No era un tiene ,era un como.

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  —¿Que tiene que te gusta?—

—¿Que cosa?—Respondí concentrada en mi celular

  — (Su nombre), ¡Boluda!.—

Me reí,porque no entendí a que se refería.

  — Osea, a ver, tez morena,no le deben gustar ni la mitad de las cosas que a vos,y estoy segura de que no ve keeping up with the kardashians.—Sugirió una lista de diferencias y finalizo "son el agua y el aceite".

No pude responder su pregunta, me quede helada. En verdad tenía razón, eramos dos polos opuestos. Siempre sostuve la teoría de que quien me gustara debía,casi con obligación,parecerse a mi. Bueno, mi teoría voló a la mierda. 

Lluvia,frió y una ventana perfecta para pensar. El colectivo, poca gente, y los pensamientos fluían con impudicia. "¿Que tiene que te gusta?, ¿Que tiene que te gusta? , ¿Que tiene que te gusta?". Una y otra vez, como si fuera un crucigrama sin resolver. 

Primero pensé en lo básico : Lo físico. Sus ojos color miel, su pelo que vivía cayendo en su cara, su tez morena que contrarrestaba con la mía. No,definitivamente no era eso.

Segundo: Sus gustos. Pero...¿ si no nos gustaban las mismas cosas?. Lee Beauvior y yo Coelho, su película favorita debe ser alguna independiente que nadie conoce y mi película favorita es Mean Girls, a mi me gusta ir a Warhol y quizá ni sabe que es. Otra vez,un no rotundo.

Me estaba dando por vencida, cediéndole la razón a mi entorno. Días atrás me habían dicho "Es una excusa para olvidarte de tu pasado, para pasar un mal trago de amorío". Realmente empece a creer que así era, una excusa, un pretexto, uno mas de muchos. 

La angustia abría paso,pero de golpe en las gotitas del ventanal salio el sol, de una manera metafórica. Mi cabeza se ilumino. No era un tiene,era un como.

Era como me miro, esa mañana donde todo fue una mezcla de incertidumbre y miedo. Era como me escucho, y créanme que nadie me había escuchado antes, no por lo menos en aquel lugar. Era como pudo entender sin juzgar, estaba sorprendida porque ya no me topaba con personas así.

Por fin, estaba en el camino correcto, alguien valía la pena. 

Baje del colectivo y sonreí.


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