12. Mason

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Día dos.

«Corrí inmediatamente a la sala de escudos y espadas, porque hace un momento escuché un gritó afeminado.

Abrí las puertas metálicas pero sólo veo a Mason reírse. ¿Mason? ¿Qué hace él aquí? ¿Qué no estaba en recuperación?

—Vaya, sí que tardaste mucho— se burla, a lo que fruncí el ceño.

— ¿Qué haces aquí?— caminé lentamente hacia él.

—Bueno Scar, tal vez te falten instintos, porque nadie entra a esta sala a las dos de la madrugada— ríe burlón —. Y tampoco nadie viene a ver cómo descuartizamos a tu mejor amiga— paré en seco.

Donato se aproximaba con una vitrina llena de sangre y dentro de ella estaba... Danna.

Corrí rápidamente a ella pero me fue imposible. Mason me ató a un poste ágilmente.

— ¡¿Por qué Mason?!— me jaloneaba de un lado a otro, pero nada servía — ¡Danna! ¡Danna!— suplicaba y lloraba porque me hicieran caso, pero nada — ¡Por favor no lo hagan!— dije arrodillándome lentamente, mientras chorros de lágrimas salían.

—Oh Scarlett, eres tan afortunada— dijo Donato, acercándose a mí —. Era una buena chica, siempre quería estar contigo, te protegía tanto... que hasta dio su vida. Más agradecida no podrías estar, ¿cierto Scar?

— ¡ERES UN ESTÚPIDO!— le escupí. Él simplemente rió.

—Me lo habían dicho antes— y fue entonces cuándo agarró mi melena con fuerza. Grité con fuertemente, no sólo por el dolor que sentía interior y exteriormente, sino para que alguien me escuchase y viniera a ayudarnos —. Ahora serás testigo de cómo destruimos a tu querida mejor amiga— jaló mi melena hacia la dirección en dónde Mason y Danna estaban.

Mason empezó a hacer lo que debía hacer. Danna gritaba al igual que yo. Donato se reía y yo no podía hacer otra cosa más que quedarme ahí, cómo espectadora, viendo como Danna moría.»

Desperté de un brinco agitada y sudada. Volteo a todos lados encontrándome con el cuarto de mi departamento.

Me siento recargándome en la pared, restregando mis manos en la cara y así me quedo por un par de minutos.

Mi respiración sigue agitada. Todo se veía tan real. Cada detalle, cada palabra, cada lágrima, cada grito...

(...)

—Entonces, ¿no vendrás conmigo? ¿Cuándo vayamos con Tyler?— preguntó Danna sentándose en el comedor, junto a Pony, cómo siempre.

—No, eh... Tengo que ir a la sala de telas y pieles, ocupo un traje nuevo, ya van dos que rompo— reí nerviosa —. Pero después de un rato allá los veré— sonreí.

— ¿Ocupas ir a la sala de telas y pieles?— preguntó Adam llegando y sentándose a mi lado. Asentí con la cabeza —Y yo que pensé que iría solo— rió —, pero no— sonrió mostrando los dientes mientras me miraba.

—Sí, ah...— rayos, sí que estoy nerviosa —De hecho ya me te-tengo que ir— me levanté rápidamente, pero una mano en mi brazo me detuvo.

—Hey, no te vallas sin mí— dijo Adam soltándome delicadamente. Me regaló una sonrisa y caminó un par de pasos y después frenó —¿Vienes?— lo miré por un momento y examiné cada partícula de él... digo, cada facción de él... ¡digo, sólo lo miré! — ¿Scar?— rió. 

Diablos.

Me abofetee mentalmente. Sacudí mi cabeza y caminé hacia él.

—Oye... ¿te puedo confesar algo? Pero, que nadie lo sepa— pregunté a Adam mientras caminábamos a paso medio.

—Claro, ¿qué pasa?

Suspiré y me detuve. Él también lo hizo.

—Tuve un horrible sueño, ¿sí?— miré a mis lados y continué —Te lo resumiré. Oí un grito en la sala de espadas y escudos, así que fui. Cuándo llegué, vi a Mason, después, llegó Donato con Danna y...— se me cortó la voz, tragué saliva y continué —la descuartizaron ante mis ojos— lo miré fijamente y su mirada transmitía miedo —. Se sintió tan real... y, ya sabes... hoy en día no se sabe que es real y que no— miré al piso.

—Y quieres ir a ver a Mason, ¿cierto?— me tomó de la barbilla forzándome a verle. Asentí con la cabeza —Vamos. Prometo no decirle a nadie.

—Gracias— sonreí y seguimos caminando, pero ahora, hacia el hospital.

Evan.

Mil cincuenta, mil cincuenta y uno, mil cincuenta y dos.

Esa cantidad de prototipos con cara de aliens tenemos para echarlos a la superficie, e invadir el lugar con ellos. Claro, si es que Scarlett escapa junto con sus amigos.

Si no escapan, es muy probable que a los aliens los eche de igual manera a la superficie. Los demás países aliados se enojarían conmigo por no poner a la peste en vista de los países no aliados.

Tenemos algo así como un trato. Reclutamos a todos los jóvenes del país, les hacemos creer que hay una peste falsa, matamos a todos los que no sean jóvenes, les inyectamos lo que le hace falta a la "comida" que hacemos aquí y en esas inyecciones les damos el poder diminuto, hacemos a los mejores chicos nuestros aliados, y por último, les hacemos entrenar para que saquen su poder diminuto y éste saldrá cuando entren a la "escuela".

Tenemos todo perfectamente calculado, nada podría salir mal... claro, excepto por lo que presiento de Scarlett y sus amigos.

Después de que los jóvenes estén muy bien calificados, saldrán a pelear con la peste. Cuándo los países no aliados vean que es real, se unirán, y entonces se desatará...

— ¡Señor! Espero no estar interrumpiendo, pero la máquina duplicadora de aliens está descompuesta. Apenas hizo el mil sesenta y explotó— dijo Brook entrando rápidamente por la puerta metálica.

—No, no interrumpes— dejé de mirar mi computador —. Dile a Emma que la arregle— ella asintió y tomó rumbo para buscarla —. Brook, dile a Amy y a Calvin que le ayuden. Y tú— la miré —ya sabes que hacer.

Ella asintió nuevamente, y yo volví al computador.

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2022 ⏰

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