Una simple atracción

Verdad

La inesperada llegada de Madara, generó una palpable tensión que ninguno de los presentes llegó a imaginar. El anterior líder, hizo gala de su actitud altiva como de costumbre, observando de forma minuciosa las expresiones de asombro en los rostros de cada uno, enfocándose en su único hijo. Fugaku siendo un Alfa de personalidad analítica no fue capaz de prever la repentina visita, quiso dar una respuesta a su interrogante, pero simplemente no había un hecho para que el de melena oscura apareciera de ese modo; sin avisar o comunicarse con algún miembro del Consejo, incluso sopesó en la absurda idea de que el hombre estuviese comprometido con el infortunado acto.

No es que Fugaku desconfiara de Madara por ser un hombre que ocultara tantos secretos o el hermetismo que le caracteriza para resolver los problemas en relación al clan, sino la manera que el moreno tiene de provocar el caos en cualquier tipo de situación; un claro ejemplo, el ambiente inquieto que provocó con su presencia. En definitiva, solo había que dedicar pocos minutos al ojear la faz de sus hijos, su esposa y el resto de personas que permanecían en la sala de espera, a la expectativa de la salud de Naruto como también de la información que el de largos cabellos prefería guardar.

Para Sasuke encontrarse con su abuelo después de varios meses fue una total consternación que tan rápido como alzó la mirada y se percató de todo; desapareció. Él solo tiene en mente que el Omega estuviera bien y lo sufrido fuera una desagradable pesadilla y no trajera consecuencias en la personalidad del rubio. Temía que los tipos que enfrentó hayan ido más allá, al punto de causar un cambio en la actitud entusiasta de Naruto; y de alguna manera esto provocara un desequilibrio en la relación.

—¿Realmente Naruto se encuentra fuera de peligro? —Sasuke preguntó con angustia a la Beta de cortos cabellos, cerciorándose que las palabras de Shizune fueran ciertas.

—Por supuesto, él solo necesita descansar —sonrió la mujer, tratando de darle ánimo al joven Alfa—. Espera que sus padres salgan de la habitación, en un momento podrás ir a verlo, pero antes debemos atender tus heridas.

Las manos de Sasuke tenían cardinales y rastro de sangre seca tanto de él como de Sakon, el asqueroso Alfa que atacó a Naruto. La adrenalina todavía hacía estragos en su cuerpo y el dolor era nulo; de hecho, su cara reflejó cierta sorpresa cuando notó el enrojecimiento e incluso podía apreciarse la hinchazón en el área de los nudillos. Acto seguido, no se opuso en dejarse guiar por la galena, entró en un cubículo de escalofriante color blanco con olor a antiséptico, decorado con explícitas ilustraciones de anatomía humana. Tomó asiento y permitió que la amable Beta lo atendiera con la dedicación que le califica.

—Encontré a Naruto en pésimas condiciones, me es imposible pensar que él esté bien —inició Uchiha, buscando respuestas por parte de la fémina—. Desconozco de medicina, pero su lesión era grave.

—Tienes toda la razón, la herida debió ser mortal —Shizune se sinceró, desinfectando los cortes—. Sin embargo, a mí no me compete decir lo que realmente ocurre; por eso la familia de Naruto y la tuya tienen mucho por hablar.

Sasuke frunció el ceño, detesta el misterio que rodea a todos; la casual visita de su abuelo, la reacción agresiva de Tsunade y, sobre todo el desconcierto de sus padres. Qué podían ocultar ante un evento que, si no hubiera intervenido en el momento justo, probablemente la vida del rubio fuera el precio a pagar. Él tiene derecho a conocer los detalles y más tratándose de su Omega, ahora su pareja destinada.

...

Una vez Itachi se encargó de los victimarios y dio a conocer lo sucedido a sus aliados, dejó que las autoridades correspondientes hicieran el resto. Los Omegas amordazados fueron atendidos y numerosas ambulancias llegaron al sitio rápidamente con el objetivo de ocuparse de los afectados. El Alfa de coleta supervisó al margen cada detalle y pudo predecir lo que ocurrirá después con las investigaciones encabezadas por el Alto Mando; debido al nivel de organización y el grado de violencia que la banda de malhechores ocasionó, tomarían en cuenta las habilidades que ofrece el Sharingan y los métodos de manipulación mental, perteneciente al clan Yamanaka.