6 ; miedo.

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La mesa ya se encontraba limpia al igual que el resto de la casa, la rubia por primera vez se había puesto a limpiar pero no del todo sola sino que con los mellizos, aprovechaba cada ocasión para al menos tener un roce con Ramiro pero este perdido en su mundo de la música, a penas la miraba.



— ¿Puedo hablar contigo? —escuchó a sus espaldas y se dio la vuelta encontrándose con Nacho.



— Depende.



— Ven —dijo aprovechando que su hermano estaba distraído y se llevo a la rubia consigo hacía el jardín, al llegar, cerró la puerta que daba entrada a la casa y trago saliva al encontrarse detrás de la chica.



— ¿Qué deseas?



— A-anoche me dijiste algo que me dejo con un poco de intriga —al decir aquello pudo sentir como la chica se tensaba y su rostro volvía a la normalidad, no tenía expresión alguna en el mismo y sus manos comenzaban a jugar con su labio inferior fingiendo desinterés absoluto por aquel banal asunto según ella.



— Anoche dije muchas idioteces —se quiso disculpar sin razones pero aún así se aguanto las ganas de hacerlo.



— Se que no somos amigos y no te pido que lo seamos, como verás yo tengo un pequeño problema y las cosas se me olvidan y realmente no sé como recordé esto pero si deseas desahogarte, puedes hacerlo —mintió con lo primero, quería saber de ella y si era necesario hacer aquello lo haría.



— No necesito desahogarme.



— Lo que me cuentes, no saldrá de aquí.



Era su oportunidad, podía sacarse todo el rencor que llevaba en ella diciéndoselo a ese chico, tenía miedo pero lo haría, por primera vez alguien sabría de su historia. 

Micaela ; nachoela ; TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora