Seguridad

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El rubio Omega ladeó la cabeza en actitud taciturna, viendo con atención al joven pelinegro. No comprendía el sorpresivo cambio de parecer del Alfa de cabellos color ébano que permanecía al frente suyo, sin borrar de su rostro aquella sonrisa de mofa hacia su persona. Lo detestaba, quizás en su momento le causaba curiosidad el atrayente porte que mostraba el azabache al observarle sin reparo alguno durante el encuentro anterior o por lo poco que había visto de él en ese preciso instante, pero al darse cuenta de la arrogancia que manifestaba Sasuke en la manera de expresarse y en sus gestos, el desagrado en Naruto crecía de forma inminente.

—¡Ni en sueños! ¡Me niego rotundamente en aceptarte como mi futura pareja, Teme! —el rubio bramó exaltado, cruzándose de brazos para encarar con fiereza al orgulloso pelinegro, quien rio divertido al ver con detalle los expresivos aspavientos que el Omega hacia al pronunciar palabra.

—No es cuestión de querer o no, Dobe. Lo he decidido por simple capricho, si no estás de acuerdo, créeme que me importa un comino tu malestar. A quien debo verdaderamente convencer de mis buenas intenciones para contigo es al líder de tu familia, lo que ocurra después lo veremos en su momento, Usuratonkachi.

El moreno musitó con sorna, haciendo enfurecer al rubio Omega. Naruto por su parte no se dejaría amedrentar por la presencia del pelinegro. No callaría su molestia por la altanería del Alfa hacia él.

—¡Escúchame bien, Teme arrogante! La última persona a quien yo desearía como posible pareja serías tú, antes de que mi familia decidiese ceder a tu fingido interés hacia mí, haría hasta lo imposible para evitar tal estupidez. No me conoces en lo absoluto y mucho menos eres capaz de prever mis planes. —Sasuke alzó una de sus oscuras cejas curioso ante la seguridad de las palabras de rubio, no lo vio titubear en ningún momento y le agradaba enormemente la osadía del pequeño blondo. Le mostraba una actitud desafiante que no solía ser vista en el resto de los Omegas dentro de la jerarquía.

—Me da cierta curiosidad imaginar de lo que serías capaz de hacer para impedir tomarte como mi Omega, Usuratonkachi —el pelinegro susurró con cierto deje de sensualidad, acercándose al acecho del rubio, quien solo se limitó a retroceder, apegándose a la pared del probador.

—¡¿Qué demonios piensas hacer?! Necesitas más de un jugueteo barato de seducción para lograr una miserable reacción en mí, Teme.

El rubio reguló el tono de voz, adoptando una actitud desinteresada ante la insinuación desinhibida del pelinegro, su corazón galopaba con fuerza, sintiendo la vulnerabilidad de su ser descontrolarse por la cercanía del moreno en su espacio personal. Sin embargo, el lado racional hacía eco en él, aferrando su empeño en mantener el instinto de Omega en su interior, sin revelar aquella conducta animal distintiva de la sociedad en general.

Sasuke se aproximó lo suficiente, apoyando sus brazos en la pared, mientras su cuerpo acorralaba al menor en sus fauces. Lo observó con detalle, fijando sus oscuros ojos en cada rasgo delicado de aquel aniñado rostro sonrojado que se presentaba en su campo de visión. Lo admitía, no podía negar la exuberancia que desprendía el Omega con su belleza, recorrió a palpo los rosados labios de Naruto con su mirada, subiendo lentamente hacia los expresivos zafiros que correspondía el gesto con la misma devoción.

—¿Nervioso, Dobe? —el pelinegro arrastró sus palabras, mirando con detenimiento los azulinos ojos del rubio.

—¿Debería de estarlo, Teme? Porque a mi parecer, necesitarás más de aquellas artimañas que utilizan los Alfas para lograr engatusarme —el moreno entornó sus ennegrecidos ojos, sonriendo con malicia.

—Recurrir a esos métodos sería demasiado para mí, Usuratonkachi. No soy tradicionalista y por lo visto tu tampoco lo eres —el azabache tomó con sutileza el fino mentón del rubio, alzándolo hacia su dirección para observar las reacciones del joven Omega, sonrió ladino notando inmediatamente el leve rubor que cubría las mejillas de Naruto.

Una simple atracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora