Jones

01. "La peste"

31 de Mayo del 4012.
Día del evento.

¡Genial! Creo que ahora sí me darán bonitos regalos.

Hoy es 31 de mayo y así es, es mi cumpleaños. Por lo que vi cuando fuimos al súper mercado, fue que mamá echaba grandes regalos —ya envueltos— en la cajuela de la camioneta. Sin embargo, cuando me subí estaban tapados, entonces no supe si eran para mí, ya que también hoy cumple años la tía Sophie.

Cuando íbamos de regreso a casa, me percaté había mucho disturbio en las calles y las personas estaban muy incontroladas. Llegamos a casa después de unos minutos y nos adentramos en ella, cuando prendí la luz —ya que es de noche—...

— ¡Sorpresa Scar! — gritaron todos mis amigos al mismo tiempo levantándose del piso con sombreritos en forma de cono y una pancarta que dice: "Felicidades, Scar".

—Feliz cumple, tú — dijo mi amigo Gale, alias Ponyboy por su cabello largo.

Me abrazó y besó mi mejilla.

—Gracias tú — lo correspondí.

— ¿Dónde está mi ex y cumpleañera favorita? — ay Dios, no de nuevo ¡ya mátalo!

—Hola Cam — digo negando la cabeza. Y entonces fue cuando me abrazó y besó mi cabeza.

—Felices dieciséis, Scar — siguió abrazándome...

—Gracias Cam — digo soltándome de su abrazo.

Cam fue mi primer y único novio que he tenido. El primer amor, decía mi mamá. Mamá lo amó como a un hijo, y yo... Yo respetaba su opinión.

—Vamos Scar, abre tus regalos — me dice Ponyboy —. Ven abre el mío — me dice entregándome uno gigante.

Cuando lo abrí, me encontré con un mini karaoke dentro de una caja.

— ¡PONYBOY! — grité con furor y fui a darle un hermoso abrazo y trepármele — ¡Te debió costar una fortuna!

—De hecho — hizo una pausa para dejarme en el piso —, no. Ya lo tenía y solo tuve que arreglarlo y darle una limpiadita de cómo tres días — se encogió de hombros y rió. Lo abracé de nuevo.

—Gracias, Ponyboy.

—Hey Scar, ahora el mío — dijo Cam entregándome uno de tamaño mediano.

Lo tomo y lo abro para encontrarme un pack de cremas y lociones corporales.

—Hey Cam, gracias — lo abrazo y me quito rápidamente.

¿Qué me habrá querido decir? ¿Que huelo mal? Oh Dios, mi ex piensa que huelo mal.

— ¿Hija? — me llama mamá —El tuyo te lo daremos mañana — dice preocupada.

— Mamá, no te preocupes, ¿sí? — me dirijo hacia ella y le doy un abrazo.

Ella me regala una linda sonrisa.

Tan bella mi ma... ¡es un auto! ¡Lo que me regalarán es un auto! Oh sí, ya quiero ver esa belleza y mi trasero en ella.

(...)

Despierto algo encandilada y veo una luz blanca en el techo demasiada potente.

Veo mis ropas y es solo una bata blanca, después veo a mi alrededor y... ¿me operaron?

Examino mi cuerpo para ver si hay alguna operación o cicatriz pero nada.

Me siento al filo de la cama y bajo de ella para examinar el lugar.

—Scarlett Jones, ¿no es así? — dice un señor no tan alto, cabello medianamente corto color negro canoso, ojos verdes azulados y piel bronceada entrando al quirófano.

—Sí... ¿qué hago aquí? — frunzo el ceño acerándome a él.

—Estás aquí porque te salvamos.

—¿Salvarme de qué? — ladeo mi cabeza.

—¿Qué acaso no recuerdas nada de lo que pasó el 31 de mayo?

¿Saben? Odio que si pregunto algo me respondan con otra pregunta. Lo detesto.

Niego con la cabeza y fijo mi atención en él.

—Era cumpleaños de alguien — el mío —, entonces tuvimos que salvar a todos los jóvenes que se encontraban en aquella casa.

—Pero, ¿por qué?

—Porqué una peste alteró el sistema del ser humano. Sólo rescatamos a los jóvenes porque ustedes tienen que salvaguardar nuestro planeta.

— ¿Y tú por qué estás viejo y estás aquí? Debería de estar aquí un hombre joven, no tú. Nos contagiarás de la peste que supuestamente hay.

Él me sonrió, pero su sonrisa no mostraba ningún sentimiento.

—Lamento no contestar tu duda, jovencita. Me llaman al deber — sonrió hipócritamente y salió por la puerta automática color blanca.

Un nudo en la garganta se me formó mientras pensé en mi familia.

Jóvenes. Todos los jóvenes que se encontraban en aquella casa.

No los salvó.

Mi mamá. Mi papá. Mis hermanos.