33 ; tú y yo no somos amigos.

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Trataba de buscar la misma paz que me provocaba Nacho en él pero no la encontraba, solo encontraba ese toque de amargura y tranquilidad a la vez pero nunca nada se compararía con la paz y la tranquilidad que Nacho siempre le regalaba, Ramiro jamás se compararía con Nacho, y no, no quería buscar un parecido en ellos porque sabía que de personalidad eran completamente distintos.


— ¿Puedo saber el porque me miras tanto? —cuestionó con frialdad levantándose del pasto, Micaela lo vio alejarse de ella y rápidamente fue detrás de él para así colocarse delante del mismo.


— ¿Acaso no puedo mirar a mi gran amigo? 


— Tú y yo no somos amigos —tomó la caja de cigarros que aún permanecía en el pasto y empujo de manera suave a la rubia para así poder tener el camino libre.



  [....]


— ¿Y que sucedió con Micaela? —preguntó Florencia extendiendo su mano a la de Nacho pero este inmediatamente la aparto.



— Creo que la trate un poco mal, ella me dijo que odiaba que le diera regalos ya que sentía que yo trataba de comprarla y mantenerla a mi lado con eso —su voz poco a poco se apago y eso hizo que el corazón de Florencia se rompiera en miles de pedazos.



Eso le demostraba lo tanto que Nacho quería a Micaela, la quería de una manera en la que jamás llegaría a quererla a ella ni aunque hubiese intentado miles de veces ganarse su corazón.




— Entonces deja de regalarle cosas y listo —se rió de lo que dijo, todo tratando de ocultar lo mal que se sentía en aquel momento pero aunque intentará subirle el ánimo a él no lo lograría.. Parecía como si en algún momento caería en llanto.



— No me siento muy bien, hablamos mañana ¿si? —en su mirada se podían notar miles de sentimientos pero todo eso era ocultado por sus ojos ya cristalizándose.


¿Era para tanto el hecho de que se haya peleado con Micaela? todo parecía indicar que si, sin despedirse de ella con un beso en la mejilla el mellizo salió y al encontrarse lo suficientemente lejos de la cafetería, soltó en llanto sin vergüenza alguna.. No era como si se avergonzará por llorar frente a Florencia porque más de una vez lo hizo tan solo no quería sentirse tonto por llorar por una tontería que quizás, y el esperaba que fuese así se resolvería.



No sabría que hacer si volviera a perder esos días en los que se sentaba bajo aquel árbol frente a Micaela o como se sentiría si no le regalara el batido de todos los días.. En fin, no sabría que hacer sin ella y ya había pasado por ese momento, no quería volver a revivirlo.



[......]



Micaela lo había perseguido desde que habían salido del instituto, Ramiro ya cansado por la actitud de la rubia se dio la vuelta y comenzó a caminar haciendo que esta caminase hacía atrás al verlo acercarse tanto. 



— ¿Por qué demonios me sigues? —tomó sus hombros y como si fuese una simple bolsa la cual cargabas sin cuidado alguno, la colocó en otro lado para así perderla de vista.



  — No quiero quedarme sola en casa, ¿podría quedarme contigo? —preguntó cariñosamente, si, cariñosamente.. Le hablo de manera cariñosa a aquel chico tan despreciable que toda su vida la había tratado mal y que en más de una ocasión la daño tanto física como mentalmente, pero no mentía. Se sentía muy mal y el único refugio que veía en aquel momento era Ramiro.



—  ¿Y a mi que demonios me importa si te quedas sola o no? tú y yo no somos amigos —fue frío como siempre, Micaela lo miró con un poco de tristeza y este hizo lo mismo.



Soltó un suspiro y mordió fuertemente su labio.



— Esta bien, ven conmigo a casa —miro hacía arriba y sucedió algo que no espero que sucediera, Micaela lo abrazó.



Pero sucedió algo aún más raro, a él le gusto.   


  

Micaela ; nachoela ; TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora