04. Inauguración

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En el desayuno.


—Pony, debes de comer, anda — le dije por decima vez, y por decima vez niega con la cabeza.

Solté el tenedor de mala manera hacia su plato y me crucé de brazos

—Está bien — levanté mis cejas indignada —, si no quieres comer, no comas. Ya no te rogaré — dije e inmediatamente volteé hacia otro lado con una enorme mueca.

Mientras veía a la, nada vi a Tyler, el asistente de Evan que creo que nos vio ésta madrugada. Él veía hacia la puerta corrediza de donde siempre sale y entra Evan dando sus "noticias", yo dirigí mi mirada hacia esa puerta y luego hacia él quedándomele viendo, observando que quiere decir con esa mirada tan ¿rara?

Seguí mirándolo y él a mí. Me empieza a hacer señas señalando la puerta, a lo cual yo frunzo el ceño.

—¡Hola niños del coro! — dice una feliz Danna sentándose en nuestra mesa.

Volteé con ella de mala manera y ella volteó hacia mí.

—No soy una niña y tampoco soy del coro — dije amargamente.

—Ash Scarlett, odio que te pongas amargada y detestable — me mira mal haciendo un gesto raro — ¡Genial! Ahora me pegaste tus malas vibras — dice echándose una uva morada a la boca.

—Chicas, no peleen — dice Pony.

— ¡Hasta que hablas! Pensé que el ratón te había quitado la lengua, pero ¡ya te la devolvió! ¡Qué alegría!— dije sarcásticamente.

—¿Qué rayos te pasó, Scar? — pregunta Pony viéndome a lo que yo rodé los ojos y negué con la cabeza.

—Lo que me pasó es que me metieron a esta porquería de prisión sin saber el porqué.  Ya no sé de mis padres, de mi hermano mayor y menor— enumeré con los dedos de mis manos —, de mis compañeros de la escuela, de mis familiares, de los maestros ¡de todos los que solía conocer! ¡Hasta de flash! — terminé y me crucé de brazos.

Flash era mi perro. Un san Bernardo; era hermoso, amaba su pelaje, jugaba demasiado conmigo. Era mi mejor amigo.

—Scar, perdón — dijo Pony poniendo su mano en mi hombro y volteé con él ablandando mi mirada.

—No Pony, perdóname a mí, ¿sí? — dije con una sonrisa y no esperé su respuesta porque ya me encontraba abrazándolo.

—Owwww — dice Danna arruinando el momento. Me separé de él —. Eso es amor — pone su par de manos en su boca para no gritar.

—Hola caballeros... señoritas — llegó Evan con el par de guardaespaldas que siempre lleva a sus lados y sin la lista que siempre trae entre sus manos —. Les tengo excelentes noticias, y más para ti, Scarlett — volteó hacia mí y dio un par de pasos. Levanté mis cejas para que diera la "gran noticia" —. Hoy habrá un evento formal ¡porqué Scarlett Jones inaugurará la nueva escuela! — dijo y todos aplaudieron —Así que les pido a todos que entre las tres y cuatro y media de la tarde, pasen a la sala de telas y pieles para que escojan que atuendo usarán. Gracias — se despidió con una sonrisa de lado a lado.

Evan está tramando algo y no es algo bueno que digamos. Siempre el maldito me ha dado mala espina. Tengo ganas de dejarle un gran moretón en cualquiera de sus ojos, y si son en los dos, mucho mejor.

—Hola, ¿qué tal? — dice una tipa como de uno sesenta y cinco más o menos, ojos verdes, cejas pobladas, cabello rubio cenizo y delgada.

—¿Quién eres? — pregunté en un tono duro.

JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora