Omegaverse Osomatsu-san

B: Poder.

En la lejanía de la ciudad, en la calma de la playa, la brisa fría del mar, la arena fundirse con tus pies cálidos dejando huellas, el mar borrando tus pasos tocando tu piel una y otra vez empujando hacia fuera tu cuerpo, ahí estaba Choromatsu un joven Beta pensativo, algo nervioso, hace unos días llego ahí con la vaga esperanza de ser encontrado, tocaba con cuidado su marca de Alfa, bajo la mirada siguiendo su camino, tenia poco dinero en efectivo, no quería usar tarjeta debido al chip de rastreo, era contradictorio: "ser encontrado o no", en el fondo deseaba desesperar aun mas al poderoso Alfa egoísta idiota, gilipollas, pensaba el chico, era media tarde, todos se divertían en la playa, él no, el miraba a la infinidad del mar con dolor, a lo mejor hubiese estado bien dejar caer sus lágrimas en el océano mezclando su dolor, ahogando sus penurias, no, seria demasiado vergonzoso están torpe podría acabar medio ahogándose en el mar y morir por imbécil, estático siendo observado por una mujer recostada en una tumbona con un parasol, en bikini de color rojo llamativo dejando mucho a la imaginación, unas lentes oscuras, un labial rojo llamativo, una mujer escandalosa con el cabello rubio, ojos amarillos como los ojos de un animal salvaje tornando el color miel o ámbar, piel morena, no dejaba de mirar de pies a cabezas aquel muchacho, sonrió de lado, llamo a un hombre susurrando algo a su oído con una mirada lasciva.

La noche cayo de golpe para el golpe, sin darse cuenta estaba en un puesto de licor de la playa, la luna se veía hermosa, con la brisa sacudiendo sus cabellos, el camarero le sirvió un caro cóctel sin haber pedido nada.

-¿Eh? No, disculpe debe ser un error -llamando al camarero, era carisimo, solo podía tomar cerveza en lata -Oye -siendo ignorado.

-¿Te gusta? -dijo la mujer de antes, con un ajustado vestido blanco sentándose a su lado.

-Es caro, además no lo he pedido, aparte ¿Quien eres? ¿Una especie de acosadora? -sospechoso pensó.

-Antes, mirabas al mar de la misma manera en la que lo hice yo años atrás, solo que yo quise acabar mi existencia ahi. -sentenció la mujer tomando un cóctel con mirada ....¿Tierna?

-Eres una acosadora, me voy -dijo levantándose de su lugar.

-¡Que cruel eres! -haciendo pucheros, se aferro al chico.

-¿Cuantos años crees que tienes? ¡Sueltame! -dijo Choromatsu.

Sin querer las cosas acabaron en que. Choromatsu llevo a la mujer a su departamento ¿Porque? Se durmió encima de él sin antes vomitarle, y quería dejarla sola, ¡Quien sabe que pasaria! Sabia que ella una Omega, lo raro para él "No tenia marca, por lo tanto no tenia un Alfa", ninguna mujer Omega a esa edad estaba "soltera" o si lo estaba ¿Como pagaría estar en un lugar asi? Con desagrado se durmió en su cama, el hecho de que una mujer duerma en su cama no quitaba su derecho a dormir ahi, le dio la espalda.

Pensativo recordaba su cumpleaños, cuando cumplió catorce años, aún estaba el conflicto "OsoKaraIchi" así lo llamo él, suspirando desde su lugar cuidado a los menores huérfanos, cuando era de noche, todos dormían, alguien tapaba la nariz casi quedando sin aire, se levantó de golpe viendo a Osomatsu riendo, le hizo señas de callarse y seguirme, con aquella sonrisa que amaba, fueron al patio de atrás en silencio, era casi de madrugada, se vistieron, sin decir nada arrastró al joven por un sendero alejado de la Academia, cruzando un pequeño puente, plantas, árboles, algo cansado llamaba al mayor, este solo le decía "Paciencia" sonriendo. Al llegar a una colina, fue lo alto que estaban, lo pequeños que se sentían, el cielo despejado en estallido de estrellas, no habían palabras, no había gritos, silencio absoluto, dos jóvenes tomados de las manos mirándose con cariño, miraron al cielo, "Empezó" dijo el mayor señalando en lo alto sin soltar su mano, desviando su mirada a la infinidad de la noche miro como cayeron luces brillantes, cometas, parecía las estrellas cayendo como una lluvia en luces de fuegos artificiales, su mirada era un poema de amor, "¡Feliz cumpleaños Choromatsu!, ven y abrázame" corrió abrazarlo fuertemente mirando el cielo, se sintió tan especial, era su recuerdo favorito. Despertó, más bien lo despertaron.