsu volvio a su trabajo mostrando un rostro optimista, un poco magullado tras la pelea que tuvo con Ichimatsu y Todomatsu, tuvo que pagar la multa que tuvo con su empleada Todoko, un sin fin de cosas, desde que salieron de comisaria noto como los ojos de Ichimatsu estaban mas apagados que de costumbre, no supo que hacer sino estrechar sus manos en silencio, ¿culpa? No. Miedo. Lo estaba perdiendo.

-¿Todo bien Karamatsu? -pregunto nerviosa la joven empleada.

-Si -en seco mirando unos papeles algo desconcertantes.

-Disculpe tenemos un trabajo de una revista de moda -entregando con timidez los informes.

Sin hacer caso omiso. Abrio un sobre encima de su mesa. Con pesadez trato de ignorar leer todo, su mente estaba ocupada en ciertl Omega gatuno quien no sabe donde estaria ahora mismo, era tan terco, recordo con emotividad la vez que observo aquellos ojos vacios llenos de misterio que atraparon su corazon como si cupido le hubiese lanzado una flecha, lo atesoro apesar de la posesividad de Osomatsu, era suyo, tenia su marca, seria suyo toda la etenidad.

-¿Donde estaras ahora? -penso en voz baja, sentia que fingia Ichimatsu permitiendo a Todomatsu compañia, algo no iba bien y no sabia como describir ese sentimiento.

En la empresa dominada por Osomatsu cruzaba sus amargos recuerdos, ¿como cuales? Su primer asesinato, si, el se deleitaba de vez en vez acabando la agonia de otros, unos por diversion otros por trabajo, no debe ser facil ser un Alfa que ha crecido en un orfanato pintado con cara de amabilidad cuando solo estan criando cerdos para vender a los peces gordos de la alta jerarquia, el nunca fue tan idiota como los demas, bajo su rostro de buen amigo y protector conocia bien las maniobras de ahi.

Cuando Ichimatsu tenia alrededor de unos 13 años, cuando traiciono su amor por el de Karamatsu decidio marcarlo antes, obvio no podia hasta que entre en celo, recorria los pasillos planeando alguna travesura para los encargados, llegue a una sala donde escucho una curiosa conversacion entre el director y un hombre asqueroso gordo, su hedor quemaba su nariz, un Alfa.

-De todos estos niños, me gusta este de mirada perdida, tiene madera para aguantar todos mis fetiches -relamiendose los labios.

-¿Entiende señor que apenas tiene 12 años? -explico el director -Es joven para dictaminar que es de raza. Podria ser un Alfa.

-No importa. Lo deseo. Y lo que quiero lo tengo, sea la raza que sea yo me encargo, solo encargate de darme lo que quiero ahora mismo, yo te doy sumas desorbitadas.

-Exacto -no replico nada, empezo a hacer papeleo, su codicia no tenia limites.

Osomatsu quien no dudo en pensar en lo que iba a pasar, un sudor frio recorrio su espina dorsal, su mano temblo, ¿Ichimatsu iba a ser vendido como un perro? No, era absurdo. Tan solo oir lo siguiente hizo pasar por su mente lo inimaginable.

-Quiero probar al chico hoy mismo -dijo el hombre.

-¿Hoy seguro? -un poco desconcertado -Mandare a preparar todo, tambien una habitacion y demas.

-Muy bien, quiero irme probando mi nueva compra. -orgulloso.

La mente del chico se le ocurrieron mil formas de matar aquel hombre, si, matar. Y lo iba a hacer. Con sigilo, espero a que el director saliera del lugar dejando al hombre solo. Cuando eso ocurrio, entre a la sala, cerrando la puerta, aquel hombre se sorprendio, riendo le pregunto si se habia perdido.

-Yo no me he perdido. Tu si vas a perder algo -dijo riendo de forma retorcida sacando una cuerda. -Saluda al demonio por mi.

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Regrese :'D espero que aun os guste li fic. Animo! Estare mas al pendiente! Gracias pro los comentarios! Os amo!

Omegaverse Osomatsu-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora