06. El discurso

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Pasto se veía por doquier; árboles, plantas, flores... Esto me está dando una sensación rara. Rara de querer llorar. Hace tres años que no veo esto, que no siento el aire puro entrar a mis fosas nasales. 

Miro a mí alrededor; veo el auditorio y un montón de sillas al aire libre, detrás de mí se encuentra la dichosa escuela. Dos palabras: está enorme. E-n-o-r-m-e.

—Muy bien jóvenes tomen asiento por favor— informó Evan desde arriba del auditorio. Todos nos sentamos donde se nos dio la gana: tercera fila. Obviamente Pony, Adam, Danna y yo nos sentamos juntos. Después Tyler se acopló.

Esperen, ¿y Mason? ¿Dónde rayos se metió?

—Hey— llamé a Adam, ya que se encuentra a mí lado —, ¿dónde está Mason?— fruncí el ceño.

—No lo sé, venía atrás con sus amigos— rodee los ojos y resople.

Veía a todas partes queriéndolo encontrar pero estoy fracasando, solo veo a muchos chicos y chicas bien vestidos.

Comenzó el discurso de Evan, un aburrido discurso en donde dice sabe cuantas cosas; "por mí para satisfacer a Scarlett pensé en hacer esta escuela", "por mí, también pensé en todos ustedes", "por mí", "por mí ".

Hipócrita.

—Y ahora me honra nombrar al siguiente joven para que pase a dar su discurso, que de seguro inspirará a muchos. ¡Por favor reciban con un fuerte aplauso a Donato Stewert!— todos aplaudieron, se levantaron de sus asientos, chiflaron e hicieron un alboroto solo por ese inepto y creído.

—Muchas gracias a todas aquellas personas que se tomaron la molestia de aplaudir— dijo una vez que estuvo arriba del auditorio —. Bueno, yo solo quiero decir que es cierto, que gracias a Evan por tomar en cuenta la "sugerencia" de Scarlett aquí presente: sacarnos al aire libre, y que mejor manera de hacerlo si hay una escuela en donde estudiar— sonrió de la manera más cínica que pudo y levantó los brazos al aire para recibir sus patéticos aplausos —. Solo eso quería decir, ahora recibamos con unos cálidos aplausos a Scarlett.

Mi momento, momento de decirles a todos que les están lavando el cerebro.

Me levanté de mi asiento pero una mano sostuvo mi brazo. Adam. Me jaló hacia él y me susurró en el oído.

—No digas nada de lo que ya sabemos, o si no nos tendrán a la mira, y no podremos escapar— terminó de decir y me soltó. "No podremos escapar". Acomode la manga de mi vestido dirigiéndome a las escaleras del auditorio sin recibir aplausos... bueno, solo los de mis amigos.

—Vamos señoritas y caballeros, ¿dónde están esos aplausos?— dijo Donato por el micrófono y todos empezaron a aplaudir más a fuerzas que de ganas.

No Donato, solo por eso no me caerás bien.

Subí el último escalón dispuesta para dirigirme hacia el micrófono. Los demás seguían aplaudiendo a lo cual yo solo veía a miles de jóvenes ahí sentados sin saber que es lo que realmente ocurre. Ignorantes.

—Gracias Donato— le dije y tomé el micrófono —. Muchas gracias por sus forzados aplausos— sonreí cínica y todos hicieron un silencio abrumador.

—Te apuesto mi comida a que empezará de loca diciendo que esto es una farsa.

—¿Qué dijiste?— volteé con Donato pero él no decía nada.

—Creo que ya empezó de loca. Ojalá hubiera cámaras para grabar este vergonzoso momento.

—¿Quién rayos está hablando?— joder, nadie está hablando. 

JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora